Capítulo 36.

622 70 15
                                    

Ellen.

Había llamado a Summer. Ella no tenía auto.

Helen no era una opción, estaba dormida.

Elliot era un idiota.

Así que la última persona que tenía en aquella lista, era Brandon. Cuando él me contestó le tuve que contar por qué razón estaba en la peor zona de Santa Mónica, sin embargo él accedió a venir a recogerme.

Habían pasado más de una hora desde que Harold se fue junto con su hermano y desde entonces nos habíamos mensajeado. Le había dicho que Brandon sería quien me recogería y que estaba a nada de llegar. Mientras esperaba, me había alejado de aquella fiesta, no soportaba las miradas incomodas de las demás personas, por lo que prefiero estar sola en la oscuridad que a la vista de todo el mundo.

Pasaron minutos, hasta que una Chevrolet me iluminó. Yo estaba sentada en el pasto, pero cuando vi a Brandon salir de la camioneta, me puse de pie, caminando a paso lento hacia su dirección.

Me sentía aliviada de que él fuera quien viniera por mí. Había olvidado aquellos tiempos en los que él hacia constantemente esto; era como mi chofer personal.

—Había olvidado lo que se sentía salir tarde de la cama para recogerte —Brandon se acarició la nuca y sonrió de oreja a oreja—. ¿Todo está bien?

Asentí con la cabeza, acercándome hacia él.

—Solo falta Jess para que ahora sí, sea como antes.

El estómago se me contrajo de solo pensar en aquellos momentos.

Quizás odiaba a Jess, pero no podía negar que cada vez que salíamos era una verdadera locura. Siempre había peligro en cada una de nuestras citas, pero era divertido de alguna manera.

—Deberíamos irnos —Brandon dijo, para cambiar el tema acerca de Jess. Todavía nos afectaba lo que había pasado con ella—. Oh, por cierto, tengo que pasar a hacer algunas cosas, ¿no te molesta?

No podía molestarme. Ya había sido demasiado para él que se haya venido hasta acá solo por mí.

—Descuida.

Cuando Brandon me abrió la puerta de copiloto, no dude ni dos veces en subirme y cuando fue así, le envié un mensaje a Harold, avisándole que acompañaría a Brandon a hacer unas cosas. Se me hizo extraño que Harold no me contestara, ni siquiera vio el mensaje.

Quizás debería dejar mi mala vibra a un lado y concentrarme en que es lo que pasara al día siguiente. De algo estaba completamente segura: Drake me odiaba y no sabía cómo iba a arreglar la situación entre nosotros, obviamente nada sería como antes, pero al menos quiero arreglar nuestra relación. No quiero que seamos de esas ex parejas que se desean la muerte, Drake me había ayudado demasiado en todo este tiempo, me hizo sentir completa y yo me siento como una basura por no haber podido salvarlo.

—Solo tardaremos un par de minutos —Brandon comentó al subirse al asiento de piloto—. El departamento de mi madre es un verdadero desastre.

—¿Departamento de tu madre? —le pregunté, mas no volteé a verlo. Estaba demasiado concentrada mirando mi celular y esperando una respuesta de Harold, pero nada.

Con el rabillo del ojo vi que él asintió con la cabeza, al mismo tiempo en el que encendió el motor y pocos segundos después, puso en marcha la camioneta.

—Esa parte no te había dicho, pero mi padre nos abandonó hace poco y mi madre quiso mudarse junto conmigo, pero como yo he estado en los dormitorios de la universidad, ella tuvo que sacar su departamento en el centro de Los Ángeles. No es lo mejor pero tiene una gran vista.

Prohibido Enamorarte. ✔Where stories live. Discover now