I Want To Tell You (George Harrison)

7. Pequeños Cambios

CAPÍTULO 7 "Pequeños Cambios"
George

Cuando le pedí a Pattie que viviera conmigo fue una propuesta sincera, era algo ya lo había estado pensando unos meses antes de proponérselo, pero nunca había imaginado que todo fuera a suceder tan rápido en menos de una semana mi novia llegó a la casa con unas cuantas maletas y detrás de ella dos hombres que empezaron a medir la casa.

Después me pidió que si podía hacer algunos pequeños cambios para poder estar más cómoda, yo acepté ya que también era su casa sin saber que su definición de pequeños cambios era muy diferente a la mía.

Decidió darle un cambio completo de dentro y fuera a mi casa, ahora mi hogar estaba llena de personas desconocidas entrando y saliendo, llena de ruidos de martillazos y con un olor muy fuerte a pintura fresca, yo no podía hacer nada, ni siquiera podía escuchar mis propios pensamientos.

He intenté pasar el resto de estos días con mis amigos pero al parecer hoy todos tenían compromisos a los cuales asistir o cosas que hacer, así que decidí llamar a Angie esperando que tuviera un poco de tiempo libre.

-Hey, Soy George ¿Cómo estás?- saludé en cuanto contestó el teléfono.

-Hola George ¿Cómo conseguiste mi número?

-Bueno, pregunte por ahí.- en eso los sonidos del fondo comenzaron a sonar más fuerte.

-Perdón, no pude escucharte- observó mientras alzaba la voz.

-Yo...- me interrumpió un sonido de taladro.

-¿¡Qué está pasando?! ¿Te has metido en una construcción? ¿Es algún nuevo proyecto de la banda?

-Unos "pequeños cambios" en mi casa- le explique levantando un poco la voz .-no soporto este ruido y recordé que tu me debías una cita.

-¿¡Que!?

-¡Que me debes una cita!- grité el para haber si así me escuchaba.

-¿¡Para que quieres una cinta?!

-¡Cita!- grité.

-¿Visa? ¿Vas de viaje?

-¡No, hablo de que...- me interrumpí frustrado- Mierda.

- No te escuchó nada, George.- volvió a repetir.

Cerré la puerta y caminé lo más alejado del ruido que podía aunque seguía escuchando el ruido al menos ya era un poco menos.

-Me debes una cita.- dije un poco más calmado, pero aún hablando en un tono más fuerte de lo normal.

Silencio.

-No es una cita.

-Como tú quieras llamarle pero me la debes ¿Qué mejor momento que ahora? Necesito salir de aquí antes de que me vuelva loco con tanto ruido.

De nuevo silencio, casi podía ver su rostro lleno de dudas.

-Bueno, ven por mi a mi casa y llega antes de que me arrepienta.

-Eso era todo lo que quería escuchar, llegó en menos de diez minutos.- dije colgando el teléfono de mi casa.

Abrí la puerta de mi casa, me encontré con Paul a fuera a punto de tocar el timbre.

-Pensé que estarías con Jane.

-Si, pero se me descompuso el auto. Además escuché que hace poco cerraron el lugar donde la iba a llevar.

-¿Que quieres que haga? ¿Abrirlo?

-No, vine aquí porque eras el más cercano, he iba a pedirte prestado tu coche, pero ahora veo que vas a salir a un lugar.