Capítulo 13.

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Harold.

Después de que deje a Ellen en su salón de clases, me fui cabreado al mío. No estaba de ánimos como para hablar con alguien. ¿Cómo pude ser tan estúpido? Era obvio que ella no estaba interesada en mí, en vez de besarme me abrazo. ¿En serio? Pensé que solo eso pasaba en las malditas películas de amor. Me siento el típico amigo que está enamorado de su amiga pero sabe que no pasara de eso ¿acaso ella está interesada en alguien más? Y si esa fuese la situación ¿por qué no me lo había contado? Yo he sido al cien por ciento sincero con ella (bueno, en parte) y creo que al menos merezco que ella también lo sea conmigo.

Saqué mis libros de texto y me senté en el lugar de siempre. El profesor de literatura no tardaría en llegar, por lo que antes de que él llegase, le mandaré un mensaje a Ellen, no han pasado ni cinco minutos en que la vi, pero necesito que hablemos en el receso sobre algo importante, sobre lo que ocurrió hace un par de minutos. Quizá ella piense que estoy interesado en ella, y ni siquiera sé si esa es la cuestión, porque no tengo ni la remota idea de lo que estoy sintiendo por ella y me cabrea, me cabrea que no tenga ni idea de esto que siento cada vez que la veo...cada vez que está cerca de o mi o incluso cada vez que me mira y pronuncia mi nombre. Me está volviendo completamente loco y eso me cabrea. Porque ella tiene un control en mí que ninguna chica antes pudo conmigo.

—Harold.

Escuché la voz de Elliot a mis espaldas. «Lo que faltaba » pensé. Me giré de mala gana hacia él y lo miré con una ceja levantada.

—Crees que puedes andar con Ellen, quiero decir, ¿qué diablos ocurre entre ustedes dos?

Solté una carcajada, la cual hizo que Elliot se pusiera rojo de la rabia. Lo entendía de una cierta manera, a mí también me molestaría que uno de tus mejores amigos saliera con tu ex novia, pero luego recuerdo todo lo que le hizo a Ellen y ese sentimiento de culpabilidad desaparece en cuestión de segundos. No tenía por qué darle explicaciones a este idiota, pero como he confirmado que le molesta demasiado, creo que voy a poder sacar buen provecho de esto.

—Lo siento, hermano, ¿te molesta? Porque si es así, quizás pueda terminar con Ellen...—mascullé entre dientes, tan despacio que muy apenas pude entenderme a mí mismo.

—No me trago eso de que ustedes dos estén juntos.

Fruncí mis labios. Creo que esto me lo estaba suponiendo, pero siempre tengo un plan bajo la manga, era claro que lo iba a agarrar desprevenido cuando le diga para que me crea. Entrecierro mis ojos y pongo la sonrisa más cínica posible.

—¿No me crees? —pregunto, con un tono de sarcasmo—. Que lastima, por cierto, ¿por qué nunca nos dijiste del lunar que ella tiene en su pecho? —él se quedó callado. Las venas se estaban empezando a remarcar en su cuello, el cual estaba casi morado—. Creo que a Drake y a mí nos hubiera encantado escuchar eso, pero cierto, te pasabas contándonos del cuerpo de Kennedy, que lastima que hayas perdido a Ellen, pero descuida, yo me estoy encargando de que ella te olvide. De hecho, ya lo hizo.

—¿Crees eso? —preguntó él sin titubear.

—Pues, creo que me lo dejo muy en claro cuando terminó contigo. Créeme que su cuerpo es una maravilla...

El puño de Elliot me tomó desprevino, pegándome justo en la nariz. Todos nuestros compañeros de clase se quedaron en silencio, el golpe fue tan fuerte que llamó la atención de todos. Miré por encima del hombro a Elliot, el cual tenía una sonrisa de victoria, pero él no tenía ni idea de que acababa de hacer lo más estúpido en su vida. Me puse de pie y lancé de un solo movimiento mi pupitre, haciendo que este cayera al suelo.

—¿Te molesta la verdad, eh? —extendí mis brazos al aire y lo miré con ironía—. Tú perdiste a Ellen por haberte acostado con la más puta de la escuela, no es mi problema si te molesta que ella conozca a alguien que realmente valga la pena.

Prohibido Enamorarte. ✔Where stories live. Discover now