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Parte 2.
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No sabía a qué hora Niall se había ido para hacer su presentación, pero no estaba en casa cuando regresé.

No lloré, no estaba segura por qué.

Tal vez algunas veces llegas a un punto en el que cuando alguien te ha lastimado demasiado ya no puedes llorar. Me sentía sola y lo odiaba, sobre todo porque mi relación con Niall siempre había sido sobre lo bien que él me hacía sentir. Esto era definitivamente algo fuera de lo común y no sabía cómo tratar esta situación. Y me asustaba.

Me quedé debajo de la ducha por lo que se sintió como años. La piel de mis dedos se había arrugado y el agua había comenzado a enfriarse y fue en ese momento cuando me di cuenta que probablemente debía salir. La casa estaba silenciosa, dejándome con mis pensamientos y no muchas otras cosas.

Niall subiría al escenario pronto. Él estaría cantando las canciones que alguna vez cantó para mi en privado y ahora no podría escucharlo cantarlas en vivo por primera vez.

El castigo no era acorde con el crimen. O eso era lo que yo pensaba. Niall sacaba emociones de mi que a veces encontraba difícil controlar, pero él lo sabía. De hecho, la mayor parte del tiempo él amaba eso. Amaba el hecho de que cada vez que él me tocaba mi cuerpo temblaba y mis ojos se cerraban por las sensaciones. A él le encantaba que cuando nuestros cuerpos estaban enredados el uno con el otro yo tomaría de él lo más que pudiera. Él me volvía loca, y él lo sabía.

Y el hecho de que él me lo haya echado en cara me había hecho sentir insegura, tan insegura que quería esconderme en un hoyo y no salir jamás. Ni siquiera podía imaginar la próxima vez que tuviera que verlo a la cara. ¿Qué iba a decirle? ¿Qué iba a decir él?

Si tuviera algún lugar a donde ir, me habría ido por un par de días para poder aclarar mi mente y pensar qué iba a hacer. Pero todas mis amigas tenían novio y vivían con ellos y el ir con mi familia requeriría de un largo y costoso viaje en avión.

Así que tendría que enfrentar esto quisiera o no.

Me puse un pantalón de pijama y una blusa, y agarre mi cabello en una cola de caballo desordenada. Hidraté mi piel y después hice mi camino hacia la cocina. El único sonido era el del motor del refrigerador, me aseguré de cerrar todas las puertas y regresé a nuestra habitación. No tenía hambre de todas maneras.

Traté de distraerme con un maratón de mi serie favorita pero ni siquiera eso funcionó.

Así que finalmente apagué la televisión. Me recosté sobre mi hombro, me acurruqué y traté de no pensar en Niall.

No recuerdo haberme quedado dormida pero desperté en la oscuridad de la habitación y el sonido de la puerta principal de la casa ser cerrada. Mis ojos se abrieron de inmediato mientras miraba alrededor la habitación. Estaba asustada. ¿Quién estaba aquí? Y además, ¿quién tenía llaves de la casa a parte de Niall y de mi?

Estaba sentándome un poco en la cama cuando noté la figura de Niall en el marco de la puerta de la habitación, no podía ver su rostro pero definitivamente sabía que era él. La habitación se iluminó de repente cuando Niall encendió la luz.

-Jesus, ¿qué hac...- -Se sorprendió.-Te he estado buscando por todos lados.

Mis ojos se abrieron en sorpresa cuando el chico se sentó en la cama, a mi lado. Pasó su mano por debajo de mi oído.

-Estaba preocupado. No contestabas tu celular.

Miré alrededor del lugar. Estaba muy confundida. Se supone que él debería estar dando su show.

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