Capítulo 27: "Amanecer"

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SCARLETH


El gran lobo alfa, se levantaba en el silencio de la noche. Nadie habló y nadie respiró, era como sí, nadie estuviera ahí mismo. El pelaje de Ian brillaba bajo las estrellas. La delicada brisa a penas movía el precioso pelaje. A pesar de las viejas cicatrices y las heridas abiertas, era casi imposible apartar la vista en ese gigantesco cuerpo. Las tenues luces del campamento acariciaban los pelos negros y marrones manchados con sangre, cayendo en cascada las sombras que se perdían en el oscuro pelaje del lobo que yacía bajo del magnífico lobo. Ian alzó la cabeza y de su hocico, caía la sangre. Caliente. Única.
El silencio era inquietante y temía que los latidos de mi corazón fuera lo único que se lograra escuchar. Pero estaba equivocada. La brisa se llevó el lamento de un lobo cercano a morir. Recordé el día en que vi a Caleb en su verdadera forma, tan grande e indomable. Sentí ganas de llorar. Sentí ganas de gritar y de querer rescatar el cuerpo de Caleb. Sin tomar en cuenta de su gran tamaño, él estaba indefenso y se veía tan pequeño al lado de esa bestia. La enorme cabeza de Ian tambaleaba débilmente, al igual que todo su cuerpo. Y de su garganta, la sangre caía a borbotones, creando ríos de sangre fresca. Éste se dejó caer débilmente al suelo y el golpe seco apenas hizo eco en el bosque. Kira fue la primera en acercarse a Ian, quien se lamentaba en silencio.

—Ian—Susurró al agacharse junto a él.

Las pequeñas manos de Kira se ensuciaron de sangre al agarrar con delicadeza la cabeza de Ian, dejándola encima de su regazo. Ella sorbió por la nariz y las lágrimas no tardaron en salir de sus enormes ojos. Caían como pedazos de cristal en la cara inerte del gran lobo, quién ya había dado su último respiro en el momento en que ella se agachó al lado de él.

Una montaña negra se levantó del suelo, gimoteando por sus heridas sangrantes. Sus ojos, increíblemente amarillos; miraron el cuerpo de Ian, quién no dejaba de sangrar. Me acerqué a Caleb y éste, débilmente, se acercó a mí. Cuando estuve lo suficientemente cerca de él, lloré y lloré en su cara. Abracé con fuerza su cuello y lloré de alivio. Mi corazón ya estaba tranquilo, porque sabía que Caleb estaba vivo y la tierra mojada se impregno en toda mi piel. Tal como debía ser.

—Idiota—Murmuré en su pelaje—. Idiota, idiota.

Perdón—Su voz ronca fue como una gran acaricia que puso en paz todos mis músculos.

El cuerpo de Caleb empezó a moverse bruscamente. Sus patas temblaban y temí a que se cayera encima de sus heridas que aún goteaban. Débilmente, empujé su cuerpo para que se sentara y pudiera recostarse, pero él era demasiado grande y apenas tenía las fuerzas para poder recostarlo. Kira fue la primera en acercarse y sin emitir ninguna palabra, apegó su hombro al cuerpo de Caleb y lo sostuvo. Paul también imitó la acción de Kira y varias personas, así como lobos también; Sostuvieron a Caleb, todos y cada uno de ellos. Hasta los más ancianos y los cachorros también lo sostuvieron. Ayudando a su nuevo y joven alfa, quién no tenía las energías suficientes como para mantenerse en pie. Lo ayudaron a recostarse encima de unas hierbas que colocaron unas mujeres, para que sus heridas no entraran en contacto con la superficie dura y que las hierbas pudieran curarlo. Me quedé a su lado cuando el sol empezó a dar su aparición, entibiando la helada tierra con sus primeros y cálidos rayos del sol. Era un nuevo amanecer y ambos lo sabíamos.

Eran a penas las seis de la mañana cuando llevaron el cuerpo de Caleb a una de las enormes cabañas. Él había cambiado de forma y ahora, como humano, sus heridas eran horribles. Tenía varios moretones debajo de las costillas y en gran parte de sus piernas y brazos. Su rostro estaba pálido y a pesar de estar todo magullado, me sonreía ampliamente. Una curandera limpió sus heridas y las vendó después de aplicarle una pasta de hierbajos y de flores con fuertes olores. Cuando la mujer, ya de edad avanzada; se fue dejándonos solos. Me di el lujo de llenar su horrible rostro con besos. Él me miró y enredó sus dedos en mi cabello.

El lobo de los ojos amarillos | [Libro 1] (EN EDICIÓN)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang