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-¿En dónde está? ¿Cuál es su habitación?

Pudiste escucharlo antes de siquiera poder verlo. A pesar del dolor sordo que irradiaba por tu hombro y tu cabeza, sabías que era Niall. Estabas confundida. Se suponía que debía estar en algún programa de televisión promocionando su nuevo sencillo. Los estudios de la televisora estaban casi a dos horas de distancia. ¿Cómo llegó tan rápido?

Segundos después, la puerta de la habitación se abrió y Niall entró, con los ojos llenos de preocupación y un rostro completamente serio.

-¿Amor?- Su voz apenas era un susurro mientras te contemplaba de pies a cabeza. Asumías que te veías terrible, pero el sonido de sorpresa que dejó salir, solo lo confirmo. Pasó una de sus manos por su cabello y te miró.- ¿Qué demonios pasó?

-Estoy bien, Niall. De verdad. Se ve peor de lo que realmente es.- Mencionaste, indicándole con la mano que se sentara a tu lado en la camilla. Se sentó con cautela y pasó la yema de sus dedos por el pequeño vendaje en tu frente.

-Basil me estaba esperando cuando salí del set. Acababa de recibir la llamada telefónica. Nunca lo había visto tan asustado. Los del hospital sólo le dijeron que habías estado en un accidente automovilístico y que estabas viva.- Cerró los ojos y negó un poco, como si el solo recordarlo le afectara. -Nunca había tenido tanto miedo en mi vida, nena. Nunca.

Le diste un apretón a su mano y lo miraste.- Pero estoy bien, lo prometo. Solo un poco golpeada. Debiste haber visto al otro chico.- Reíste débilmente y luego soltaste un quejido. El dolor que causaba el movimiento se extendió por tu cuello.

Niall te miró de arriba a abajo, como si estuviera evaluando todos los cables y máquinas conectados en tu cuerpo.- ¿Pero qué pasó exactamente? Nadie me lo dice.

Te encogiste de hombros y suspiraste.- Um, iba camino a casa, a tu casa en realidad, y estaba comenzado a oscurecer. Y del lado del otro carril, vi al auto acercarse demasiado rápido, entonces traté de desviarlo pero supongo que giré el volante demasiado fuerte y el pavimento estaba mojado así que terminé chocando con un árbol.- Soltaste otro quejido por el esfuerzo de hablar.- Al final ni siquiera golpeé al jodido auto. Y ahora todo lo que tengo es un automóvil destrozado, una clavícula rota y siente puntos de sutura en la frente. -Podías sentir las lágrimas comenzar a acumularse dentro de tus ojos, todo el peso emocional del estrés y los efectos del medicamento estaban comenzado a apoderarse de ti. Niall se inclinó un poco hacia tu y colocó suavemente sus manos alrededor de tus mejillas.

-Shh, está bien, amor. No llores, ¿sí? Estás bien y eso es todo lo que importa ahora.- Asentiste ante sus palabras, sabiendo que tenía razón, pero aún te sentías molesta y frustrada.

-Lo sé, Niall, pero amaba ese auto. Y ahora se fue a la basura. Duré años tratando de ahorrar para poder comprarlo y lo acabo de terminar de pagar.

Niall rodó los ojos, él odiaba a tu tan amado Audi a1. Siempre había intentado convencerte de que lo dejaras comprarte algo más grande desde que comenzaron a salir. Sin embargo, tu orgullo siempre había ganado y te negabas a recibir regalos de su parte de esa magnitud. Probablemente ese era uno de los temas que más discusiones causaba en su relación.

-Amor, sé que te encantaba ese carro. Pero eso es lo último de lo que deberías preocuparte. Necesitar descansar y recuperarte. Te compraremos un auto nuevo. Y esta vez no quiero discusiones. Te compraré una Range Rover. No puedo salir nunca tranquilo sabiendo que estás manejando por algún lado ese patín con ruedas que tienes tan glorificado. -Negó un poco, no sabías cuál era su problema con los autos pequeños.

-Pero...-

-¿Qué te acabó de decir?- Te interrumpió.- No quiero discutir otra vez por lo mismo.- Declaró y sabías que era el final de la discusión. Una vez que Niall decidía algo, eso sería.

Apretaste la mandíbula un poco, pero estabas demasiado exhausta para discutir con él.- Bien, tú ganas, Niall. Pero yo voy a pagar la aseguranza. Y no quiero que me digas nada.

Él sonrió y besó tu mano, recorriendo suavemente los rasguños y moretones en tu piel con sus labios.- Lo que tú digas, bebé.

Imaginas | NHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora