One Shot McDanno

Misterio 3

El amor verdadero, el amor que estar a tu lado en los momentos mas dificiles de tu vida, es ese amor que siempre estara cuando mas en el fanjo estes, ese amor que no te juzgará si no que te ayudara a levantarte y emendar tus errores.
Ese es el amor de las almas gemelas, un amor tan puro y verdadero, que aun sin conocerse estas almas se pueden sentir, se pueden acompañar, están juntas desde antes de que sus portadores sepan que estan destinados a estar juntos. Por que ningun otra alma podre llenarlos.
El jefe Mcgarret escuchaba atentamente la historia que el viejo Kahuna contaba a los niños.
Era agradable el poder visitar su viejo amigo, y le comenzo a intrigar esa vieja historia; John recordaba haber escuhado esa historia un par de beses, pero nunca le presto atención.
-Kapono, ha pasado tiempo. Hablo el jefe de policia. -Es una muy linda historia la que le contaste a los niños.
-John... es mas que una historia, es la verdad de nuestro pueblo, pero no se conocen ya almas gemelas. Los hombres hoy en dia estan muy distraidos con cosas mundanas como para notar a su alma gemela. Comentó el kahuna.
-¿Como es eso que las almas pueden unirse antes que los portadores? Pregunto Mcgarret.

-En algunoos casos el amor es tan fuerte, tan puro, tan unico, que aunque estas dos personas no se conoscan aun sus almas estan unidas y cuando uno sufre el otro tambien lo hace, cuando es herido el otro puede sentir su dolor, es algo tan mágico, pero tan verdadero, que esas almas saltaran de alegria y en el momento exacto en que sus ojos se crucen, sabran que el viaje termino, que la soledad se acabo, que están en casa.

Danny dormia profundamente, por fin después de semanas de puro sufrimiento, el detective podia descanzar en paz, no sabia por que, pero realmente necesitava descansar, y el aroma que guardaba la habitacion de huspedes de su jefe, realmento lo ayudaba a descansar.

Steve estaba acostado, sobre una sucia manta apesar del dolor de su cuerpo y las heridas que tenia, se estaba quedando dormido en contra de su voluntad, pero sentia una paz interior, que no cuadraba con las circustamcias en las que se encontraba. Pero todos su cuerpo rogaba por una pausa y era tanta la tranquilidad que sentia, que el Marín estaba convencido que estaba muriendo. Cerro los ojos y se dejo llevar por el sueño, el cansancio y la tranquilidad que le trasmitian esos ojos azules que tanto le gustaban.
*#*#*#*#*#*#*#*#*#*#*#&#*#*#*#*#*

El final esta proximo