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-¡Papi, Santa llega esta noche!- Elizabeth mencionó con emoción mientras corría en dirección a Niall, quien acababa de atravesar la puerta principal de la casa después de hacer las compras de navidad a última hora.

-Lo sé, bebé.- Rió un poco mientras levantaba a la niña de tres años en sus brazos.- ¿En dónde está tu mamá?

-Está haciendo galletas.-La pequeña respondió acurrucándose en el hombro de Niall y jugando con su vello facial.

Niall entró a la cocina en donde estabas haciendo las galletas que Elizabeth había mencionado. Levantaste la mirada y los miraste.

-Ahí estás, Lizzie . Pensé que ibas a ayudarme a hacer galletas para Santa y papá.

Ella soltó una risita mientras se movía en los brazos de Niall, queriendo que la bajaran.- Ya está papá en casa, mami.- La niña mencionó como si no pudieras ver a Niall enfrente de ti.

Niall la dejó de nuevo en el suelo y ella de inmediato corrió hacia la silla que estaba pegada a la isla y tomó un molde de galletas en forma de ángel para presionarlo sobre la masa.

-¿Cómo te fue de compras, Niall?- Preguntaste al chico, sin despegar la mirada de la masa que estabas extendiendo con el rodillo.

-Bien, con mucha gente.- Niall dijo con un suspiro mientras caminaba hacia ti y envolvía sus brazos alrededor de tu torso, pegando su pecho con tu espalda. El olor del shampoo y jabón de la ducha que había tomado en la mañana aún se sentía presente, causando que te acurrucaras más hacia él.- Feliz nochebuena, mi amor.- Él dijo besando rápidamente tu cuello, te soltó y caminó hacia donde tu hija estaba concentrada cortando diferentes formas navideñas en la masa de las galletas.

Miraste a tu pequeña familia con una sonrisa mientras Niall ayudaba a la niña de tres años a mover las galletas hacia la charola para que pudieran decorarlas una vez que salieran del horno.

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Pronto el sol comenzó a esconderse y la emoción de Elizabeth comenzó a aumentar con cada minuto que pasaba. Simplemente no dejaría de hacerles preguntas: "¿Papi, cómo puede caber Santa en la chimenea?" "¿Qué pasa si la gente no tiene una chimenea?" "Mami, ¿por qué Santa come tantas galletas y no le duele su panza?" "¿Cómo le hace para poder entrar aquí y que no lo escuchemos?" Niall y tú estaban exhaustos de las preguntas y aún faltaba una hora para ir a la cama.

-Lizzy, mi amor, es tiempo de que te calmes un poco, ¿está bien?- Niall pidió abriendo los brazos para invitar a la pequeña a acurrucarse en él.

La pequeña resopló pero aún así se acurrucó en el pecho de su papá. Te acercaste a ellos y te acurrucaste en el hombro de Niall mientras jugabas con el cabello castaño de la niña.

-¿Quieres que leamos una historia, bebé?- Le preguntaste.

Ella asintió de inmediato con emoción. Niall se levantó del sillón y regresó con el libro de la historia que sabía que tenías en mente, por otro lado, tú ya tenías a Elizabeth acurrucada en ti con una manta cubriéndolas. Tenías la esperanza de que eso ayudara a calmarla un poco.

-¿Este está bien?- Niall preguntó con una sonrisa de lado, sabiendo que diría que sí. Y cómo lo esperaba, Elizabeth asintió con entusiasmo, sus ojos azules se iluminaban cada vez más mientras miraba la ilustración de Santa Claus en la portada del libro.

Niall leyó la historia con su voz profunda, hermosa y a la vez, suave. Eran esos momentos los que te recordaban lo suertuda que eras. Él dejaba ver a la pequeña cada imagen que aparecía en la historia antes de continuar leyendo.

Imaginas | NHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora