Psycho (KimNamJoon)

39

Namjoon

La puerta del baño se cerró y segundos después el agua cayendo por las tuberías se escuchó.

La rabia me quemaba en la garganta, ella había arruinado en días lo que yo había mantenido a salvo por años, no puedo permitir que una loca como ella venga y ponga en riesgo a mi familia. Pero tampoco puedo confiar en ella ¿Qué pasará cuando logre lo que quiere? ¿Me matará? ¿La mataran a ella primero y después a mi familia y a mí?

Por un momento pensé que sentía algo por ella, desde el día en que ese idiota la atacó y tuve que curar su herida, sus ojos miel se quedaron en mi memoria y cada noche los soñaba mirándome. Antes que me dispararan soñaba con tocar su piel, el día que pasamos juntos como si nada de esto estuviera pasando me agradó más de lo que pensaba. Cuando me despertaba antes que ella para mirarla prepararse el desayuno, imaginando que era mi novia y estábamos en un día normal donde se preparaba el desayuno, comíamos juntos, me besaba en los labios antes de correr a la regadera porque se le estaba haciendo tarde. Así de simples y patéticos son mis deseos de una vida normal.

Nunca me puse a pensar cómo se sentían todos los tipos de dejaba aquí abajo incluso por semanas, pero, es horrible, me dolían los brazos y el trasero. Mis ojos estaban resentidos por la falta de luz y por la chillante luz amarillenta del foco, además de que estaba cansado, quería dormir en mi cama.

Comenzaba a ser de día y por lo tanto no faltaba para que el chico se despertará. Comencé a escuchar quejidos a mi lado y después el clásico ¿Qué pasó? ¿Dónde estoy? De siempre.

—Tranquilo, amigo, no te harán daño, por ahora -dije

—¿Quién eres? ¿Qué está pasando?

—Cállate, me duele la cabeza y no quiero escuchar tus quejidos

—¡Ayuda! ¡Que alguien me saque de aquí! -comenzó a gritar ignorando mis palabras

Rodeé los ojos al ver que sería imposible callarlo y simplemente me quedé en silencio. En cuestión de segundos, Lila o, mejor dicho, Yun, bajó corriendo para callarlo.

—Si no te callas, voy a cerrarte la boca con cinta -lo amenazó

—¿Quién eres? -se le quedó mirando por unos segundos -¿Eres la chica sexy de anoche?

—Sí

—¿Por qué estás aquí? ¿Quién eres? ¿Qué quieres?

—Estas aquí porque hiciste enojar a alguien, soy Lila -dijo con una sonrisa como si fuera una buena persona

Sonreí burlón y ella me lanzó una mirada amenazadora.

—Y solo quiero... -me ignoró -que te calles

—Me callare si me sacas de aquí

—Excelente ¿Qué más quieres? ¿Un café? ¿Con dos de azúcar y leche? Claro que no te sacaré de aquí -cruzó los brazos -si vuelves a gritas lo lamentaras -me miró -si vuelve a gritar, ambos, lo lamentaran

—Que miedo -dije

—¿No te da miedo? -su sonrisa torcida hizo que una corriente de nervios me recorriera la espalda al recordar de lo que ella era capaz

Había leído sobre esos hombres, sobre lo que les hicieron, pero no muy a detalle y tampoco supe quién había sido, lo único que pensé cuando leí algo de lo que les hicieron fue que probablemente habían estado en manos de un verdadero demonio, lo malo, es que ahora mismo mi vida estaba en manos de ese demonio y el idiota que estaba junto a mí no ayudaba.