Estaba enojada y preocupada por su repentina desaparicion así que decidio irse a casa, pero justo cuando estaba por irse aparecio y su aspecto no le agradó ni un poco. Pero justo ahora volvio a sentir esa calidez expandirse por su pecho, tan calido. Su hijo habia sido bondadoso al ayudar aquellos niños, y ahora, donar su propia sangre aun cuando sabia que esta era casi unica. Hoy habia visto aquello que su hijo habia escondido durante tanto tiempo... ese niño de catorce años bondadoso y extremedamente ingenuo que se extravio desde que su hermano desaparecio de su vida.

Con toda la pereza del mundo habia llegado a su trabajo. En realidad no queria ir, pero debia aceptar que quedarse en casa no era la mejor opcion, aparte, con el genio que se carga su jefa seguro y la despeyeja viva por faltar dos días de seguido. Como estaba demasiado abrumada decidio agarrar un taxi en vez de un colectuvo.

Pago y salio del automovil, pero cuando estaba por entrar a su lugar de trabajo, el guardia de seguridad le cerro la puerta en la cara. Adamaris frunce el ceño y con señas le pregunta al selador lo que pasaba. Este abre la puerta y sale al exterior.

⚊Tengo ordenes de arriba de no dejarla pasar ⚊le explica este.

⚊¿Perdón? Yo trabajo aquí. Debe ser un error, puede por favor hablar con la jefa para aclarar este malentendido ⚊pide Adamaris sin poder creer lo que escuchaba.
Pero el selador no estaba confundido.

Esta mañana cuando recibio su turno y la señora Ruffo hizo su aparición, le pidio expresamente que no dejara pasar a la castaña porque esta no trabajaba más en aquel lugar, despues hizo bajar las pertenencias con una empleada y el recado de que no esperara cheque sino directamente el monto del dinero a su cuento.

⚊Fue la misma jefa en persona quien me pidio expresamente que te entregara sus cosas ⚊enfatiza sintiendose avergonzada. Bien y no estaba de acuerdo con el trato hacia la castaña, pero, ¿quién era él para quejarse?.

El selador entro nuevamente y cuando salio, traía consigo una gran caja. Adamaris ni siquiera le estaba escuchando. Estaba totalmemte absorta en sus pensamientos, totalmente ajena y con unas ganas enormes de romper a llorar. El selador vasiló al verla tan abatida y tuvo que aclararse la garganta para alejar la incomodidad de su cuerpo.

⚊Esto es todo lo que me han dado. Tambien que no se preocupe por su cheque que será enviado directamente a su cuenta ⚊comenta y le entrega la caja. Adamaris la sostinen sintiendo sus brazos flasidos, parpadea y toma aire. ¿Eso significaba que estaba despedida? ¿Cómo? ¿Por qué?.

El teléfono suena en su bolsa, pero parece lejano tan lejano que la castaña no lo sintio. Se alejó bajo la atenta mirada del selador, que preocupado por el estado de la joven no aparto la mirada de esta si no cuando por fin bajo las escaleras y la perdio de vista.
Como sintio sus piernas fallar, callo de jopo al final de la escalera donde se sentó. La habian despedido, tan sorpresivamente, ¿cómo deberia sentirse? Sintio sus ojos picar. Ahora, ¿donde trabajaría? Era toda una profesional pero incluso ya la habia rechazado en otros lugares. Su pecho dolio y de pronto su respiración se tornó iregular, tan pesada que dolia. Era un dolor insoportable.

¿Qué iba ser de ella? Tan miserable... tan humillante. ¡Ni siquiera pudo recoger sus cosas! ¡En aquella caja no habia ni la mitad de sus cosas!. Una lagrima silenciosa salio de su ojo derecho y bajo hasta su cachete hasta su menton, pero justo cuando iba a caer gotas de lluvia desendian del suelo. La gente empezo a correr en busca de refugio ignorando a la castaña que permanecio sin inmutarse. Pese a que el sol estaba en pleno resplandor y el cielo totalmemte despejado la lluvia habia sido acto de presencia.

¿Cuando habia pasado?.

Cuando llegó a casa nadie se encontraba en ella, eran las tres de la tarde y estaba cansada, empañada y su cuerpo á por el resfriado. Se baño y acostó para descansar y solo abrio los ojos cuando su tía se dio cuenta despues de dos horas de haber llegado del centro que la castaña sencontraba en casa y solo lo hizo cuando entro a la habitación dispuesta asearla. Al tocarla notó la elevada temperatura de su cuerpo entonces trató de despertarla.

Los Cambios En El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora