16

724 50 0
                                    

Iván Pov

Estábamos entrenando en el sótano cuando Josef entra con la cabeza en las nubes, algo poco común en su persona. Ni él ni Irina habían venido a entrenar hoy por lo que supuse que no se encontraba bien o había un montón de trabajo.
Josef nos comenta tras pegar a un saco como si su vida fuera en ello que no ha visto a Irina bien en la mañana. Al ver que no bajaba a almorzar nos dirigimos a su oficina donde encontramos algo que no me gustaría haber visto.
No puedo creer que Irina, nuestra Irina, se esté besado con ese hijo de puta. Estoy completamente bloqueado cuando siento que alguien me da un codazo.

-IvánIvan- me llama Isaac sacándome del trance en el que me había quedado. Si no había entendido lo que pasaba al mirar por la puerta entreabierta lo entendió.

Éramos como una batería cargada con la rabia de los celos y esto no iba a terminar bien, algo dentro de mí me lo decía.

- Creo que Irina merece que la castiguemos sin piedad de una vez por todas. Al parecer necesita que le recuerden que tiene amos y que esto está pasando nuestros límites, no le pienso dejar pasar eso y estoy seguro de que ustedes tampoco- expresa Isaac enfadado

- En tres minutos vamos a entrar, sacar a ese imbécil de ahí y luego les daremos unos buenos azotes con una paleta, ese va a ser su castigo- agrego

Josef sin poder contener su ira entra a la oficina no más Isaac decide el castigo. Su mirada amenazante refleja todo lo que es capaz de hacer, observa al imbécil de Mitchell con mala cara para luego dirigirse a Irina, manteniendo precariamente el control le agarra con fuerza del brazo y le dice algo en un susurro, ella abre los ojos como platos y niega.

-Te he visto, Irina, no me lo niegues porque si lo haces te va a ir peor-le informa Josef mirándola a los ojos y sé que pueden comunicarse con solo verse a los ojos, segundos después ella le espeta:

- Jos, por favor no le digas nada a Iván- Sonrió ante las palabras de nuestra mascota ya que piensa que hoy soy el que peor castigo le voy a imponer de los tres. Que equivocada esta, no sabe que el monstruo del día lo tiene delante. Él se ciega ante ella, así ha sido desde que eran niños pero esto en su idioma es una traición y nunca va a dejárselo pasar. Yo no soy capaz de dejarlo pasar pero oiría una explicación razonable al igual que Isaac, pero Josef es irracional e inestable y justo en este momento, peligroso, muy peligroso.

-Creo que es tarde, querida- la ironía destilando de la palabra- él e Isaac también lo vieron- le certifica- Hoy nadie va a salvarte Irina, nadie intervendrá a tu favor y da por seguro que no obtendrás piedad de mi parte, pequeña zorra.

- Esta bien, es mi culpa, yo voy a aceptar mi castigo, amo  dice ella bajando la cabeza y evitando la mirada enojada de Josef.

Esta aceptación tan rápida de su parte me parece extraña pero la ira me ciega. Mitchell la mira con una cara extraña como de no creerse lo que está pasando e intenta meterse donde no le llaman.

-¿Qué mierda te pasa?, no tienes derecho a hablarle así imbécil-habla Damon en defensa a la pequeña arpía.

-Ni tú tienes derecho a acercarte sexualmente a nuestra mujer, Mitchell- le dice Josef retándolo con la mirada, esa que nadie, siquiera nosotros nos atreveríamos a desafiar- No me busques- le advierte.

- Josef, por favor dejalo-Trata de calmarlo ella pero eso hace que mi hermano se ponga más furioso de lo que ya estaba. Su voz en lugar de calmarlo solo le está irritando, su respiración arrítmica y sus nudillos blancos de la presión son señal de ello.

Veo como Isaac entra a la sala y yo voy detrás.

- Callate, Irina, desde este momento no tienes derecho a hablar a no ser que se te ordene-le grita Isaac intentando calmar al menor de nosotros, si ella para de hablar tal vez se calme un poco.

-¿Qué coño les pasa a todos ustedes, imbéciles?, no tiene ningún derecho sobre ella-grita Damon furioso

- Qué equivocado estas, no es cierto, mascota-pregunto despectivo.

- Si, amo Iván- dice sumisa

- ¿Amo?, pero que carajos, Irina-Pregunta Damon confundido

- Amo Isaac, ¿puedo hablar?-Dice ella girándose para mirarlo, como si hubiera acatado su orden.

- Si, Irina- Dice Isaac que es el más blando con nuestra fiera.

- Damon, lo de hace un rato fue un error. Yo soy su sumisa, casi toda la guardia lo sabe, así que no sé por qué tu no. Por favor marchate, tengo que hablar con mis amos- habla con confianza

- Irina, no tienes que estar con ellos si no quieres, cariño, antes de su sumisa eres su jefa-trata de hacerla razonar Damon irritando más a Josef a cada segundo.

Si Irina no logra sacarlo justo en este instante vamos a tener una mancha bastante fea de sacar en la oficina.

- Sinceramente, soy su sumisa porque me gusta el sexo que me dan, ellos no me obligan, si te bese hace un rato es porque quería un castigo, me gustan sus castigos y creo que me he portado demasiado bien últimamente- lo encara ella, a pesar de ser algo que ella haría para picarnos algo sigue sin cuadrarme en su actitud.

El rostro del chico se ve furioso, debe sentirse usado, la verdad es que Irina puede utilizar a quien le plazca solo para obtener su placer.

- Pequeña malcriada, si querías un castigo solo tenías que pedirlo. No necesitabas usarlo-digo burlón para hacer sentir más miserable al imbécil.

- Amo, sabe que a veces necesito castigos un poco más sádicos y que no los consigo si no les provoco con algo serio, sé que estás enojado y quiero el castigo que merezco por besar a alguien que no sean ustedes. Damon, vete ahora- ordena

- Si, zarina- dice el pobre muchacho serio. Este sale de la oficina y cierra la puerta con fuerza.

- No sé si estoy más enojado porque lo hayas besado o porque lo hayas usado. Ahora te quiero desnuda y lista para tu castigo- ordeno

- Si, amo.

Irina se desnuda y su increíble cuerpo queda a la vista, luego va toma la laptop del escritorio y la pone sobre el escritorio de Damon y acto seguido se pone en su posición de castigo, sus manos apoyadas en la madera maciza y su culo en pompa. Me dirijo a la última gaveta de su escritorio y saco un bolso con todo lo que necesito usar para castigarla. Tomo una paleta de bambú y me acerco a su trasero.

- ¿Cuantas creen que necesite chicos?- le pregunto a mis hermanos tratando de suavizar el ambiente.

- Yo me pido veinte por cada uno- aporta Isaac

- Estoy de acuerdo  dice Josef más serio de lo normal y sé que Irina va a obtener el castigo que espera.

Comienzo a zurrarla con la paleta y cuando llevo diez la tomo de la cara y muerdo su labio inferior hasta romperlo, su sangre se cuela en mi boca y la beso con más intensidad a lo que ella me sonríe, pero su sonrisa no llega a sus ojos. Cuando termino los diez que me faltan su espalda esta bañada en sudor y sus nalgas son de un rosado intenso, el segundo es Isaac el que a mitad de su zurra muerde su hombro fuertemente dejando una marca a lo que ella gime escandalosamente y él continúa con el castigo.

Irina en ocasiones pide a gritos ser tratada como una esclava pero nunca hemos llegado a hacerle daño por más que lo pide, a pesar de eso por la mirada que veo en la cara de Josef sé que hoy lo va a lograr. Ha logrado sacarlo de balance, eso solo vaticina amenaza para la integridad física de ella y la mental de él.


La emperatriz de la mafia roja Where stories live. Discover now