Capítulo 6: "Lo siento por lo de hoy" PARTE I

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2 MESES ANTES

OWL

Kira se abalanzó encima de mí, envidiando un hermoso pelaje blanco en su forma de lobo. Ella ladeo levemente sus orejas al escucharme gruñir. Me había botado al suelo y de manera torpe, me levanté, observando como mis pantalones quedaron completamente embarrados por su culpa.

Pude identificar que ella se reía de mi apariencia, ya que achicó sus ojos y éstos brillaban energéticamente.
Kira se acercó a mí, mostrando su gran altura y sus patas alargadas —Las cuales estaban totalmente embarradas—. Tenía algunas sombras en la nariz, haciendo que éstas la contornearan completamente, afilando su rostro. Su mirada era fina y ágil.

Hubo un tiempo en el que Kira me gustaba demasiado, por lo que al verla convertirse por primera vez en una loba, y ver su verdadero animal que se escondía en su ser; me atrajo más.

Podría decirse que fui una completa decepción cuando tuve mi primera transformación, ya que era un lobo pequeño y casi sin nada de músculo en mis piernas. Pero Kira, ayudó a concentrarme en ello. Es lo más cercano a un familiar que tengo, después de Paul, claro está.

Kira aprovechó de regresar en su forma humana cuando me di la vuelta a buscar su ropa. Ya era hora de regresar a casa, el sol se estaba ocultando y tenía algunos deberes de inglés y de matemática que hacer, y obviamente no se harán solos.

Después de algunos crujidos de hueso y la piel enlazándose, sentí una mano en mi hombro. Ella agarró su ropa que tenía entre mis manos y después de algunos minutos, me encontré con una Kira ya en su forma humana y vestida.
Su cabello largo y castaño caía en forma de cascada por encima de sus pechos que, junto a su diminuta estatura, la hacían ver totalmente inocente.

—Te hubieras transformado conmigo en lobo—Dijo tronándose los dedos de sus manos, ella bajó la mirada y se fijó en mis embarrados pantalones de mezclilla. Ella sonrió dejando ver algunos hoyuelos en cada esquina de sus mejillas a la altura de sus labios.

—Tú ensucias, tú limpias—Le dije colocando mis manos en los bolsillos y comenzando a caminar lentamente, pude percatarme que Kira hizo lo mismo paralelamente a mí mientras se ataba el cabello en una coleta malhecha.

—Eso es totalmente injusto—Reclamó tiritando.

—Es totalmente justo—Contradije tirando de mi bufanda para luego entregárselo a Kira, quién la aceptó gustosamente.

—Hermoso—Dijo mirando al sol ocultarse entre las montañas. Las nubes que yacían en el cielo se teñían de colores rojizos y anaranjados por el atardecer.

A Kira siempre le ha gustado el atardecer, y la frescura que éste emana. Cada vez que ella se quedaba pegada mirando un atardecer o amanecer, su rostro se iluminaba como un sol. Caminamos en silencio, concentrados en nuestros pasos y en no aplastar ramas para mantener nuestro paseo totalmente callado y sin interrumpir la calma que había en el ambiente. De vez en cuando, miraba a Kira y a su pequeña contextura. Su nariz estaba colorada por el frío. Me fijé que estaba respirando por la boca, ya que vi vapor salir de este.
Hace un tiempo atrás, era muy importante para mí que ella pudiera cantarme bajo la luna llena. Llamándome. Buscándome entre medio de la noche. Kira era como mi mejor amiga, prácticamente un diario de vida para mí. Ella me conocía más que nadie, conocía mis temores y errores, pero también conocía mis metas y mis habilidades. Pero algo cambió dentro de mí hace tres semanas atrás cuando tuve una de mis primeras transformaciones y me fracturé el tobillo derecho, razón de mi cojera actualmente.
Una humana, de agradable olor a galletitas se quedó a mi lado para ayudarme. Me cargó sabiendo que pesaba el doble de lo que pesaba ella, pero hizo el intento, sabiendo que yo podría haberla matado. Se arriesgó por mí. Para ella, era simplemente un lobo normal con un tamaño normal, pero para mí. Era un lobo nuevo que con cada transformación y con cada fuerza, iba creciendo cada vez más y más.
Todos supieron que tuve un incidente en una de las colinas en el Oeste, pero nadie sabe sobre mi acercamiento a una humana, quién podría ser perfectamente un Primer Hombre o un Cazador.

El lobo de los ojos amarillos | [Libro 1] (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now