Capítulo 10: "Una vez en Teddy's"

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OWL

CALEB


—¿Adónde vas? —Preguntó Kira quién se encontraba echada en mi cama y observaba como me colocaba mi chaqueta de cuero la cual estaba impregnado del dulce olor de Scarleth.

—No creo que te importe a dónde voy—Le di un último vistazo al espejo y di una sonrisa de aprobación.

—Ni siquiera cuando salíamos juntos a Teddy's te arreglabas tanto. Pareces una chica.

—Cuando íbamos a un restaurant de comida rápida no tenía por qué usar colonias—La miré y ella se incorporó, y frunció ligeramente el ceño.

—¿Es una chica? —Cuestionó.

—No es de tu incumbencia saberlo—Respondí y Kira se levantó de mala gana de la cama y se fue sin decir nada de la habitación.

Atónito parpadeé un par de veces. Atravesé la puerta que me separaba de mi habitación al diminuto pasillo de la caravana de Paul y divisé como Kira pasaba por el pequeño jardín de Paul a grandes zancadas. Se había molestado, y pues claro, hace no mucho tiempo solía pasar demasiado tiempo con ella y en un momento a otro, dejé de hacerlo.

Caminé hasta la puerta del pequeño lugar y Paul se encontraba recargado en la pared de la caravana mientras se bebía una cerveza, él me miró y desvío la mirada hacía la figura de Kira que desaparecía entre algunos miembros de la manada. Yo me encogí de hombros.

—Todas las chicas son complicadas—Yo lo ignoré y bajé los pocos escalones que me separaba del suelo y caminé en dirección a la carretera— ¡No llegues tarde!

Seguí caminando con la cabeza perdida en mis pensamientos, procurando no pisar alguna rama para mantener mi trayecto en silencio y en no asustar algún animal que buscaba algo de comer, puesto que era mediodía y los rayos del sol caía como cascada entre las ramas de los árboles. En éstos se asomaban algunos brotes verdes dando señal de que la primavera estaba a la vuelta de la esquina y me preguntaba cómo se vería Scarleth usando vestidos floreados o blusas casi pegadas a la piel. Aunque claro, no era capaz de imaginarla usar un vestido, ya que la conocí en pleno invierno y cada vez que la veía, parecía ser un esquimal utilizando toda la ropa que pudiera encontrar en su armario, teniendo en cuenta que la única vez que la vi casi desabrigada en la calle fue cuando uso sus jeans rasgados y se veía parte de su rodilla, sin contar esa vez que la vi a lo lejos quitarse toda esa ropa cuando fui a su casa a verificar si ella estaba bien, aunque claro ver su espalda desnuda y el pequeño tatuaje de una libélula que estaba en su hombro derecho, fue una señal clara que estaba viendo algo prohibido y que no debía estar allí vigilándola como si fuera un degenerado.

—¡Owl! —Me di la vuelta cuando escuché mi nombre y Kira venía corriendo a toda velocidad en mi dirección.

Era raro que alguien me llamara Owl, me había acostumbrado a escuchar mi verdadero nombre y desde que Scarleth dijo que le gustaba, digamos que a mí también me gusta.

—Déjame conocer a la chica que me acaba de remplazar—Jadeó.

—Yo no he dicho que ahora vaya a ver a alguna chica—Dije volviendo a retomar mi camino y Kira no se demoró en seguirme.

—No, pero está claro que en esa hueca cabezota hay una chica.

—Y si fuera así, no sería de tu incumbencia.

—Claro que es de mi incumbencia, prácticamente soy tu mejor amiga y tu primer amor—Dijo obvia la morena

—No eres mi primer amor, idiota.

El lobo de los ojos amarillos | [Libro 1] (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now