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Irina POV

Su polla comenzó a temblar sobre su vientre y vi que empezó a levantarse por sí misma como si me hiciera señas. Pensé que necesitaba un poco más de mi atención, así que me incliné y la cogí con mi mano izquierda. Él sonrió y miró fijamente mis pechos, ya que su polla se giró hacia ellos. Di un paso adelante hasta que mis rodillas tocaron el borde de la cama. Entonces levanté la pierna izquierda y la coloque junto a su cadera. Con mi mano todavía sobre su polla puse mi rodilla derecha en la cama para montarlo, no sin antes ponerle una protección. Daemon sacó las manos de detrás de la cabeza y cogió mis tetas. Me incliné hacia delante, apoyando mi peso sobre la mano derecha, que descansaba en la cama junto a su cabeza. A medida que sus manos agarraban mis pechos, usaba mi mano izquierda para guiar su polla palpitante en mi coño mojado. Sentí su polla deslizarse todo el camino en mi coño, mientras él echaba la cabeza hacia atrás y gemía, apretando mis tetas fuertemente a medida que empezó a bombear su polla en mi coño.
Le sonreí al mismo tiempo que me sostenía en sus manos, disfrutando la manera en que apretaba mis pezones entre sus dedos. Su empujé comenzó a disminuir por lo que me hice cargo y empecé ir hacia arriba y abajo en su polla, a mi propio ritmo. Me encanto la sensación de su eje saliendo y entrando de mi coño. Podía sentir el roce contra mi punto G cuando me incliné hacia delante y moví mis manos hacia su pecho.
Empecé a saltar más rápido ya que sentía mi orgasmo más cerca y de repente empezó a meter su polla en mi otra vez. Antes de darme cuenta me estaba corriendo y todo mi cuerpo quedo inerte, me deje caer sobre su pecho. Me quede allí por un momento tratando de que pareciera que necesitaba de él y aún podía sentir su polla dando contracciones dentro de mi coño empapado.

Me levanté le sonreí y le dije

-¿Quiero hacer algo diferente, podrías complacerme?

El me guiñó un ojo y sonrió diciendo

-Sí, creo que sí.

De mala gana él se deslizo fuera de mi cuerpo. A medida que mis piernas se deslizaban hacia abajo sobre el piso, me incliné sobre su polla, una vez más me la lleve a la boca. Había limpiado a fondo su miembro, me puse de pie delante de él, mis pezones duros seguían apuntando hacia él. Me sonrió, sin poder apartar los ojos de mis tetas, se puso de pie delante de mí. Me envolvió con sus brazos y me beso apasionadamente, su lengua serpenteando en mi boca y luchando con mi propia lengua. Entonces de repente me tomó de los brazos y dio un paso por detrás de mí. Podía sentir su miembro duro presionando contra mis nalgas mientras me ordenaba al oído.

-Inclínate hacia delante.

Di unos pasos y puse mis rodillas en la orilla de la cama. Luego se inclinó hacia delante para que yo estuviera con mis manos y rodillas apoyadas en la cama, de espalda a Daemon y su pene palpitante. Sentís sus manos recorrer mi culo y hasta el centro de mi espalda. También podría sentir la carne dura de su polla presionando contra la cara interna del muslo. Dejó una mano en mi espalda y la otra se deslizó hacia delante de mí hacia mi clítoris. Sus dedos encontraron al pequeño nudo y comenzó a frotar vigorosamente. Todavía estaba húmeda, por lo que sus dedos tenían un montón de lubricación, así que los movió rápidamente adelante y atrás de mi clítoris. Empecé a sentir otro orgasmo acercarse y estoy segura que Damon lo sabía por la forma en que mi cuerpo estaba reaccionando. El nunca paró, sino que se restregaba de lado a lado y luego hacia arriba y hacia abajo a través de mi clítoris.

Cuando él comenzó a frotar más de cerca alrededor de la punta de mi clítoris y luego empujo dos de sus dedos dentro de mí, yo me perdí. Me empujé contra él y dejé escapar un fuerte, pero me refiero a muy fuerte gemido cuando sentí que mi cuerpo era tomado por una luz cálida. Este hijo de puta a pesar de ser un traidor era muy bueno en la cama .Mis brazos se desplomaron por debajo de mí y me quede con la cabeza en la cama y con los brazos estirados.
Casi podía oírlo sonreír. Su mano todavía húmeda se alejó de mi coño y la otra mano se movió de nuevo a mi cadera. Sentí que se movían sus manos abriendo el paquetito de aluminio y luego guiaron su polla de nuevo a mi coño empapado. Empezó despacio, dejando que poco a poco se deslizara hasta el final a la parte posterior de mi vulva. Lance un largo y lento gemido cuando sentí su polla todo el camino. Una vez que su miembro estaba enterrado hasta el final en mí, él la saco tan lentamente. Luego, con ambas manos en mis caderas, de repente él metió su polla con un movimiento rápido en mi ano y antes de darme cuenta estaba golpeándome fuerte y rápido por detrás. Juro que pensé en matarlo por no prepararme, pero se sentía tan condenadamente bien. Me levanté de nuevo en mis manos y comienzo a empujar para encontrarme con sus embestidas. Lo sentí apoyado en mí, cuando llegó una de sus manos a acariciar mi pezón. Apreté más a medida que el continuaba empujando y empecé a oírlo gemir. Su voz comenzó a subir poco a poco hasta que finalmente explotó.

Damon salió de mí y se derrumbó en la cama. Vi que tenía una gran sonrisa de satisfacción en su rostro. Sin decir una palabra cayó de rodillas y enterró la cara en mis genitales. Todo lo que podía oír eran los sonidos crudos, que al principio me hacían reír. Luego se lo tomo en serio y comenzó a mover la lengua hacia delante y atrás de mi clítoris, y reírme era la cosa más lejana de mi mente. Yo podía sentir como movía los dedos a lo largo de los lados de mi coño mientras continuaba pasando su lengua hacia atrás y hacia delante deslizo un par de dedos dentro de mí. El empezó a mover los dedos dentro y fuera. Al presionar en contra su lengua seguía moviéndose más y más rápido. Su lengua comenzó a moverse en círculos, haciendo tirabuzones alrededor de mi clítoris mientras con sus dedos marcaba un ritmo en mi interior, fuera y adentro. Podía sentir otro clímax cerca y él me agarro con las dos manos, apretando mis dientes grite de placer una vez más. Yo estaba sin aliento y parecía que toda la habitación daba vueltas. Pude ver a Damon de pie al lado de la cama. Y le sonreí.

El me miro satisfecho y me pregunto.

-¿Me voy?

A pesar de que había disfrutado el sexo, él era un traidor, y yo tenía un plan que seguir.

-¿Quieres quedarte?- le pregunte coqueta.

-Solo si usted lo desea, mi reina- el apelativo de cariño saliendo de sus labios nuevamente me dio asco.

-Puedes dormir conmigo, pero cierra la puerta antes de acostarte, no quiero despertarme temprano mañana, cuando la puerta esta con seguro, todos saben que no quiero que me moleste nadie- dije recalcando el nadie.

-¿No quieres arreglar las cosas con los trillizos?- me pregunta curioso, pero con un poco de reticencia.

-No quiero que siquiera me toquen- dije actuando la repulsión en mi voz cuando era eso lo que más deseaba.

-Voy a darme una ducha, estoy contigo en cinco minutos, querida- me dice y entra al baño.

Cuando siento el agua chocando contra su cuerpo, tomo mi teléfono para revisar si cayó en la primera trampa y como era de esperarse de un traidor fotografió todos los documentos sobre mi escritorio detalladamente. Antes de que este salga, envió un mensaje a la única persona que conoce el plan.

¨Cayó en ello, la segunda parte comienza mañana¨

La emperatriz de la mafia roja Where stories live. Discover now