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Damon POV

La llegada de Irina tenía a todos desesperados, Clarie había subido a preparar una habitación por orden de Josef, algo que no tenía ningún sentido. Cuando un auto desconocido derrapo en el frente estuve aún más desconcertado pero el menor de sus amantes que estaba esperando en la entrada simplemente abrió la puerta del coche y la beso como si no hubiese un mañana para luego abrir la puerta trasera. La ropa de ella que había estado pulcra al marcharse se encontraba manchada de sangre, la camisa estaba sujeta por un nudo bajo sus senos como si los botones no estuvieran. Pero fue la otra pequeña niña de la mano de Milenka, lo que me dejó pasmado. Asomado en la ventana la veía observar a ambas pequeñas ir de la mano con la tristeza reflejada en el rostro, pero al cruzar el umbral su carácter frío volvió, como si ese sentimiento nunca hubiera anegado su rostro.

Su mano unida con la del menor de sus amantes me ponía colérico, sin razón alguna los celos habían florecido en mi mente como una planta carnívora, por lo que decidí volver al gimnasio a por mis armas y no cometer una estupidez.

Al salir de allí, estaba ella toda apetecible con su cuerpo resguardado por solo una albornoz que no cubría más allá de sus nalgas recorriendo el pasillo; su piel rosada, sus largas y firmes piernas al descubierto, lo que daría por tenerlas rodeando mis caderas en este momento; esta se dirigía hacia el salón rojo con gesto sumiso y guiando su camino el más peligroso de los tres hijos de puta.

Entre las conversaciones que había grabado, con los micrófonos ocultos que coloque en los cuartos de los miembros más importantes, una de las que más llamó mi atención, fue entre Nikita y al parecer un amante de esta, del que no identifico por la voz quien es, aunque imagino forma parte de la guardia.

…Antes de que se desarrollara cualquier conversación en el cuarto los sonidos grabados no eran más que una retaría de maldiciones, gemidos y gritos de placer, hasta que un rato después de esto las voces comenzaron a oírse.

- ¿Por qué la zarina dejó a cargo a Josef, cariño?- pregunta la voz masculina algo ronca- No es el acaso el más pequeño de los tres.

- Si, cariño, es el más pequeño, pero también es el de más confianza, Josef jamás haría algo capaz de dañar a Irina o al negocio- responde ella mostrando plena confianza en su voz.

- ¿Entonces no es lo suficientemente bueno para dirigir, solo es el más fiel, por eso lo dejó a cargo?- Volvió a indagar más preocupado que antes.

- Josef es el más fiel, sí- contesto antes de dejar escapar una risa divertida.- Pero él más fiel hijo de puta que tiene la guardia- una pausa y un suspiro basto para que continuara hablando- a diferencia de muchos aquí, él no está en esto porqué necesité el dinero, al contrario, tiene casi tanto dinero como Irina y es una de las principales cabezas de la Bratvá junto a sus hermanos- le dice ella.

-¿Entonces mi padre tenía algo de razón al decir que no era cierto que la mafia estaba dirigida por cuatro familias sino por cuatro personas?-vuelve a preguntar curioso, claramente parte de su familia había servido a la familia Marcov en el pasado.

-Si pero para ganarse un lugar hay que tener algo que el jefe considere especial, antes la mafia contaba con cinco cabezas exceptuando al jefe. Narcotráfico, trata de blancas, tráfico de armas, el mercado negro y el maestro de los espías, o sea, quien entrenaba los espías que se enviaban alrededor del mundo a realizar ciertas misiones. Al llegar Vladimir Marcov al poder, la trata de blancas dejo de ser un negocio de la Bratvá por lo tanto una de las cabezas fue remplazada y se le asignó a Irina quien decidió crear a las muñecas. Que tiempo después se asumieron como espías, por lo que ella dono su lugar al verdugo, el tío de Koby para ser más específica.- Aporta ella con seguridad.

La emperatriz de la mafia roja Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα