Él y yo⇝Jungkook→BTS

treinta y tres

Ahn Sun Hee

Y bueno, hoy era el día en que Jungkook dejaría Seúl para ir a Busan junto con sus padres a visitar a su hermano, antes de él irse yo iría a despedirme de él, él insistió que no era necesario pero yo le insistí más que sí era muy necesario.

Ahora mismo estaba tocando en timbre y siendo recibida por él, al verlo lo abracé y llené su rostro de pequeños besos.

-Eres tan amorosa.-dijo mientras reía un poco.

-Te gusta que sea así, no mientas.

-Que hermoso es el amor joven, ¿no crees cariño?-se dirigía la madre de Jungkook a su padre, él cual terminaba de sacar unas valijas.

-Ya lo creo que sí amor, me recuerda a nosotros cuando éramos jóvenes, que tiempos.-dijo el padre de Jungkook algo nostálgico.

Jungkook por su parte reía por las ocurrencias de sus padres, y yo le seguía. No les mentiría, en parte me sentía triste porque hoy él se iría y lo vería en unas semanas, pero también me sentía feliz por él.

-No estés triste, Sunhee-comentó él mirándome fijamente.

-¿Qué? ¿Por qué dices eso?-pregunté haciéndome la desentendida.

-No quieras engañarme pequeña tonta, sé que estás triste.

-Bueno, tal vez sí esté algo triste pero también estoy feliz por ti, y serán sólo tres semanas, pasaran rápido y en menos de lo que canta un gallo, estaré molestándote como siempre.

-La verdad es que sí.-dijo y ambos nos adentramos a su hogar, observé algunas de las valijas que yacían en la estancia, la señora Jeon acomodaba unas cuantas cosas mientras que el padre de Jungkook hacía una llamada, seguramente a su hijo mayor.

Jungkook me hizo señas de que lo siguiera y así hice, nos adentramos por el pasillo a su habitación y entramos, observé que sobre su cama estaba una pequeña valija de color rojo.

Él cerró la puerta y luego con sus brazos me tomó por detrás repartiendo pequeños besos en mi nuca y cuello, empecé a sentir pequeños toques de electricidad recorrer todo mi ser y mi corazón saltaba de emoción y en gran parte nervios porque, nunca antes, alguien besaba mi cuello, era algo nuevo para mí.

Con sus manos hizo que diera vuelta para ahora estar frente a frente, sonrió mientras acariciaba mi mejilla, sentí que nuestras respiraciones se juntaban hasta que sentí nuestros labios rozarse, con lentitud unimos nuestros labios y con delicadeza comenzaba a besar mis labios.

Yo por mi parte, paseaba mis manos por su cabello, sentía como mis mejillas se calentaban al punto de hacerme parecer como un verdadero tomate, Jungkook posicionó su mano detrás de mí cuello intensificando más el beso.

Ahora nuestro beso delicado, había pasado a ser más profundo y eso me hacía sentir distintas emociones, su otra mano que estaba libre, la colocó en mi cintura haciendo que mi cuerpo se pegara más al suyo, nos separamos por un momento por falta de aire pero luego volvió a juntar nuestros labios, ésta vez dando pequeñas mordidas en mis labios, en un momento sentí como él sonreía, ahora con ambas manos sentía como paseaba sus manos por toda mi espalda recibiendo corrientes por todo mi cuerpo. Era emocionante.

Él era emocionante.

-Te extrañaré, pequeña-dijo separándonos y depositando un casto beso en mi cabeza, lo abracé.

-¿Pequeña?-pregunté ocultando una sonrisa.

-Sí, eres mi pequeña.-dijo enfatizando el mí, sentí el calor subir a mis mejillas. Más lindo él no podía ser.

-Jungkook, te extrañaré mucho, mucho.

Tomó mi rostro con sus palmas y plantó un beso en mis labios.

Iba a decir algo pero el llamado de la señora Jeon me interrumpió.

-¡Jungkook, hijo! ¡Debemos irnos! Baja rápido.-gritó desde afuera y Jungkook maldijo por lo bajo, yo reí por ello y tomé su mano y entrelazándolas, él al notar ese acto besó mi mano y con la otra tomó su valija. Abrí la puerta, mientras ambos salíamos.

Sus padres yacían en la entrada terminando de guardar las maletas, al notarnos ambos sonrieron por ver nuestras manos entrelazadas. Pero Jungkook deshizo el agarre para guardar su valija, sus padres entraron al auto no sin antes despedirse de mí amablemente.

-Entonces...-dije yo tratando de no sentirme triste.

-No estés triste, te llamaré todas las noches antes de dormir.-dijo acariciando mi mejilla.

-¿Hablas en serio?-

-Cuando se trata de ti, es en serio.

En ese momento, sentí que moriría de tanta ternura.

-Bueno, ya es hora de que te vayas, no hagas esperar a tus padres.-digo pero dándole un abrazo.

-Te extrañaré, pequeña.-dijo para luego darme un delicado beso, pero me separé al escuchar la bocina del auto y ciertas risillas de parte de sus padre, me tapé el rostro por tanta vergüenza.

-Yo igual, ya es hora Kookie, nos vemos en tres semanas.-digo y él me da un último beso antes de recordarme nuestra promesa.

Observo como el auto comienza a andar y los despido con mi mano. Suspiré.

Hoy era el primer día en tres semanas que no le vería.

N/A 

es corto pero se vienen cosas buenas, lo jurooo

love is 4 walls~