Roto

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Danny ni siquiera recordaba como fue que llegó hasta la casa de Steve, todo en su mente era una gran nube de dolor y odio, con imágenes del tacho de gasolina donde estaba su hermano.
Todo había sido en vano, el conseguir el dinero, el viajar a Colombia, nada de eso importaba, por que Matty ya estaba muerto.
Y Danny estaba convencido que era su culpa, el como hermano mayor tenía que haber hecho más.
El rubio no fue consciente de sus lágrimas hasta que Steve paso sus pulgares por sus mejillas barriendo la humedad salada.
-Trata de calmarte Danno.
-No puedo Steve, es que es mi culpa.
-NO, escuchame bien, esto no es tu culpa, tu nada podías hacer.
-Tenia que haberlo detenido. Lloro Danny. -Mis padres Steve, ¿como se los voy a decir?
-Ya encontraremos la manera, no estás sólo.
Steve se sentía impotente, de todas las personas en el mundo Danny era el que menos se merecía sufrir. Y menos de esa manera, el hubiera dado todo para evitarle esa imagen de su hermano metido en ese contenedor.
Esa noche Danny lloro y Steve estuvo a su lado abrazandolo, acompañandolo, haciéndolo no sentir tan sólo.
Cuando el rubio llamo a sus padres ahí estuvo Steve para sostener su mano mientras le comunicaba la triste noticia a su madre. Danny se derrumbó nuevamente cuando escucho llorar a su mamá, el detective tenía un gran corazón y por sobre toda las cosas amaba a su familia, a un nivel que rara vez podía encontrar.
Al vuelo a nueva Jersey estuvo muy silencioso, Danny había insistido en que ni Steve ni el equipo lo acompañarán. Por lo que tomó sólo el vuelo. Pero una ves en el cementerio, frente al ataúd de Matty con sus padres llorando junto a sus hermanas, Danny se sintió débil, sólo, sin fuerzas. El detective sabía que tenía que ser fuerte por sus padre y sus hermanas, el seguí a siendo el hermano mayor. Pero no podía sus rodillas cedieron pero nunca llego al piso, unos fuertes brazos lo sostuvieron. -Yo te tengo. La vos de Steve llego a los oídos de Danny como una suave canción de cuna, y sólo se dejó hacer, Steve sostuvo todo su peso, detrás de el kono y Chin se acercaban a su amigo y lo abrazaron. Danny no se pregunto como llegaron Allí, o si habían dejado el cuartel sólo, por una vez en la vida se dejó querer, Steve en ningún momento lo solito ni siquiera cuando estaban de vuelta en la.casa de sus padres, ni en el avión cuando volvían a la isla.
-Gracias. Susurró Danny cuando Steve lo ayudo a acostarse en su cama

-No hay nada que agradecer Danno. Contestó Steve con una pequeña sonrisa. - Te tengo.
Por que Steve sabía que su amigo estaba roto, pero el no tenía ningún problema en tomarce el tiempo para recoger todas sus partes y sanar cada una de sus heridas.

One Shot McDannoWhere stories live. Discover now