Dile al tiempo que nos conocimos

3K 61 3
                                    

Narra Cepeda

Estaba tan tranquilo hablando con mi mejor amigo Roi tirados en el sofá de Ana cuando una chica que me resultaba bastante familiar se acercó a la vez que Ana.

-Ella es Aitana- dijo mi amiga.

Ahora la recordaba era la chica del tren, la que se había apoyado en mi hombro al quedarse dormida y a mi me había enternecido.

-Encantada- le salió de la boca con un hilo de voz, me encantaba su voz.

Se fue acercando a cada uno para darnos dos besos en forma de saludo cuando al acercarse a mí noté como se estaba poniendo roja y nerviosa. Se acercó, me rozó y me dio dos besos.

-Yo soy Cepeda, Luis Cepeda-me presenté.

Luego saludé a Miriam y a Amaia, sus compañeras de piso. Estuvimos hablando un rato hasta que ella decidió ir a deshacer las maletas con la ayuda de Miriam. A los 20 minutos o así Roi y yo pensamos que ya era hora de irnos.

Una vez nos habíamos despedido de todos los que estaban en el salón, fuimos a la habitación de Aitana, llamé a la puerta y su voz nos dio permiso para entrar. Nos despedimos de las dos y cuando me fui a dar la vuelta Miriam se adelantó y fue con Roi. De repente su voz me llamó.

-Oye- me paré en seco al ver que me hablaba- gracias por lo del tren

-Tranquila, no quería que te quedases ahí para siempre- sonreí a lo que ella me contestó con el mismo gesto.

-Adiós Aitana

-Adiós Luis

Me sorprendió que me llamase así nadie me llamaba así pero me gustaba que ella si lo hiciese, era... especial.

Narra Aitana

Cuando al despedirme de él le llamé Luis, él se giró y me sonrió con ternura pero a la vez creo que le sorprendió. Sólo espero no haberme equivocado aunque con lo torpe que soy no me extrañaría nada.

Ana me dijo que con motivo de mi llegada haríamos noche de chicas. La verdad, es que estaba muy contenta con las compañeras de piso que tenía, que en pocas horas ya se habían ganado parte de mi confianza.

Pedimos unas pizzas y nos sentamos en el sofá a ver Pequeñas Mentirosas mientras que hablábamos de nuestras cosas. A la 1 de la mañana Amaia se había quedado dormida y habíamos decidido irnos ya a dormir.

Me puse el despertador a las 9 para que me diese tiempo a hacer bastantes cosas por el día y no dejarlas para última hora, como solía pasarme.
 
Aunque en un primer momento quise tirar el móvil por la ventana al escuchar la alarma sabía que era la única forma de ponerme en pie porque si no, me quedaría en la cama el día entero. Así era yo, una pequeña marmota.

Hoy era Lunes y no empezaba las clases hasta la próxima semana, lo que me hizo darme cuenta de que no tenía la lista de los libros ni el material para empezar las clases.

Fui, aún con cara de dormida y en pijama al salón, donde estaban todas las chicas. Les comenté lo del material mientras que desayunabamos buscando que por casualidad me pudisesen decir si sabían donde podía conseguirlos. Ana, que ya llevaba en la universidad un año, me dijo que podía ir a la universidad a pedir la lista de los libros.

Amaia y decidimos ir esa misma mañana allí a pedir la lista, ella está en la carrera de educación infantil, al igual que Ana solo que ella haría de lengua mientras mi otra compañera iba por su segundo año de Educación Física.

Durante el trayecto en metro pude conocer mejor a Amaia que, si ya me caía genial antes, ahora que habíamos entablado una conversación más profunda caí en que tenemos muchas cosas en común, más de las que yo pensaba.

Una vez ya teníamos la lista de los libros, la chica de recepción nos dijo que por la zona había muchas tienda de material escolar así que nos fuimos paseando por las tiendas y comprando las cosas que necesitábamos.

Vimos que se hacía tarde así que decidimos comer en un Burguer King de la zona cuándo Ana me envió un mensaje.

Ana:
Hola amor, os apetece
salir esta noche de fiesta?


Yo:
Yo me apunto
Espera que se lo digo a Amaia
Ella también viene

Ana:

Perfecto
Pues a las 8 salimos de casa

La verdad es que me apetecía, llevaba ya unos días en Madrid y necesitaba marcha, aunque no fuese con las Xulas, que por cierto las echo muchísimo de menos.

Cuando terminamos de comer eran casi las cuatro de la tarde, así que decidimos irnos yendo para que nos diese tiempo a prepararnos, además, el trayecto hasta casa duraba un rato.

Cuando llegamos a casa faltaban apenas dos horas para la fiesta. Según Google Maps no hubiésemos tardado tanto en llegar pero Amaia se iba parando en todas las tiendas y puestos que encontró camino a casa.

Miriam tenía su pelo de leona mojado, lo que significaba que se había duchado. Ana estaba en ello, Amaia fue a colocar las cosas que habíamos comprado y yo fui a preparar mi cosas para la ducha.

Una vez salió Ana entré yo. No tardé más de 15 minutos, y teniendo en cuenta que todavía quedaba Amaia,  no quise demorarme mucho.

Eran las 7:30 de la tarde cuando nos pusimos rumbo a la discoteca. Una vez allí nos encontramos con Roi y Cepeda...ay Luis que guapo iba.

Espera. Mierda. Vicente.

No había hablando con él ni un sólo día, me querrá matar, aunque últimamente no estábamos muy bien.

_____________________________

Holaa!!! Aquí tenéis el capítulo uno, espero que os guste.

Gracias por leerme💕

Descolocas TODOWhere stories live. Discover now