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Tomé la misma cubeta que Namjoon había tomado antes y la llené de agua, busqué una toalla para limpiarle las heridas que aún seguían sangrando.

Su rostro lleno de sangre me daba un cosquilleo en todo mi cuerpo, pero tenía que concentrarme. Dejé la cubeta en el suelo delante de él y sumergí la toalla esperando que absorbiera un poco de agua.

—¿Cómo... cómo te llamas? –su voz ronca resonó en la habitación

—Lila –tomé la toalla y la exprimí poniéndola en su ceja izquierda sobre la cortada que tenía

—Tú... -hizo una mueca de dolor - ¿Cómo llegaste aquí?

—Algunas malas decisiones

Sumergí de nuevo la toalla en la tina viendo como el agua se teñía de color rojo al instante.

—¿Qué haces? –preguntó Owen

—Tú... ayúdame

—¿Ayudarte?

—Sí –su voz se recuperó tan rápido que por un momento sentí que estaba fingiendo su malestar –entre los dos podemos derribar a ese tipo y salir de aquí, vete lejos de la ciudad a un lugar donde no te conozca nadie

—No puedo hacer eso

—¿Tienes miedo de tu familia?

—... Sí

—Prometo –lamió sus labios y se acomodó en la silla –prometo que yo te daré dinero como para que te vayas de aquí con toda tu familia

—No puedo hacer eso

—¿Por qué no?

—No puedo

—¡Vamos! –comenzaba a desesperarse –entre los dos podemos salir de esto

—No hagas ruido si no quieres que él nos escuche

Relamió sus labios dando una veloz mirada a la puerta de arriba de las escaleras.

—Podemos irnos los dos, juntos –susurró

Me levanté del suelo para cambiar el agua por una limpia y regresé al suelo frente suyo.

—No lo sé, no quiero arriesgarme

—¿No extrañas a tus padres?

Esto comenzaba a tornarse divertido.

Moví mis manos lentamente en el agua como si eso que me dijo estuviera dando vueltas en mi cabeza.

—Eso –parecía orgulloso de haber encontrado mi punto débil - ¿No los extrañas?

—Mi madre –susurré con dolor falso

—Podemos salir de aquí, puedes regresar con ella, te daré dinero para que puedan largarse de aquí y ellos no las encuentren

Levanté la cara, mirándolo directo a los ojos. Mi rostro de tristeza podía verlo reflejado en ese rayito de esperanza que había en sus ojos.

—Yun –habló Owen - ¿Qué demonios estás haciendo?

No dije nada y simplemente volví a limpiar su cara.

—¿Y bien? –insistió

—Está bien –acepté

Una enorme sonrisa de victoria apareció en sus labios de inmediato.

—Te desatare y subiremos los dos, seguro que él está en su habitación, durmiendo, podemos entrar con un cuchillo de la cocina y rebanarle la garganta

Psycho (KimNamJoon)Where stories live. Discover now