La hora de la verdad

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Steve ya no podía más, ya no aguantaba, se sentía nervioso, intranquilo, su piel quemaba, sus manos sudaban.
Hace más de dos horas que había tenido una revelación, y se quería pegar un tiro por ser tan idiota. Nunca creyó ser tan bestia, animal, Neandertal y tantos otros insultos que Danny le decía, pero al parecer su rubio favorito tenía razón.
¿Por qué como podía ser posible que el no se diera cuenta de que estaba enamorado de Danno? ¿como dejo que ese sentimiento pasará por alto tantos años? ¿Cómo dejo que llegará el momento de estar a punto de perderlo para darse cuenta?
Por que fue allí bajo todo ese escombro, con Danny herido que el comandante McGarret supo que no podría vivir sin ver los ojos azules de Danny mirándolo, sin sus sonrisas tiernas y risas alegres, sin su abrazos, o sus berrinches.
Por que Danny era todo su mundo, por que el rubio llego a su vida a darla vueltas, su hija, la pequeña Grace era su luz, y se sentía afortunado por tenerlos a ambos en su vida.
Pero ahora en la soledad de su casa, se sentía vacío, más sólo de lo que nunca estuvo. Por que apesar que el quería quedarse a lado de Danny, el tenía a su hija y a Amber, no había lugar para el allí. Y por primera ves en mucho tiempo dejo que sus emociones lo controlarán, y finas lágrimas caían por sus mejillas.
Eran demasiadas emociones contenidas, demasiado amor, demasiado miedo a perder algo que nunca fue de el, símplemente todo era demasiado.
Steve estába tan perdido en sus pensamientos que no noto que llamaban a la puerta, no fue consciente cuando está fue abierta y la alarma desconectada.
-Hey bebé ¿Qué pasa? Pregunto Danny preocupado.
Al Marín le tomo trabajo poder enfocar su mirada en su amigo y más aún darse cuenta de que era real.
- Nada. Logró articular después de un tiempo.
-¿Y por eso estas llorando? Vamos cariño sabes que estoy aquí para ti. Comentó el detective. Y sin más Steve se lanzó a los brazos de su rubio favorito.
No importaba como llego o que era lo que hacía allí, no importaba si fuera de esa casa había una mujer esperándolo, a Steve sólo le importaba que justo en ese momento estaba allí para el, como siempre estuvo Danny.
-Tranquilo, ya pasó. Trato de calmarlo Danny.
- No te vallas. Suplico Steve.
Danny tomó el rostro del Marín he izo que lo mirara a los ojos. -Escucha, por más que me hecharas a patadas; jamás te dejaría y menos en este estado. Exclamó el rubio.
-Pero ¿Amber? Pregunto el comandante.
-¿Qué hay con ella?
-Tienes y quieres estar con ella. Contestó Steve haciendo un puchero.
- No hay ningún lugar en el mundo donde desee estar más que no sea aquí. Exclamó Danno. - Hoy mientras estábamos debajo de todos esos escombros, y sostenías mis manos, no tuve miedo, me sentí a tranquilo y en paz. Y cuando me dijiste que no tenía que tener miedo, que saldríamos de allí, que volvería a ver a Grace simplemte te crei, como siempre lo ago, por más que te grite y me enoje contigo. Por que no es el miedo a que me pase algo a mi, por que felizmente moriría por ti Steve. Lo que me paraliza, lo que me deja fuera de juego es verte a ti en peligro, ver que no llegó a tiempo a cubrir tu espalda, a perderte.
Ahora las lágrimas también corrían por los ojos de Danny y Steve estaba paralizado.
- Danno... Steve tomo las manos de Danny entre las suyas. -¿Sabes lo que sentí al verte herido? Me sentía morir, no quería salir de ese lugar si no salías tu. No se como no me Di cuenta antes, pero no puedo vivir sin vos, has estado en mi vida por más de cuatro años y eres más importante de lo que todos imaginan, te mantuviste a mi lado cuando toda la mierda de mi familia y Wo Fat me alcanzó, estuviste a mi lado a pesar de todo. Y no puedo ver mi vida sin ti, sin Grace. Te amo Danno y nunca estuve tan seguro de algo como ahora.
Danny con los ojos brillantes, y un dulce sonrisa se fue acercando a Steve, sus ojos no se apartaban del otro, y sus labios se rozaron lentamente, un escalofríos les recorrió el cuerpo a ambos y suspiros fueron callados por la boca del otro.
Se sentían al fin completos, por que pasaron por muchas cosas en sus vidas y al fin encontraron eso que tantas personas buscan, la felicidad. Por que ellos pasaron por millones de pruebas, para madurar, crear, crecer y fortalecer el amor que ambos se tenían.
Ahora era su momento.

One Shot McDannoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant