Especial: Vacaciones rusas 1

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10 Años después
POV Milenka

Estoy harta del estupido colegio de niños pijos, los trillizos estan cada dia mas pesados y el tener que traerlos a casa este verano solo lo hace peor, queria llegar, tomar unas misiones, pasarme por la mazmorra a por un poco de gritos y sangre, disfrutar del tiempo con mi madre, pero no, hay que entrenar a los principitos. Si no fueran tan estúpidos

-Mile- llama Perla llegando justo desde una de las habitaciones del jet.

-¿Pasa algo?- cuestiono.

-Deberias cambiarte, Madre nos espera en el aeropuerto para llevarnos a la mansión- informa.

-Por que no me llamo a mi- indago.

-Lo hizo, solo que no atendiste la llamada- recrimina con firmeza.

Su timidez en ambientes sociales no ha hecho nada por mejorar estos años, pero sus habilidades son magnificas, al punto de merecer su nuevo titulo ¨La clonadora¨, si bien pocos saben quien es se ha ganado un puesto en el mercado negro, sus cuadros son casi imposibles de diferenciar de los originales y si agregamos a Caleb y su padre a la ecuación pasa el día rodeada de eso, pintura, en su pelo, su ropa, en ocasiones hasta en sus orejas.

Y hablando del Principe de Inglaterra, para ser el más centrado de los cuatro hombres en este espacio, no hace nada por evitar caer en su furia adolescente compulsiva de mirar gluteos y pechos en las redes sociales, no se si este chico es ciego o le gusta jugar con mi hermana, pero si le hace daño, adios a la proxima generacion de herederos de la corona britanica.

-Ustedes- les grito para sacarlos de su burbuja.

-¿Como?- cuestiona Isaac con su chuleria caracteristica.

-¿Algun problema?- le rebato retandolo con la mirada ante la espectacion del resto. Luego de ganar nuestro pequeño concurso de miradas continuo mi tarea- En la habitacion hay ropa para ustedes, se dejan lo que traen puesto aquí- ordeno mirando sus trajes a medida, a quien se le ocurrio enviarlos aquí asi.

-¿Pero que bicho te pico hoy?- indaga Ian extrañado por mi actitud, como si no los hubiera visto mirarle el culo todo el vuelo a la azafata.

-Ninguno, deja tu actitud de niño pijo y vayan a cambiarse, no pienso repetirlo, bastante tengo con tener que enseñarlos a defenderse- alego poniendo los ojos en blanco.

-Tu nos vas a enseñar a defendernos- se burla Isaac- Si te hemos cuidado desde que entramos al internado.

-Isaac, para, dejala en paz- interviene Perla sacando la cabeza del libro que tenia en la mano mientras veia a Caleb caminar hacia la pequeña habitacion al fondo del jet.

-Tu callate, pequeñaja- rebate.

Justo lo suficiente alto para que Caleb de media vuelta y lo mire a los ojos antes de lanzar una sola advertencia.

-La tocas, le levantas la voz o la haces llorar y estas muerto-luego de eso siguio su camino.

Treinta minutos despues estaban todos en jeans negros, sweters rojos y botas. Perla y yo solo nos diferenciabamos de ellos por los sweters negros, como usaban todas las muñecas del grupo principal. Pero la sorpresa se la llevaron ellos cuando levante la mesa sobre la que comodamente habian puesto sus pies todo el viaje, dos UPS se encontraban bajo ella, pero no cualquiera, las nuestras, madre habia sido tan detallista como para no enviarnos nada nuevo, le pase la suya a Perla quien la miro fascinada.

-Acabo de recordar mi infancia- alego cambiando su clasica timidez, por una seguridad que solo le daba estar en casa, ante el asombro de los chicos, esa confianza que siempre estaba a juego con una sonrisa un poco macabra.

La emperatriz de la mafia roja Where stories live. Discover now