5.*

10.3K 306 66
                                    

-No lo sé, Ana, realmente creo que hoy es el día.

-Ya habías pensado eso antes.- Mencionó tu amiga a la ligera. -¿Qué te hace estar tan segura?

-Se escuchaba realmente emocionado cuando me llamó por teléfono.- Explicaste, tus pasos eran rápidos mientras tratabas de llegar lo más pronto posible a la casa de Niall.- Y dijo que simplemente no podía esperar para decirme algo. También dijo que llegará lo más rápido que pudiera y creo que lo dijo porque no quiere que los nervios lo traicionen.

En el momento en el que Niall te llamó, habías dejado de hacer todo lo que estabas haciendo. Rápidamente trataste de estar lista, tomaste una ducha rápida, depilaste tus piernas, lo esencial. Tu cabello lo habías peinado de una manera no exagerada al igual que tu maquillaje, habías optado por usar un vestido que era simple pero que siempre habías amado y empezaste tu camino.

Niall no vivía demasiado lejos de tu casa, así que el camino no había sido largo, y con la cantidad de emoción que sentías, no habías confiado en ti misma para conducir tu coche.

Tú y Niall había sido amigos durante años. Amigos de la infancia y a pesar de que él había escalado su camino hacia la fama y tú habías ido a la universidad como cualquier otra persona normal, nunca dejaron de estar en contacto. Niall se había encargado de que ninguno de los dos se olvidara del otro, así que siempre se mantuvo en contacto de la mejor manera que pudiera, ya fuera entre sus conciertos en cada una de sus giras, cuando era parte de one direction y cuando siguió su camino como solista. Y cada vez que regresaba a casa, se aseguraba de visitarte, incluso te había invitado una o dos veces con él a sus giras cuando no tenías escuela.

Habías conocido infinidad de personas gracias a él, habías visto y conocido partes del mundo a las que nunca pensaste ir, y cada vez que estabas con él, había una nueva aventura esperándote.

Los dos siempre habían estado tambaleándose en la línea que dividía una amistad de algo más. A medida que ambos crecieron y estaban más seguros de sí mismos, quedó claro por ambas partes que los sentimientos ya no eran completamente platónicos. Pero ninguno de los dos dijo nada y no te atreviste a presionar las cosas por miedo a perder el vínculo especial que tenías con Niall. Sin embargo, siempre habías soñado en secreto con el día en que finalmente él se animara y te invitara a salir.

Y parecía que hoy era ese día.

Estabas lista, estabas extasiada. Esto se sentía como un sueño lejano que nunca se haría realidad; llegar a ser algo más que amiga de Niall. Porque a pesar de que siempre lo habías sido, temías que la etiqueta de "amiga" que tenías pasmada en la frente nunca fuera a ser removida. Sin embargo, cuando doblaste la esquina de la calle en la que caminabas y la casa de Niall aparecía a tu vista, la emoción de que esa etiqueta finalmente se iría hicieron que tu corazón latiera con anticipación, nervios y, sobre todo, felicidad.

-Llámame tan pronto como estés sola de nuevo.- Ana mencionó por el teléfono.- Quiero saberlo todo.

-Lo haré.- Asentiste, incapaz de evitar que la sonrisa enorme en tus labios creciera. -Estoy justo a fuera de su casa ahora. Tengo que colgar.

-Está bien, buena suerte.

Dejaste escapar una risita nerviosa y asentiste aunque Ana no pudiera verte. -Gracias, te hablaré más tarde.

Ana murmuró en asentimiento y colgaste la llamada. Continuaste tu camino hasta la puerta principal de la casa, dudando en tocar la puerta solo por un momento mientras inhalabas profundamente. Ahora que estabas cerca, estabas mucho más nerviosa de lo que estuviste momentos antes. Las palmas de tus manos se sentían sudorosas y estabas segura que estaban temblando un poco. Tratando de acomodar tu vestido, asegurándote de que todo estuviera en forma, levantaste la mano temblorosamente y tocaste dos veces.

Imaginas | NHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora