Capítulo dieciocho; Flight

811 48 15
                                    

Debía estar atenta. No podía dejar que la muerte de Westmoreland me afectase justo ahora, mientras éramos buscados. Cogí mi cabeza entre mis manos y la saudí un poco, intentando ignorar lo que había pasado minutos atrás y centrándome en lo que ocurriría más adelante.

—Venga tío, tenemos que irnos—susurró C-Note mirando a Michael, quien observaba cómo todos los guardias subían a sus coches.

—Lo único que tenemos que hacer es esperar aquí hasta que se vayan—susurró de vuelta Mike sin mirarle.

—No sé si podremos, papi—habló ahora Sucre. Al escuchar unos ladridos, todos nos pusimos alerta.

—Perros—dijo frustrado Benjamin—. Maldita sea.

—Vienen directos hacia aquí—dijo asustado Sucre.

—¡No os mováis!—susurré viendo cómo se acercaban los perros. Subieron a los perros a la camioneta delante nuestra.

—No nos huelen—sonrió Michael victorioso. Los perros empezaron a ladrar en nuestra dirección.

—Pero sí nos ven—sentencié—. Vámonos, rápido—dije al ver que los guardias se paraban.

Todos nos alejamos sin hacer ruido y empezamos a correr, adentrándonos en el bosque. Estuvimos corriendo unos largos minutos sin ningún inconveniente, hasta que vi cómo Lincoln subía unos alambres del camino para que todos pudiésemos pasar. David mientras pasaba, se cortó un poco la palma de la mano. Pasé los alambres detrás  de él y negué con la cabeza.

«Estúpido»

Seguimos corriendo unos minutos más hasta una casa de campo, quedando frente a ella.

Abruzzi empezó a buscar la furgoneta con la mirada.

—¿Dónde está la furgoneta?—preguntó Fernando. John no contestó.

—Padrino, ¿y la furgoneta?—le metió prisa Franklin.

—Hombres de poca fe—murmuró Abruzzi negando con la cabeza, aún buscándola—. Vamos, por aquí—todos le seguimos hasta donde se encontraba la furgoneta azul marino, todos corrimos hacia allí—. Ya os lo había dicho. Sube al volante, Cro-Magnon—dijo refiriéndose a Lincoln.

Me subí a la furgoneta, seguida de Michael, quien antes de subir rompió los focos de detrás, para que no nos notasen. Miré rápidamente a mi lado viendo cómo subía T-Bag, empujándome para que yo quedase en medio.

«Mierda»

—¿No hay más sitio detrás, estúpido?—le pregunté haciendo una mueca mientras Lincoln arrancaba la furgoneta. Él me sonrió cómplice.

—Da igual Adams—habló Benjamin rápidamente—. Debemos irnos ya, vamos Burrows.

Linc hizo que el coche se moviese y nos fuimos hasta la carretera Fitz y condujo por ahí. Estuvimos todos en silencio, el cual fue interrumpido por T-Bag.

—Oye John una pregunta—de reojo vi cómo movía algo debajo de su camiseta: las esposas—. ¿Por qué tenías tanto interés en que Lincoln fuese el conductor y sentarte justamente ahí?—hizo una pausa. Miré a Michael quien estaba concentrado en la carretera—. ¿Qué es lo que tienes ahí debajo, eh?

Al acabar la frase, sentí algo frío en mi muñeca y un "crack", indicando que la esposa se encontraba bien ceñida en mi muñeca.

—¡¿Qué coño haces?!—estiré mi mano la cual fue seguida por la de Bagwell. Le miré y Abruzzi tenía una pistola en la cabeza de éste y con la otra mano le rodeaba el cuello.

Allison Adams [Prison Break]Where stories live. Discover now