Capítulo catorce; J-Cat

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POV: Allison Adams

Michael no sufrió ninguna quemadura; lo evitó haciendo todo lo que le dije. En parte, eso me tranquilizaba, pero ahora había muchos problemas mucho más gordos que ese.

Al no quemarse, Pope no lo llevaba a aislamiento, y por lo tanto, nunca iría a psiquiatría. Todo esto nos llevaba al guardia llamado Geary. Tenían que echarle, de alguna manera...

Por un instante, se me ocurrió avisar a Scott.

Negué con la cabeza, apartándome ese pensamiento de la mente; por mucho que fuese su hermana, ¿me ayudaría? ¿O se aseguraría de salvar su propio culo?

No reconocía a este nuevo Scott y no sabía si todavía podía confiar plenamente en él. Hace unos años ni se me hubiese pasado por la cabeza desconfiar, pero las circunstancias claramente habían dado un giro.

––¿Estás bien?––me sobresalté, cogiendo lo primero que tenía la vista y girándome bruscamente poniendo un bolígrafo negro en el cuello de esa persona. Michael levantó las manos y me dio una mirada serena, sabiendo que no le haría nada. Bajé la mano con el ceño fruncido, mirando el boli confundida: ¿de dónde lo había sacado? Miré a mi alrededor, viendo cómo los chicos dejaron su "trabajo" de la IP al ver que había amenazado a Mike con un boli, lo cual era extraño––. Tranquila, has estado muy distraída desde que volví, ¿estás bien?––repitió, ahora cogiéndome el bolígrafo de la mano y poniéndolo sobre la mesa. Seguí mirando a los otros, quienes poco a poco apartaron su vista de mí, probablemente intentando escuchar lo que decíamos.

––No es nada––respondí sin mirarle.

«Necesitaba pensar en cómo arreglar las cosas, necesitaba...»

––No suenas muy segura––interrumpió mis pensamientos nuevamente. Volví a fruncir el ceño.

––Necesito solucionar una cosa, sólo es eso––empecé a caminar hacia la mesa de la sala de guardias, que estaba a un lado. Los chicos estaban haciendo una mezcla para tapar el agujero momentáneamente.

Habíamos avanzado lo justo en este lugar, solo faltaba pintar las paredes y poner la moqueta. Aunque, si no recuerdo mal, la moqueta la ponían unos profesionales...

Mierda. Había olvidado que si Michael no estaba en aislamiento, entonces sería él quien pondría lo que quedaba de cemento y no Sucre. Entonces, ellos dos no podrían estar en aislamiento, el primo de Fernando no se daría cuenta de quién quemó el uniforme ni vendría a ayudarnos, y no subastarían la celda de Scofield. Eso significaba que no abría ninguna prueba para echar a Geary y...

––¿Y puedo ayudarte en algo?––interrumpió por tercera vez mis pensamientos. Bufé exasperada y me giré en su dirección con el ceño fruncido aún. Sabía que los demás aún tenían una oreja puesta en nuestra conversación, ya que estaban en silencio, cosa que pasaba muy poco a menudo.

––Dejadme en paz––solté bruscamente, sin llegar a pensar cómo se lo tomaría. Me apoyé en la mesa, masajeándome las sienes con mis dedos.

«Me estoy agobiando »

Escuché un silbido.

––Al parecer, alguien está en sus días––murmuró Bagwell a mi izquierda. Rodé los ojos, ignorando su comentario––. Ahora que lo pienso, ¿cómo lo haces? Es decir, cuando te baja, ¿tienes que ir a la enfermería a que te den todo lo que necesites o lo tienes todo en tu celda?––hizo una pausa––. Espera, ¿alguna vez te ha bajado? A lo mejor eres de esas que no...

––Claro que me baja la puta menstruación si es lo que quieres saber––lo interrumpí enfadada––. Lo que hacen es darme malditos tampones para esos días––paré para mirarle––. Y no, no la tengo. Todo este encanto es natural––dije con sarcasmo sacudiendo la mano––. ¿Quieres que te explique también como se pone un tampón?––me levanté acercándome a él––. Podría ayudarte a ponerte uno por...––Charles abrió la puerta interrumpiéndome.

Allison Adams [Prison Break]Where stories live. Discover now