Capítulo 12.

1K 106 11
                                    

Harold.

Me había dado cuenta de dos cosas: una de ellas es que había encontrado a una persona que me entendiera y que no le importara lo jodido que estoy por dentro y la segunda es que esa misma persona me ayuda a controlar el odio que llevo dentro hacia el mundo en general. No pensé que encontraría a una persona que fuera así de comprensiva conmigo, tampoco creí que llegaría a aguantarme pero ella lo hizo. Ellen de alguna manera me está siendo de gran ayuda y espero que yo también le sea de gran ayuda. Ella esta aterrada, y yo estoy dispuesta a ayudarla.

No sabía que es lo que estaba sintiendo dentro de mí, pero era una sensación que no quería perder. Era la única sensación que no era odio, sino otra cosa. Otro sentimiento. Y realmente me asusta lo que estoy sintiendo, porque, para ser sincero conmigo mismo, no quisiera que por confundir las cosas pueda perderla. De alguna manera, Ellen se había convertido en mi única amiga, en la única chica a la que le he contado la situación entre mi padre, la única chica que ha podido distraerme para no hacer una locura, la única chica que me ha hecho sentir humano. Y no quiero perderla.

Ellen se metido en mi vida, pero también se estaba metiendo en mi corazón; y no sé si sea agradecimiento o algún otro sentimiento que nosotros los seres humanos sentimos, pero aquel sentimiento me estaba volviendo loco. Ellen me estaba volviendo completamente loco y aunque me cueste trabajo admitirlo, me alegro de que este aquí conmigo.

—¿Verdad o reto? —Ellen me había convencido de jugar a este estúpido juego, llevaba tanto sin jugarlo, pero por alguna razón no le podía decir que no.

Tenía que pensar bien eso. No quería confesarle algo, creo que le he dicho demasiadas cosas sobre mí en tan poco tiempo en conocernos, que, me asusta. Pero tampoco quería que me ponga un reto, quiero decir, eso es de niños.

—Verdad —terminé escogiendo por lo más típico que pedimos cuando jugamos a ese estúpido juego.

—¿Hay alguna chica que te guste?

«Carajo... ». No sabía una respuesta sabia para responder a ello. Podría mentir, pero no me serviría de mucho.

—Gustar no, pero me atrae una chica que me ha gustado desde la primaria —Ellen rió—. Se llama Vanessa y te juro que es la chica más sexi que he visto en mi vida.

—¿Por qué no le hablas? Quiero decir, estas soltero, eres muy atractivo y estoy segura de que ella sería del todo afortunada por tenerte.

La miré a los ojos.

—Ellen, ¿acaso quieres que yo salga con alguien?

Ella asintió con la cabeza.

—No me digas que ya no sabes cómo hablar con una chica, bueno una chica que te guste, que realmente te guste.

«Eso mismo hago...» volví a pensar, y estaba a punto de decírselo, pero me contuve y lo único prudente que pude hacer fue negar con la cabeza. Ellen Colin poco a poco me torturaba, la sola idea de no poder tenerla conmigo me está consumiendo lentamente.

—Bueno, como soy tu única amiga, te ayudare. No sé mucho sobre cómo hay que coquetear con hombres, pero soy una mujer por lo que te daré consejos para que esa tal Vanessa caiga rendida a tus pies —Ellen se rio, y pude sentir algo dentro de mí que me estaba agradando—. Ella quizás al principio se haga la difícil, y si se está esforzando demasiado, ahora serás tú quien se haga el difícil, ¿de qué manera? Pues haciendo que sienta celos hacia ti, muéstrate desinteresado con ella y cuando ella este loca por ti, ahora sí, toda tu atención debería estar en ella si es que la quieres. Y mañana será el día en el que tú empezaras a mostrar interés hacia Vanessa.

Prohibido Enamorarte. ✔Where stories live. Discover now