Entonces la miro fijamente a los ojos, los suyos llenos de lágrimas. Y le dijo:
- ¿Esto ya termino?
Ella sin mostrar culpa alguna le susurró al oído.
- Esto nunca existió.
Su cara era la más fría mascara de hielo y el solo quiso saber algo.
- ¿Quién eres? ¿Qué soy para ti?
La sonrisa se iluminaba en su pétreo rostro anticipando la respuesta más cruel.
- Yo, yo soy el diablo y ¿Para mí?- lo pensó un momento antes de contestar desdeñosa - Para mí tú no eres nada.
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La emperatriz de la mafia roja
RandomStephan Mitchell no sabía en que se estaba metiendo, pensó que la misión de seducir a una joven con el cuerpo de Afrodita y la cara de inocencia era fácil, pero esta chica es cualquier cosa menos eso, su misión es un suicidio. Irina es un talento en...