Este libro esta diseñado, para que puedas ver la necesidad que tiene la humanidad de ser salva. Y solo a través de Jesús tenemos esa salvación. No importa el momento, ni el lugar de nacimiento, o que tipo de persona eres, todos estamos invitados y l...
20 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir,
21 y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios.
22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.
El voto de Jacob pareciera más un tipo de negociación
¿Te has visto en una situación donde cuando pides algo terminas tratando de negociar con Dios? te digo algo, a todos los hombres y mujeres de Dios les ha pasado, a veces llega un momento donde se nos olvida la voluntad de Dios o como Dios puede actuar por nosotros y simplemente queremos una garantía.
Obviamente nada de esto es favorable para una fe saludable, pero realmente parte de este caminar es el preguntar todo el tiempo y el tratar de negociar con Dios es algo que cada creyente en algún momento ha hecho.
Por ejemplo este tipo de expresiones en nuestras oraciones
Si tu me das... entonces yo hare Si tu me favorecieres... Si tu me das sanidad... Si tu me ayudas...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jacob no fue la excepción, es que es hasta es increíble ver su personalidad envuelta en estas conversaciones con Dios y en su caminar.
Jacob tenía que entender que Dios no era Esaú, ni su padre Isaac, a Dios no le iba a venir con un cuento como él estaba acostumbrado... Sin embargo, Dios sabía su corazón, conocía sus miedos y hasta sus inquietudes o aun su falta de fe. En momentos como este es donde la duda te invita a pedir una garantía.
Dios sigue siendo Dios, conocedor del ser humano y le otorga eso y más, pero a su manera no a la manera que Jacob quería, y es que Dios es famosos por eso ¿verdad? por a veces guardar silencio en nuestras negociaciones con él y simplemente darnos algo mejor o algo que más bien vaya de acuerdo con su propósito.
La acción de Jacob por un lado fue buena pues él lo único que quería era que Dios confirmara lo que el ya sabía en su corazón, lo que venía no era fácil, pero se ve que Dios le dio de manera sobreabundante y aunque lo ganó con esfuerzo Dios le permitió tener la vida que el pidió y aún cumplio sus peticiones hasta lo último.
