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CAPÍTULO 65
Angie

Habíamos vuelto de nuevo a Inglaterra después de seis semanas estaba ansiosa en llegar a casa, sobre todo por volver a ver a May.

Las últimas semanas habían sido especiales y me sentía más que nunca únida a Harrison. Antes de volver a Londres nos habíamos ido a visitar a los padres de George, que a pesar de que su madre seguía viendome con cierta desconfianza se portó muy amable, ahora que estaba casada con su hijo, sabía que George me había pedido que me diera una oportunidad, desgraciadamente yo no podía hacer lo mismo con mis padres.

-Y estamos aquí- murmuró había puesto una expresión bastante rara.

Mientras yo solo me preguntaba ¿porque Mick no se había mudado ya?

-Deberías quedarte aquí, mientras voy por May solo seran unos minutos.

-¿En serio quieres que me quede?- dijo mientras me tomaba de las manos y recargaba su rostro en el cuello provocandome un poco de cosquillas.

-No, no.- contesté riendome pero este continuaba.- ya dejame- dije mientras lo empujaba divertida- odio la cosquillas.

-Lo se.- respondió con una sonrisa en los labios.

-Quedate aquí volveré rápido.- dije dándole un rápido beso.

Se recargó en su coche se quedó mirándo desde ahí, al abrirse la puerta me encontré con Marianne, le dedique una sonrisa condescendiente, ella me miró un poco impresionada.

-Vaya, si que has mejorado mucho tu aspecto desde que terminaste con Mick, ahora veo porque se lamenta tanto.

-Solo vine por May... ¿Dónde esta Mick?- pregunté buscándolo con la mirada, ver a Marianne no me hacía mucha gracia.

-Aquí estoy, aquí estoy ¿Cómo te fue?- dijo Mick entrando a la habitación

-Bien- murmuré mientras me cruzaba de brazos, sentía como me ponía a la defensiva tan solo verlo- ¿y a ti? ¿cómo te fue con May? ¿Tuviste algún problema o...

-No, siempre piensas lo peor de mi ¿no?

-Solo preguntaba, tengo algo de prisa mejor sería...

-¡Mami!- en eso May se asomó probablemente había escuchando mi voz y corrió hacia mi.

-Mi niña.- dije aliviada ya que a primera vista parecía estar bien.

Yo la abracé con fuerza hace mucho tiempo que no me separaba de ella, desde que había ido de gira con The Beatles. Hablé unos minutos con Mick que al parecer no había tenido ningún problema aunque no pude evitar notar una cierta actitud extraña.

-¿estás drogado?- le pregunté finalmente.

-¿Cuál es tu definición de estar drogado?

Puse los ojos en blanco.

-Más te vale que no hayas consumido nada de tus cosas frente a mi hija.

-¿que me crees? Y como siempre debo recordarte querida, por mucho que te duela también es mi hija.

-Adios, Mick, adiós Marianne

Cuando salimos por fin de la casa, sentí como May me soltaba la mano al ver a George corrió a abrazarlo, este se agachó le dio algunas vueltas en el aire, mientras la pequeña se reía divertida, yo sonreí un poco al ver la escena.

-Tardaste más que unos cuantos minutos- me reprochó George.

Mi sonrisa se fue al ver qué Mick nos miraba con mala cara desde la ventana, parecía herido y un poco traicionarnos.

I Want To Tell You (George Harrison)Where stories live. Discover now