Allison Adams [Prison Break]

Capítulo treinta y seis; Final Decision

Habían parado en mitad de una carretera, lejos de donde se encontraban anteriormente. Aldo no consiguió sobrevivir, y la culpa que sentían los hermanos Adams incrementaba con el tiempo. Michael y Lincoln se encontraban alejados de los Adams y Sucre, quienes esperaban con paciencia que estos dos se despidiesen de su padre una última vez. 

Fernando se encontraba apoyado en el capó del coche, jugueteando con sus manos con nerviosismo, mientras que Allison se encontraba apoyada en la puerta del copiloto mordiendo su colgante y Scott rascándose la cabeza con inquietud.

—— Scott... —— le llamó Allison débilmente. Se encontraba perdida; ya no sabía qué hacer realmente: si lo pensaban bien, se habían desviado tanto de la historia original que ahora se sentía totalmente inútil. Toda la ventaja que tenía al principio se desvaneció en el momento en el que pisó el suelo fuera de Fox River. Sin embargo, Scott no se sentía de forma diferente a ella. Este frotó su cara con sus manos, intentando tranquilizarse y le contestó sin mirarla:

—— Ya lo sé... ¡Ya lo sé! —— exclamó. Sorbió la nariz y miró a Scofield y Lincoln desde lejos ——. Sara está muerta, hemos cambiado demasiado la historia y hay una laguna enorme. ¡Ya lo sé!

La rubia notó cómo un nudo se le formaba en la garganta ante esas palabras, sintiendo dentro de ella cómo la culpa crecía. Soltó el colgante de entre sus dientes y cerró los puños con fuerza. 

«¿Por qué nunca puedo lograr lo que me propongo? Siempre ha sido igual» pensó ella, mirando el cielo «Desde que papá murió... Lo único que hacía era despertar, hacer como que todo estaba bien y volver a dormir. Siempre me proponía el cambiar algo para seguir avanzando. Cambiar mi vida; mejorar en cómo soy y en quién quiero llegar a ser. Pero nunca hacía nada bien» agachó la cabeza mientras tapaba su cara con sus manos «Siempre que me propongo algo todo se arruina. No sirvo para nada. Me encerré tanto en mí misma que ni siquiera mis amigos podían soportarlo. Todos se alejaron. Incluso Scott se fue» le miró de reojo, volviendo a hablar:

—— Scott... —— volvió a pronunciar, intentando que este le hiciese caso. 

—— Ya, ya... Y la línea temporal no será la misma. ¡Ya! ¡Déjame pensar en cómo solucionar todo esto! —— exclamó este sin percatarse del estado de su hermana, cegado por sus nervios. Se alejó unos pasos buscando algo en su bolsillo. Al encontrar la cajetilla de cigarros la abrió, para darse cuenta de que no le quedaba ni uno ——. ¡Joder! —— gritó arrugando la cajetilla y tirándola al suelo, frustrado.

«¿Y ahora qué podemos hacer? ¿Cómo puedo ayudarles sin poner a Allie en peligro? ¿Cómo puedo protegerla? Necesito protegerla de lo que viene, no quiero que sufra más» pensaba una y otra vez el rubio, alejándose unos metros del coche y sacando el cuaderno.

Allison al ver que Scott no le hacía caso, suspiró derrotada. Unos segundos después sintió la mano de su amigo en el hombro en un intento de tranquilizarla.