I Want To Tell You (George Harrison)

69.

CAPITULO 69

Angie

Al ver el coche de mi padre en el estacionamiento de nuestra casa sentí como si un balde de agua fría callera sobre mi, ¿porque estaba ahí? ¿Desde cuando había llegado? En cuanto abrí la puerta me encontró con el rostro severo de Harrison, le iba a preguntar algo pero este se llevó un dedo a los labios indicandome que no hablará, después me tomó de la mano y me guió hasta la cocina.

-¿Que esta pasando?- pregunté confundida.

-¿Que hacen tus padres aquí?- pregunto este al mismo tiempo.

Ambos nos miramos intentando buscar una respuesta en el otro pero al parecer ninguno tenía idea, George se acercó a mi luego se hizo unos paso atrás al identificar el olor.

-¿Tomaste?

-Si, fui a ver a John y me invitó una copa y luego una copa se volvió en dos, dos en tres y así sucesivamente.

-¿Porque no me dijiste que venían tus padres?

-Porque no sabía, si lo hubiera sabido no habría tomado, apenas puedo lidiar con ellos sobria.- murmuré mientras pasaba saliva con pesadez, luego vi com esté se llevaba un cigarro a los labios.- ¿Qué haces? No hagas eso.

-Lo siento An, pero estoy muy ansioso, llegaron hace casi una hora y adivina ¿quien se llevó todos los momento incomodos?

George me seguía sin creer lo del futuro, había reducido los cigarros que se fumaba al día pero lo seguía haciendo, solo quería que Jess regresará de su gira o de lo que sea que estuviera hablando para que entre las dos intentaramos convencerlo, pero siempre que hablaba con la rubia decía que no sabía cuando volvería.

-No debí tomar- mumuré mientras me llevaba una mano a la cabeza.- mi padre desaprueba la gente que toma alcohol.

-Bueno, por lo que escuchado de tu padre desaprueba todo así que tampoco sería algo extraño- observó este mientras sacaba humo de la boca.

Volvimos unos minutos después yo había bebido unos cuantos vasos de agua con la esperanza de que se me bajara el alcohol lo que funcionó un poco porque me sentí menos mareada, aún así los salude de lejos ya que si George había olido el alcohol tan solo al acercarse a mi, prefería ahorrarme eso con mis padres.

-Tu hija ya tiene dos años y no sabe hablar, ni decir ni una sola palabra- me murmuró mi madre en tono desaprobatorio, mientras observaba a la pequeña que al vernos volver se escondió detrás de la pierna de George.

-Si sabe hablar, solo que es muy tímida con los desconocidos.

Al final George y yo no sentamos en el sillón de en frente este me tomó la mano intentnado tranquilizarme lo cual funcionó,

-¿Qué hacen aquí? Vinieron a felicitarnos, un poco atrasados ya pasaron unos meses desde que nos casamos- sonreí, debía admitir que eso último lo hice para molestarlos un poco sabía que al igual que no habían aprobado mi matrimonio con Mick tampoco lo harían con George.

-No nos dijiste que te casarías, solo nos llegó la noticia por una revista.

-Supongo que se me olvidó enviarles la invitación, aunque no fueron a la primera ¿porque vendrían al segunda?

Tal vez debí tomar más agua que sentía la lengua ponerse bastante floja, y todo el resentimiento acumulado por los años en mi pecho, tomé con más fuerzas la mano cálida de George.

-¿A que han venido?- preguntó George mientras su pulgar dibujaba círculos sobre mi palma.

-Quería hablar con mi hija o al menos con la parte racional que puede quedar en ella, que ya no la veo, has cambiado incluso más que la última vez que al menos parecías tener un poco más de racionalidad, mirá ahora como te vistes ahora, como nos hablas, tu trabajo es bastante denigrante para la familia y claro que me doy cuenta que estas borracha...