Él y yo⇝Jungkook→BTS

cuarenta y dos

Ahn Sun Hee

Seis días.

Seis días desde que Jungkook había terminado conmigo, seis días desde el beso de Taehyung, seis días llorando como nunca en toda mi vida, seis días en dónde mis ánimos ni siquiera existían.

Seis días en que intenté de todo para arreglar las cosas con él, lo llamé reiteradas veces, dejé miles de textos, incluso había ido a su hogar pero sus padres siempre decían que había salido o que estaba con alguno de sus amigos. Seis días desde que maldije la hora en que conocí a Taehyung y toda esa situación.

Me odiaba, sentía asco de mí misma, esa noche después de haber llegado de la casa de Jungkook intenté que mi madre no me viese en ese estado pero justo cuando subía las escaleras ella sintió mi presencia y al verme se asustó mucho por mi estado, obviamente me preguntó hasta el cansancio sobre porque estaba así y pues, terminé contándole todo y bueno, terminó dándome un consuelo de que todo mejoraría y que eso lo superaría rápido.

Y los idols se enamoraban de sus fans, claro.

En fin, fueron días tristes, él seguía ignorando mis mensajes y eso rompía mi corazón enormemente, Taehyung intentó contactarse conmigo para pedirme disculpas pero lo ignoré, irónico ¿cierto?

-¡Sunhee!-exclamó Jisoo comiendo su sándwich, la miré algo desorientada.

-¿Dijiste algo?-pregunté mirándola.

-Sí, decía que ya no deberías de llorar tanto, justo ahora pasaba Jungkook y tus ojos se humedecieron.-explicaba molesta.- Sé que puede doler pero no llores, al menos no en público.

Toqué mis ojos y pude comprobar que era un hecho, mis ojos estaban húmedos, rayos.

Con la manga de mi blazer sequé mis lágrimas y traté de sonreír con normalidad pero fallé inevitablemente, Jisoo me miró con tristeza pero no la pude culpar, cualquiera que viese a su amiga en ese estado se sentiría triste.

-¿Sabes? Creo que ya me siento mejor, no es como si la humanidad se fuese a acabar.-comenté mirando mi intacto jugo de naranja.

-Sí, te dije que ya no te sintieras así, ¿por qué mejor no terminas tu jugo? Y así luego podemos caminar.-dijo ella.

-¡A él le gustaba caminar!-chillé sonando triste.

-¡Sunhee, íbamos bien! Yah! Mejor vayámonos de aquí, están empezándonos a ver raro, y me siento algo incomoda.-dicho esto Jisoo tomó mi mano y caminamos para volver al instituto, entramos y comenzamos a caminar por los pasillos.

Algunas personas que pasaban me miraban confusos, y claro, tenían razones para verme de esa forma, mi rostro estaba demacrado por la falta de dormir, mis ojeras estaban palpables, mis ojos se veían un poco hinchados y mi cabello era un desastre, ya no lucía brilloso como antes, ahora sólo se veía como si le faltase color.

Era un desastre andante.

Daba pena y asco, ¿pero que podía hacer? No tenía ánimos ni para respirar, asistía a clases sólo por órdenes de mi madre, comía porque ella me obligaba, sonreía para hacerles aparentar a mis amigos que todo estaba bien, cuando realmente nada estaba bien.

-Hola chicas.-oí como la voz de Nayeon se hacía más fuerte al acercarse a nosotras, la miré y ella sonrió.

Sí, ella no tenía idea de lo que había sucedido, la única persona que lo sabía aparte de mi madre, era Jisoo, no quería que todo se volviese un escándalo, no era porque no confiara en Nayeon, sino que para mí se trataba de algo mucho más íntimo y realmente no quería compartir esa información con todos.