El lobo de los ojos amarillos | [Libro 1] (EN EDICIÓN)

Capítulo 39: "Convocatoria S"

SCARLETH

Cerré la puerta de mi habitación, asegurándome de que estuviera con pestillo para impedir alguna interrupción por parte de mi familia. Me di la vuelta para encontrarme con mis dos amigas acomodadas en mi cama. Sandra tenía entre sus brazos a Michael, quien ya estaba durmiendo y soñando como cualquier gato doméstico. Si supieran que el gato que Sandra está abrazando es su hermano, entonces yo estaría encerrada en una habitación acolchada hace bastante tiempo.

—Bien... —Me senté en mi escritorio, mirándolas seriamente. Ambas chicas se miraron y se removieron incomodas—Como habrán leído en el mensaje que les envié. Necesito la ayuda de ustedes.

—¿Y de qué trata? —Insistió Sandra, ya al borde del nerviosismo.

—Es sobre Eleanor.

—¿Te acabas de enterar que le hace ojitos a Caleb? —Sasha se incorporó y al ver la reacción de mi rostro; palideció.

—¿Qué?

—¿De qué estás hablando Sasha? —Sandra fingió falsa sorpresa.

—Espera ¿de qué estás hablando? —Me acerqué a Sasha, quién obviamente estaba nerviosa por meter la pata— De qué me están ocultando.

—A mí no me mires, me acabo de enterar al mismo tiempo que tú—Sandra siguió con su mala actuación.

—Sí, claro—La fulminé a ella y a Sasha.

—¿Y qué era lo que nos querías decir sobre Eleanor? —Inmediatamente, Sandra desvió el tema, captando toda nuestra atención.

Ambas chicas me hicieron un espacio al medio de la cama, invitándome a estar al lado de ellas. Gateé hacía el espacio y me acomodé hasta quedar completamente cómoda. Tomé una gran bocanada de aire y lo expulsé con fuerzas.

—Necesito averiguar más sobre Eleanor. Siento algo oscuro dentro de ella y me gustaría saber que mis sospechas no son reales—Expliqué casi dudando de mis palabras. Era realmente difícil de comprender que una dulce chica podría estar ocultando algo tan negro como la maldad. Necesitaba saber que mis sospechas son falsas para así mantener una imagen pura de la castaña, quien obviamente se había ganado todo mi afecto y confianza.

—¿Por qué de repente te interesa tanto esta niña? —Sandra no sentía mí mismo afecto por Eleanor. Algo que siempre encontré completamente estúpido por parte de mi amiga.

—No lo sé—Confesé—. Simplemente empecé a sentir afecto desde que la quemé. Quizás fue que me sentí culpable al haberla herido.

—Espera ¿La quemaste? —Sasha reaccionó casi al instante después de haberme oído decir "quemar" —. ¿Eres una clase de pirómana?

—Fue un accidente, no pretendía lastimarla.

—Me hubiera gustado estar ahí—La voz de Sandra estaba cargada de risa.

—¡Sandra! —La reproché ya enfureciéndome. La rubia simplemente murmuró un "perdón".

—¿Y en que tenemos que ver con tu amistad con Eleanor? —Preguntó Sasha, intentando de ir al grano en el asunto.

—Ustedes son lo mejor que podría haber sobre hurgar la vida ajena de las personas.

—Ouch. Eso dolió—La rubia río.

—¿Me ayudarán?

—Pequeña y dulce Scarleth. Parece que no nos conoces. No te dejaremos en esto sola y yo estoy completamente interesada en saber más sobre la vida de la "señorita perfección".