Capítulo quince; The Key

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Había pasado 24 horas más metida en esta celda. Michael había salido hacía una hora, estaba en el pabellón general. Miré mis nudillos aún envueltos con las vendas, ya un poco sucias. Hice una mueca y me levanté.

--Guardia--alcé la voz cuando me acerqué a la puerta. Vi cómo uno se ponía delante de la puerta, mirándome.

--¿Qué ocurre, Adams?

--¿Podría llamar a la Dra. Tancredi? Quiero hablar con ella--el guardia asintió y se fue por donde vino, hablando por el walkie-talkie.

--¿Allison?--escuché por el alcantarillado la voz de Lincoln. Me agaché.

--¿Sí?

--Prométeme una cosa--fruncí el ceño confundida.

--¿El qué?

--Si yo no consigo salir de aquí y...--suspiró-- Y muero antes, quiero que cuides de mi hermano. Id los dos a un lugar lejos de aquí y nunca volváis.

--Lincoln...--me interrumpió.

--Prométemelo--dijo con voz ruda. Suspiré.

--Prometo sacaros a Michael y a ti de Fox River, y ayudaros en lo que pueda hasta que todo esto se acabe--hablé firmemente--. Prometo salvar a todos los que pueda--murmuré, cerrando los ojos e intentando recordar todas las muertes nuevamente.

«Charles, John: vosotros seréis los próximos»

Escuché unos pasos en el pasillo. Me levanté y seguidamente mi puerta se abrió.

--¿Allison? ¿Querías verme?--apareció Sara por la puerta con una pequeña sonrisa cuyos extremos no llegaron hasta sus ojos como usualmente. Asentí y ladeé la cabeza confundida.

«¿Por qué está así?»

--Le diré a Pope quién intentó matar a John--dije ganándome toda su atención. Sonrió nuevamente.

--Me alegro de que hayas decidido decir la verdad--dijo para luego llamar a un guardia y que este me pusiese unas esposas para ir junto con Pope.

--Tú crees que he sido yo, ¿por qué ahora estás diciendo lo contrario?--dije mirándola a los ojos y elevando mis manos para que me pusiesen las esposas.

--Porque te juzgué mirando por mi lado personal y no profesional--hizo una mueca. Cuando pasé por su lado, murmuró:--. Perdóname--me paré a su lado, obligando al guardia a parar, y le sonreí divertida, haciendo que ella me mirase confundida.

--No tienes porqué disculparte, Sara. Has sido honesta, eso es lo que verdaderamente aprecio--hice una pausa regalándole otra sonrisa--. Gracias.

«Por más que quisiera estar enfadada contigo no podría»

A continuación, el guardia me cogió por el antebrazo y seguimos nuestro camino, no sin antes escuchar la voz de Tancredi:

--Llévala luego a la enfermería, le cambiaré las vendas--alzó un poco la voz. Reí por lo bajo y agaché la mirada, mirando mis manos atadas.

Unos minutos más tarde, llegamos al despacho de Henry Pope. El guardia avisó de que yo quería hablar con él y la secretaria fue a hablar con Henry. Me quitaron las esposas y entré. Al estar por fin dentro, me lo encontré de pie detrás de su escritorio, mirándome con curiosidad. Pope fue el primero en hablar.

--¿Querías verme?

--Le diré quién intentó matar a John Abruzzi--hablé con voz decidida, jugando con mi collar.

--¿Quién fue?

--Fue Bolz-Johnnson--dije, rezando por que fuese ese el nombre y no me haya equivocado. La verdad es que estuve mucho tiempo ahí dentro intentando recordar sus malditos apellidos. El cabrón solo aparece en dos capítulos y ni si quiera dicen su nombre, solo mencionan sus apellidos una sola vez. Por eso me costó recordarlo. Pope frunció el ceño.

Allison Adams [Prison Break]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant