Capítulo especial Navidad

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ESPECIAL AÑO NUEVO PT. 2



SCARLETH

—Scarleth, ¿podrías por favor decorar al árbol de navidad? —Preguntó mi madre extendiéndome la caja llena de decoraciones navideñas.

Yo agarré la caja y me acerqué al árbol de plástico, completamente desnudo sin las decoraciones.

—Mamá, ¿primero van las luces o las guirnaldas?

—Las luces.

Saqué las luces de la caja y les quité el broche que las ataba para impedir que se enredara, y sin demorarme, rodeé el árbol con las luces apagadas.

Aún faltaban varias semanas para que navidad iniciara, pero no lastimaba a nadie tener la casa decorada y linda. Total, así la disfrutaríamos mucho más tiempo.

—Mamá, ¿primero van las pelotitas de colores o las guirnaldas?

—Las pelotas esas.

En cada rama, le puse una pelotita diferente, hasta que se acabaron de sus cajas y ya daba la impresión de que el árbol se estaba viendo mucho más lindo y perfecto.

—Mamá, ¿ahora van las guirnaldas?

—Sí, ahora sí.

Agarré las tres mejores guirnaldas que encontré en la caja y me dispuse a rodear el árbol con ellas, cubriendo cada espacio desnudo, y teniendo cuidado de no cubrir alguna decoración o las luces mismas.

—Mamá, ¿y la estrella?

—En la puntita.

Emití un ruido de doble sentido y mi madre simplemente chasqueó la lengua en modo de respuesta.

Busqué alguna silla o algo para poder alcanzar la copa del árbol y colocar la muy deseada estrella, y así, finalizar la decoración del árbol.
Me subí en una silla y con cuidado, puse la dorada estrella, la cual brillaba por las luces que se encontraban iluminando el salón.

Pero...

—Mamá...

—¡¿Ahora qué quieres, Scarleth?! —Espetó mi madre dándose la vuelta—. ¡LILIANA SCARLETH!

Mi madre, escandalizada, miraba completamente enfurecida el árbol, el cual se encontraba "horriblemente" decorado, según ella.

En primer lugar: las luces, no las había puesto todas, por lo que la mitad se encontraba en el árbol y la otra mitad, se encontraba desparramado en el suelo.

En segundo lugar: Las otras decoraciones, decoraban solamente la parte inferior del árbol, por lo que la parte superior de éste, se encontraba completamente desnuda.

Y en tercer lugar: Nunca pongan a una niña de nueve años a decorar un árbol de navidad sin la supervisión de un adulto. Ya que, como resultado, va a elegir las guirnaldas viejas y peladas para decorar el árbol.

Recuerdo que ese día, lloré al ver mi gran obra maestra ser "destruida", por el monstruo que se hacía llamar mi madre. Había demorado horas, incluso días —gran exageración de niña— en decorarlo, para que el viejo gordo y barbudo, venga y me den más regalos de navidad por mi esfuerzo, tan sólo a mí, a mi hermano no.

—¿Scarleth? —La voz de mi mamá me devolvió a la tierra.

—¿Qué pasó?

—Te preguntaba si podías decorar el árbol de navidad, tengo que limpiar un poco el salón.

Yo sonreí, acordándome nuevamente de aquella vez hace siete años atrás, aproximadamente.

—Está bien—Solté una carcajada cuando abrí la caja de decoraciones.

—¿De qué te ríes? —Preguntó mi madre mirándome con una ceja levantada.

—Nada, nada—Seguí riendo.

—La juventud de hoy en día...

Mamá se fue a buscar la aspiradora, y yo aún la podía escuchar echándole la culpa al propio e inocente diablo.

Navidad del 2016 (dentro de la historia)

El lobo de los ojos amarillos | [Libro 1] (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now