I Want To Tell You (George Harrison)

16.

CAPÍTULO 16
Narrador

Durante toda la semana las reuniones de los Stones no eran muy creativas, todo debido al cantante que llegaba de mal humor y bastante tomado, su actitud era taciturna, no tenían ni idea a qué se debía aquel comportamiento.

Él único que sabía que sucedía en realidad era rubio, pero ya tenía suficiente viendo a su amiga deprimida todo el día, tener que mentirle a Anita y además que aguantar el mal humor de Jagger empezaba a hartarse de aquella situación.

Cuando se dieron un descanso Brian se acercó.

-Si sigues con esa actitud nunca la volverás a ver.

-¿Tú sabes algo?

-Si.

-Tienes que decirme donde esta ayúdame a recuperarla.

-La has trarado muy mal eres un hijo de...

- De todos tú eres él que menos tienes derecho a juzgarme Brian te recuerdo que tienes a varios hijos esparcidos por el mundo y de ninguno te has echo responsable.

Lo que acaba decir Jagger le había caído Brian como un valde agua fría.

- Si pero esas chicas no eran mi esposas y yo no les juré amor eterno como tú.

-Debí suponer que iría a llorar contigo, de seguro ese niño que espera no es mío y es tuyo.

Brian lo tomó del cuello furioso.

-¿Piensas que tengo algo con Angie? Es mi mejor amiga, no seas idiota.

Entonces Mick aprovechó que había aflojado  su agarre y se lanzó a golpear al rubio, lo cual este le devolvió el golpe. La pelea hubiera continuado sino hubiera llegado Bill y Keith a separarlos.

-¿Qué pasa aquí?- preguntó Bill interponiendose entre los dos.

...

La tristeza había invadido la casa de Brian ya que le afectaba ver a su amiga en tal estado, se la pasaba encerrada en su habitación, solo bajaba para comer y comía muy poco.

Y ninguno de sus intentos para animarla parecía funcionar.

Tal vez no había sido lo mejor idea por parte de él que a la semana siguiente de su llegada traer un abogado para que empezará hablar sobre cosas del divorcio.

No, no había sido para nada una buena idea, ella solo dijo que no quería saber nada sobre eso y se encerró todo el día en su habitación.

Y es que el sentimiento de ella por él era demasiado fuerte y guardaba su origen con raíces muy profundas, había estado de él enamorada desde que era una niña, ahora que se hubieran separado de una manera tan repentina y rápida, cuando ella había pensado que estarían juntos para siempre, ahora que lo pensaba eran pensamientos demasiado infantiles e ingenuos de su parte, pero es que siempre había sido bastante romántica.

Brian entró a su habitacion y abrio las cortinas, esa habitación necesitaba luz y ventilación.

-Mira que día tan perfecto para salir a tomar el sol.

Ella miró al cielo un momento se volvió a él y observó con desánimo:

-Esta nublado.

-Bueno es algo común aquí, perdón por lo del abogado, solo quería ayudar.

-Como sea, tengo un poco de hambre.

-Vamos abajo a comer algo.

Cuando Brian abrió el refrigerador se dio cuenta que estaba vacío.