Ese momento

553 31 10
                                    

Aitana

Amaia gritaba desde el salón, llegábamos veinte minutos tarde, ella y su impuntualidad.

Me pidió varias veces que acelerásemos pero yo no estaba dispuesta, no me arriesgaría a tirar todo por la borda, hoy no, ahora no.

Emma esperaba en la puerta de su academia, con una mochila de deporte mientras hablaba con su profesora de baile. No hizo falta ni que la pitásemos, era lista, y tenía prisa, un factor que había que tener mucho en cuenta.

-¿Estás nerviosa? -pregunta mi amiga viendo cómo se ata el cinturón-

-No, bueno, solo es una audición

-Tú limítate a disfrutar -le aconsejé mirando por el retrovisor-

Tuvimos suerte de que las calles del centro no estaban demasiado transitadas y que su audición para Annie iba con retraso.

La pusieron una pegatina con el número 723, junto con Amaia rellenó una ficha y se puso en la cola al igual que muchas más niñas. Había de todas las edades, de 5 a 15, morenas, rubias y pelirrojas.

Nos despedimos con un fuerte abrazo de tres, movió su mano antes de entrar en una sala de baile, que, con suerte, la aceptaría en el mundo del musical.

Salió una hora después, después de llamarnos. Amaia y yo corrimos otra vez al edificio, estábamos nerviosas, quizás más que la propia Emma y cuando el ascensor nos indicó que habíamos llegado lo único que hicimos fue ver cómo mucha gente salía, pero ella, se quedaba. Y eso tendría que ser bueno.

-¿Qué tal te ha ido amor?

-Bien, tengo la prueba de canto ahora, os estaba esperando

-¿Eso es que has pasado? -pregunté un poco descolocada

-¡Pues claro tata! -afirmo con una sonrisa de oreja a oreja

Una señora apareció tras la puerta, apartó un par de papeles de su mesa y pronunció una lista de nombres.

-Emma García Romero

Ahí iba, a su segunda ronda. Yo solo esperaba que hiciese un K.O. y ganase la ronda.

*****

-¡Mami!

No me había dado tiempo ni a entrar por la puerta cuando ya tenía al pequeño colgado de mi cuello. Me quité el abrigo como pude y le llevé hasta el salón, después de colmarle de besos.

Me encontré a Luis sin camiseta, con unos pantalones cortos de esos que usaba para estar por casa, recogiendo unos juguetes que habían sufrido el ataque del terremoto que teníamos por hijo.

Agradecí que Teo decidiese bajar y salir corriendo a su cuarto, ahora yo tenía vía libre. También corrí, pero a la espalda de su padre que, inconscientemente se sobresaltó, pero no dudó en agarrarme tan fuerte como pudo.

Siempre era así.

Empecé a dejar un regadero de besos por su cuello, el reía ante el acto, al final acabamos de frente el uno del otro. Me robó un beso de hola, que sabía a te quiero (toda la vida junto a mí) y esos, eran mis favoritos.

-¿Habéis acabado ya?

Nuestras cabezas giraron a la par, encontrándonos a nuestro bicho tapándose los ojos con una de sus manos mientras con la otra sujetaba un juego de mesa.

-No entiendo que te den asco los besos, se supone que has salido a mí

-¡Luis! -exclamé ante su respuesta

-Perdón perdón

-Es que tiene muchas babas, como los que me dais de vaca

-¿Te refieres a estos?

Teo tiene pocos segundos para reaccionar antes de que tenga a su padre encima intentando darle un beso de esos. Se recorre toda la casa y al final, acaba en mis brazos, buscando un refugio donde no le atacasen. Eligió mal, ahora Luis mataría dos pájaros de un tiro, y yo, que estaba a salvo me acababa de meter en una guerra, dónde seguramente, el ataque estrella serían las cosquillas.

Durante la tarde pudimos hacer muchas cosas. Conseguí convencer a los chicos de la casa para ir a comprar, aunque al principio pusieran resistencia. A cambio, echamos unas canastas en el patio de lo ahora llamaba hogar. Nos tocó echar una partidita al tragabolas. Luis preparó tortilla para cenar pero hoy no le echó queso, básicamente porque el ratón se lo había zampado antes de tiempo.

Tuvimos que cantarle a Teo todo el foco de Luis, hasta que llegó su favorita, que por mucho que se esforzó en escucharla hasta el final sus ojos decidieron darnos una tregua hasta mañana.

Mi móvil empezó a vibrar y vi que era Amaia. No dudé en cogerlo.

-Aiti, han cogido a Emma en el elenco

-¡Pero qué buena noticia!

-Sí, pero yo no puedo llevarla. ¿Puedes tú?

-Sin problema. Te quiero

-Y yo

Era ese momento. Era su momento.
Mi pequeña iba a brillar, a volver bien alto.

______________________________________

Holaaa!!! Lo primero de todo, tengo que aclararos cosas del capítulo anterior. Siento haber sido tan breve tanto en capítulo como en este apartado pero estaba con mis amigas y quería aprovechar. Al igual que pensé en pequeñas pinceladas sobre el carácter de Luis con niños como Famous y bueno, lo que quiere ser de mayor es un trabajo que a mí me encantaría, básicamente por eso.

Lo de hoy es igual, yo me presenté al casting y bueno, el número creo que no necesita explicación.

No tengo mucho más que añadir, salvo que MAÑANA ES EL ULTIMO CAPÍTULO y esto me da vértigo y emoción a partes iguales.

Espero que nos sigamos leyendo, al igual que os haya gustado. Nos vemos mañana, por última vez. O tal vez no🙊.

OS LEOOO!! Besoooos 💙💛

Descolocas TODOWhere stories live. Discover now