El sonido en la puerta apareció de nuevo pero esta vez con más urgencia, forzandote a sacar a tu cansado cuerpo de la cama con un ceño fruncido. Pudiste mirarte rápidamente en el espejo de cuerpo completo que había en el pasillo y casi provocaste un susto en ti misma; estabas usando una de las playeras de Niall, tu cabello estaba desordenado a pesar de estar atado en un chongo y tus ojos se veían hinchados, además había grandes bolsas oscuras debajo de ellos y también eras consciente de que habías bajado de peso, el simple pensamiento de tener que preparar comida para una sola persona había evaporado cualquier tipo de apetito que pudieras tener.

El sonido de alguien golpeando sus nudillos con furia en la puerta principal volvió a sacarte de tus pensamiento y maldeciste; soltando un "ya voy" mientras jalabas un poco la playera en tu cuerpo, a pesar de que no estabas segura si te importaba cómo te verías ante cualquier persona que estuviera detrás de la puerta.

Eso fue hasta que abriste la puerta y tu corazón subió hasta tu garganta cuando viste a Niall de pie frente a ti. Era como si el tiempo se hubiera detenido mientras se miraban el uno al otro.

Tragaste saliva y agachaste la mirada, Niall aclaró su garganta, pasando una de sus manos por su cabello.

-Hola.- Mencionó, su voz suave y calmada.

-Hey.- Respondiste, aún en shock en el lugar en el que estabas. -¿Por qué estás...- pensé que estarías en ese evento de golf.- Mencionaste, aún sin creer que estuviera enfrente de ti.

-Yo, uh, sí estuve ahí. Fui por el primer día pero yo solo... no podía concentrarme en nada.- Sus ojos finalmente se encontraron con los tuyos y pudiste notar lo apagados que se veían. Ahora se veían más grises que azules y eso solo hacía que tu estómago comenzara a dar vueltas al saber que tu eras la que les había quitado el brillo. -No estoy muy bien.- Su voz era apenas un murmuró y se sentía raro porque al principio tuviste un sentimiento de alivio al saber que el se sentía tan terrible como tú y de inmediato te sentiste culpable porque no querías que se sintiera así pero todo había sido tan difícil sin saber si el estar separados también le estaba afectando tanto como a ti.

-Yo tampoco lo estoy.- Murmuraste de vuelta, las lágrimas lineando tus ojos y dandote cuenta que seguían en la puerta. -Tocaste la puerta.- Se supone que sería un simple pensamiento pero salió de tu boca antes de que pudieras detenerte. Niall asintió, encogiendo sus hombros un poco y pasando su mano por su cabello una vez más.

-Las cosas están raras, simplemente no sentí que estaría bien el entrar como si nada.- Explicó y sabías que el decir esas palabras lo habían hecho sentir tan triste como a ti te había hecho el escucharlas. Diste un paso hacia un lado para que pudiera pasar, dedicándole una sonrisa pequeña que sus ojos no lograron captar. -Necesitamos hablar.- Mencionó, caminando hacia la sala. Lo seguiste como un cachorro perdido, batallando contra las ganas que tu cuerpo tenían de acercarse a él y tocarlo. Te sentaste incómodamente en el sofá, mirando como Niall tronaba sus nudillos, una señal de que estaba nervioso. -Siento haberte despertado.- Dijo con una pequeña sonrisa en su rostro y pudiste notar la manera en la que sus ojos fueron bajando de tu cabello desordenado hacia la manera en la que su playera cubría cada una de tus curvas.

-Ya estaba despierta solo... todavía no estaba lista para hacerle frente al día.- Admitiste, sonriendo tímidamente.- Extraño despertar contigo a mi lado.- Era un movimiento peligroso, lo sabías, considerando el estado en el que se encontraba su relación pero de alguna manera ya no podías sentir tensión entre ustedes.

Niall te miró fijamente por unos segundos sin decir nada y sentiste a tu corazón caerse, por un momento preguntándote si te diría que eso era todo entre ustedes, que quería terminar contigo y quería dejar las cosas en buenos términos y comenzaste a entrar en pánico antes de que una cálida mano tomara la tuya, entrelazándose la una con la otra.

-Yo también lo extraño.- Y esas cuatro palabras fueron suficientes para que las puertas se abrieran, lágrimas recorriendo tus mejillas inmediatamente.

-Lo siento muchísimo, Niall, por favor, perdóname, necesito que me creas, no fue mi intención hacer nada de eso. Sé que lo que hice, estuvo... mal y realmente no tengo ninguna manera para arreglarlo pero te juro que nunca quise lastimarte. Te amo demasiado y este último mes ha sido un completo infierno. Por favor, por favor perdóname.-Los sollozos se acumularon en tu cuerpo y apenas y podías hablar, tu respiración se quedó atorada en tu pecho causando que apenas y tuvieras suficiente aire pero estabas dispuesta a despojarte de tu alma por completo si eso significaba que Niall regresaría a ti.

-Hey, hey. Ven aquí.- Mencionó, suspirando y tomando tu mano para acercarte a su cuerpo.- Vas a hiperventilar si no te calmas. Vamos, toma un respiro profundo conmigo, nena. -Tu cuerpo completo practicamente colapso sobre Niall mientras tratabas de calmar los sollozos, mientras te acercaba más a él, sus brazos envolviéndose alrededor de tu cuerpo tembloroso. Te aferraste por completo a él, tomando su sudadera en tus puños y enterrando tu rostro lo más que pudiste en su pecho. Él acarició tu cabello suavemente, meciendo sus cuerpos suavemente en un intento de calmarte y hacer que dejaras de llorar.

Eventualmente pudo separarte de su cuerpo, sus manos sostuvieron tus hombros y agachaste la mirada, pasando tus manos por debajo de tus ojos, completamente consciente de que debías estar hecha un completo desastre.

-No sé qué demonios pasó, ________. Siempre he tenido que ser cauteloso con las personas que llegan a mi y sus intenciones para saber si puedo confiar en ellos o no. Tu eres una de las pocas personas con las que nunca tuve ningún problema, nunca, ni siquiera una sola vez, dudé de ti... pero después mi teléfono está por explotar y mi equipo se está volviendo loco diciendo todas esas cosas y yo... yo solo, dios, estaba tan enojado, _________. Tan malditamente enojado que no podía ver más allá de eso. Sé que fue un accidente, sé que nunca harías algo como eso a propósito pero yo solo, no podía dejar de lado el dolor...- Casi estaba sin respiración cuando se detuvo y apenas y podías mirarlo a los ojos, completamente avergonzada de ti misma y de la manera en la que lo habías hecho sentir. Pero de repente sus manos fueron de tus hombros a ahuecar tus mejillas, forzándote a mirarlo a los ojos, te negaste por unos segundos a levantar la mirada, pero Niall te obligo a hacerlo. -¿Pero sabes qué dolía incluso más?- Comenzó de nuevo, sus pulgares pasando por tus mejillas y pudiste notar una pequeña sonrisa ladeada en sus labios y una pequeña pizca de esperanza llegó a tu cuerpo. -El pensamiento de ya no estar contigo, eso me dolía más que nada. Te extrañaba tanto todo el maldito tiempo, cada minuto de cada día pero tenía que aclarar los pensamientos en mi mente primero. Lo siento, nena, sé que todo eso te afectó demasiado pero necesitaba calmarme antes de regresar. Necesitaba asegurarme de no estar guardando rencor en mi.- Las lágrimas seguían cayendo por tus mejillas sin detenerse y llevaste tus manos a su pecho, dejándolas acariciar sus músculos antes de subir a sus hombros y finalmente envolverlas alrededor de su cuello.

-Lo entiendo, sé que necesitabas tu espacio, y sé que va a tomar tiempo para que me perdones por completo pero estoy muy feliz de que hayas regresado a mi.- Dijiste, dudando un poco cuando escuchaste tus propias palabras.- Si... si vas a regresar a mi, ¿verdad?- Preguntaste nerviosamente, casi asustada de su respuesta.

-Te extrañé demasiado al punto en el que ni siquiera pude jugar golf.- Mencionó, soltando una risa y alejando un mechón de cabello de tu cara antes de acercarse y juntar su frente con la tuya.- Por supuesto que voy a regresar a ti, mi amor.

Tus manos fueron detrás de su cuello y se enterraron en su cabello, tus dedos recorriendo cada uno de sus mechones.

-Te amo tanto, Niall.- Murmuraste, tu respiración se había calmado y ahora iba al mismo ritmo de la de él mientras se miraban los ojos del otro profundamente, sus cuerpos moviéndose cada vez más juntos.

-Yo también te amo, más de lo que te imaginas.- Murmuró de vuelta, rozando su nariz con la tuya.

-Bésame. - Y después su labios estaban sobre los tuyos por primera vez en casi un mes, justo como lo habías anhelado, no estando segura de cómo habías manejado el no haber tenido sus besos por tanto tiempo.

Y mientras sus cuerpos se pegaban más y más cada vez, sus labios moviéndose en sincronía en un beso profundo y lleno de sentimientos y sus manos aún entrelazadas, sabías que había mucho trabajo por hacer; había muchísimo que reparar pero no tenías ninguna duda de que podrían con todo eso, porque él había regresado a ti y estabas en sus brazos, amándolo, acariciandolo, besándolo, sosteniéndolo... y al final, eso era todo lo que importaba.

Imaginas | NHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora