Él y yo⇝Jungkook→BTS

cuarenta y cinco

Ahn Sun Hee

Había pérdido la cuenta de cuantas veces lloré esa noche, me sentía tan patética, tan ilusa, tan engañada, tan ultrajada. Simplemente me sentía fuera de sí, no entendía porque había accedido a ir a ese lugar aquel día, todo fue un desperdicio de tiempo. Creí que él iría en serio, creí que todo se resolvería pero cometí una equivocación, él había jugado conmigo y mis sentimientos, los había atrapado en sus manos y los hizo añicos en tan pocos segundos.

Cuando llegué ese día a ese conocido vecindario, pensé que todo volvería a ser como antes, que arreglaríamos nuestras diferencias y que volveríamos a querernos pero eso no pasó así.

No puedo explicar como me sentí cuando los miré a ambos, besándose y yo viéndome tan patética. Ninguno notó mi presencia porque antes de que se separaran salí corriendo lejos de ellos, corrí con todas mis fuerzas y ni siquiera sabía a que dirección me dirigía sólo sé que corrí hasta que mis piernas no pudieron más.

Mi corazón se rompió, una vez más, fue roto. No me sentía como yo, me sentía débil, inútil, inservible pero más que nada, humillada. Él me había humillado al decirle a Jisoo que quería que arreglaramos las cosas, como siempre, me guié por mi estúpido e inútil corazón y fui ahí. No me importó ir, yo sólo quería verlo, quería ver su sonrisa, quería estar con él. Me sentí como la estúpida más grande del mundo a haber comprobado que había sido engañada una vez más, había sido ridiculizada por Jeon Jung Kook y él había disfrutado de ello, le agradaba jugar con mis sentimientos, no me importaba en lo más mínimo ella, ella me daba exactamente lo mismo. No podía odiarla, porque no me creía capaz de odiar a alguien, sentía que era una muestra de infantilidad pero estaba de más admitir que quería tenerla al otro lado del mundo. Pero, no confundan, el hecho de que no la odie no signifique que no me caiga bien. Porque, de hecho ella no me agradaba.

No entendía porque yo, Ahn Sun Hee, tenía tanta mala suerte en el amor, es decir, todos alguna vez tenemos desamores, pero ¿Por qué a mí se repetía ese ciclo? Primero con Kim Tae Hyung, lo había amado durante tres años, estuve enamorada de él durante tres años. Nunca recibí alguna muestra sincera de afecto por él, además de su amistad. Pensaba que él sería mi otra mitad, lo creía sinceramente. Él podía salir con centenares de chicas pero eso a mí, por más celos que me diesen, trataba de ignorarlo y seguía persistiendo sólo para que él lograse verme más que una amiga, una hermana.

Pero eso tampoco pasó así, en cambio, siguió viéndome como una amiga, y a pesar de que superé esa etapa de mí vida seguía doliéndome, porque nuevamente, estaba pasando por una situación algo similar, pero con un chico totalmente diferente.

Jeon Jung Kook, es el chico que actualmente había tomado mi corazón, y también el que lo estaba destrozando lentamente y yo, sólo se lo permitía. ¿De que forma se lo permitía? Teniendo aún sentimientos por él, siendo indiscreta con mis sentimientos, declarando mi amor a todo dar, me llaman masoquista.

Jisoo no tardó en enterarse de la noticia de Jungkook, pues, ella me había llamado para preguntar que como me había ido, cabe destacar que en ese momento yo me encontraba un poco calmada pero al ella sacar el tema, inevitable me largué a llorar y ella algo nerviosa en la otra línea me preguntaba por mi estado, hasta que en un punto especifico, le conté toda la historia y ella duró un par de minutos en silencio hasta que luego habló para decir que iría hasta su hogar para matarlo con sus propias manos, le respondí que no valía la pena y que tampoco hiciera nada, en pocas palabras le dije que se quedase de brazos cruzados.

Y, sí, soy una maldita cobarde. Soy una cobarde porque en lugar de haber ido en ese momento y hacer algo, sólo huí lejos de ellos, lejos de todo. Llegué unas horas después a casa y mamá junto a papá corrieron hasta mí para preguntar en donde diablos me había metido, yo sólo respondí que estaba estudiando con Nayeon y con eso pude calmarlos, claramente ellos habían caído en mi mentira y me sentía mal porque, ellos no merecían que yo mintiese sobre mi estado, pero tampoco quería hablar de ello, prefería mantenerlo sólo para mí.