Psycho (KimNamJoon)

7

Nueve de la mañana y los golpes en mi puerta que terminaron con mi sueño y me hicieron saltar de la cama y correr a la puerta.

—¿Jackson? -no esperaba que se tomara en serio lo de dormir 30 minutos

—Yun despertó ya -fue lo primero que dijo antes de entrar a mi departamento

—¿Ya? -bostece

—Sí

Llevaba su computadora en manos, encendida en la cámara del arete y unas cuantas cosas más que dejó sobre la mesa de mi comedor.

—¿Qué no duerme? -me quejé rascándome la nuca

—No parece

La cámara nos dejaba ver que ya se había vestido, obviamente con la misma ropa y que ahora esperaba con tranquilidad sentada a la orilla de la cama.

—¿Cuánto tiempo lleva así? -pregunté

—Unos ¿30 minutos? -los dos nos sentamos en las sillas -¿Está esperando que el chico se levante?

—Supongo

Con el micrófono que ella tenía no se podían escuchar los suaves ruidos de su alrededor, probablemente se escuchaban cosas afuera de la casa o incluso afuera de su habitación y nosotros no los escuchábamos, pero el hecho de que ella saltara de la cama, tomando la cámara, directo a la puerta, quedándose en el pasillo por unos minutos hasta que comenzó a caminar a paso lento hasta la cocina, nos dijo que había escuchado algo.

Una vieja cocina, pequeña y descuidada, donde ese tipo que abrió la puerta anoche estaba ahora enfrente de la estufa, cocinando el desayuno.

Ahora llevaba unos pantalones negros, ajustados, con unas botas y una camiseta negras de manga corta.

Yun simplemente permaneció mirándolo en silencio hasta que él volteo rápidamente a mirarla, pero al ver que era ella, regresó a lo que estaba haciendo.

—Primera regla -habló -anuncia tu llegada, con un ruido o una palabra, jamás te quedes callada detrás de mí o podría confundirte con algún intruso y dispararte

—Entiendo -respondió ella con su característico tono seco y despreocupado

Tuve que abrir el micrófono para corregirla.

—Debes tener miedo en la voz, recuérdalo

Namjoon dejó los platos sobre la mesa.

—Cómo eres nueva te preparé el desayuno, pero solo esta vez -la miré -siempre que quieras comer, hazlo tú misma, esa es la segunda regla -se sentó en una de las sillas de la pequeña mesa que había en esa cocina -puedes comer a la hora que quieras

—Gracias -ahora su tono era mejor, más sentimiento, algo de miedo y una pizca de calidez

—Desayuna -le ordenó -te contaré cómo serán las cosas de ahora en adelante -volvió a mirarla de arriba abajo con una ceja levantada -y creo que tendremos que ir por algo de ropa -el tono de él era amargo y lejano -come

Ambos se sentaron a la mesa a comer en completo silencio al igual que Jackson y yo.

Después de desayunar comenzó la charla informativa, él la llevó a la sala para sentarla en el sofá y quedando frente a ella con los brazos cruzados delante de su pecho.

—Ya sabes la regla número uno y la dos... regla número tres -suspiró y habló como si de un speech se tratara -está prohibido hacer cualquier escándalo que llame a la policía hasta la puerta de esta casa, sí pasa eso, el castigo serán dos semanas en el sótano con comida cada vez que me plazca alimentarte -guardó silencio supongo que, esperando una respuesta, pero, es Yun, ella no responderá a eso -... regla número cuatro. No me hagas repetir las cosas dos veces, me molesta -sin respuesta -regla número cinco. No hagas ruido si aún sigo dormido, regla número seis. No hagas preguntas, si no es algo que ayudará a sacar el trabajo más rápido, no me interesan tus preguntas, número siete. Cuando salgamos a la calle, si ves a alguien de tu familia, tienes que decírmelo para irnos, si llegas a llamarlos, estarás en serios problemas, número ocho. Cuando venga Adam, no hagas ruido, haz lo que yo te diga y se una buena chica ¿Queda todo entendido?

—E-Entiendo

Suspiró deslizando sus manos hasta los bolsillos de su pantalón.

—Ahora... vamos de compras

Ambos salieron de la casa y esa fue nuestra señal para movilizarnos.