cincuenta y tres

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Ahn Sun Hee

– Sigo pensando que esto es una muy mala idea. –Murmuro para mí misma mientras camino detrás de él.

– ¿Podrías sólo callarte de una vez? Sólo déjate llevar y deja de dudar. – Suelta él una vez que ya ha sacado las llaves de su bolsillo.

Suspiré en silencio, veo como él mete la llave en el auto y entra en él mismo. Sigo dudosa ante la situación en la que actualmente me encuentro, sé que tendré problemas y muchísimos. Aunque, no debería sentirme tan culpable ya que, desde un punto de vista lógico, nadie me ha obligado a venir pero eso no evita que mi consciencia comience a atacarme hasta ponerme de los nervios.

– ¿Qué esperas? Ya sube al auto.

Abro la puerta del auto y entro en silencio. Él no espera más y arranca hasta alejarnos del estacionamiento. No sé adónde diablos nos dirigimos y trato en lo más posible de tranquilizarme y sentirme lo más relajada posible, pero me es completamente inútil y por ende comienzo a morder mis uñas en un desesperado intento de recomponerme y tratar de parecer que todo está bajo control.

Creo que se estarán preguntando qué está sucediendo, pues, para serles franca, la cosa inició en el instituto a tercera hora para ser específica. Yo me encontraba saliendo de la biblioteca ya que el maestro Hong me había pedido buscar unos libros para comenzar la clase, entonces, de un momento a otro apareció frente a mí Jeon Jungkook con una sonrisa algo genuina sobre sus labios y sin decir nada sólo me tomó por la muñeca arrastrándome por el pasillo. En cuanto íbamos en camino a la salida del instituto, le pregunté qué estaba planeando y sólo respondió: "Escapemos de clases".

Y si bien me negué repetidas veces, él consiguió disuadirme y aquí nos encontrábamos, él conduciendo a no sé dónde y yo carcomiéndome la cabeza pensando en todos los problemas que podría tener si alguien se llegase a enterar de esto.

–Ya tranquilízate, ¿sí? – Pide él en un tono apasible. Pongo mis ojos sobre él y Jungkook sólo mantiene pegada su vista a la carretera.

–No sé ni adónde vamos, no me quieres decir y aparte me pides que me calme. ¡Simplemente no puedo! – Replico en una evidente queja.

–Yah~ Contigo siempre es lo mismo, tan sólo confía en mí. No tienes de qué preocuparte. – Dice él y ruedo los ojos de forma ironica.

–Claro, confiar en ti, como si eso funciona de manera correcta. –Comento siendo sarcástica.

–Haré de cuenta que no te escuché porque francamente no quiero comenzar una discusión de la que luego me arrepentiré.

–Como sea, hagamos lo que tú dices y aparentemos que todo está de maravilla cuando ambos sabemos que no lo está. – Digo cruzándome de brazos.

–Chiquita. – Llama Jungkook con un tono ridículamente cursi. –Amorsito, pequeña mía. Tontita, tormentita, ¿no me harás caso, huesitos?

Intento esconder la sonrisa que quiere aparecer en mi rostro, así que muerdo mis labios para apaciguar mi tonta sonrisa producida por sus llamados.

–Cariño, ojitos, bonita, oruguita. – Y ahí fue donde fallé, terminando por sonreír abiertamente. – ¡Lo sabía! Sabía que no te harías la dura conmigo, Sun.

Ruedo los ojos. – ¿Qué quieres, Jungkook?

–Te quiero, huesitos. – Dice y yo siento como mis mejillas se enrojecen por su reciente comentario. Decido no responder y sólo me dedico a ver por la ventana del auto.

Él y yo⇝Jungkook→BTSWhere stories live. Discover now