-________, espera, por favor.- Niall estiró su brazo tratando de tomarte de la mano y detener tus pasos. Cerraste los ojos cuando alcanzó a detenerte, no estando segura si estabas lista para hablar de esto todavía. -Soy un imbécil. Sé que lo soy, no sé qué mierda estaba pensando diciendo lo que dije. Es solo que yo... estaba muy estresado y después me sentí mal por haber olvido la cita y despu...-

-De nuevo.- Lo interrumpiste, finalmente mirándolo, lágrimas lineando tus ojos cuando conectaron con los suyos. La culpa y la angustia incrementado evidentemente en su cara. Te miró y pestañeó, para después bajar la mirada.- Olvidaste la cita, de nuevo.- Añadiste y la culpa volvió a atravesar sus facciones, suspiraste y negaste.- Lo entiendo, Niall. Estás grabando tu álbum y sé que es la cosa más importante que hayas hecho y la verdad no quiero interponerme en eso y por dios, amor, estoy tan orgullosa de ti pero siento que yo he quedado en el olvido, en el fondo de todo esto hasta que tú decidas volver a lo de antes.

Ahora eran los ojos de Niall los que brillaban por las lágrimas que estaban en sus ojos azules mientras finalmente se atrevía a mirarte. Y se arrepintió de hacerlo en el momento en el que sus ojos se juntaron con los tuyos y notó las lágrimas recorriendo tus mejillas.

-Desde el día en el que hicimos nuestra relación pública he tenido que soportar a gente diciendo que estoy contigo por tu dinero, por tu nombre y fama, ¿sabes lo mucho que eso duele? ¿escuchar que la gente diga eso y saber que eso es lo que piensan de ti? Yo nunca, nunca pensé que tú serías una de esas personas.- Dejaste salir un sollozo, incapaz de mantener tus emociones en control.

Niall se lanzó prácticamente sobre ti, envolviendo sus brazos a tu alrededor y acercándote a su cuerpo. Trataste de resistirte y alejarte al principio, poniendo tus manos sobre su pecho y empujándolo tratando de alejarlo de ti mientras más sollozos salían de tus labios, pero él siendo más fuerte que tú, no lo permitió, simplemente apretándote y haciendo su agarre con más fuerza cada vez que lo empujabas, sus propia lágrimas mojándote mientras te dabas por vencida y colapsabas en su pecho, dejaste caer tu peso sobre él causando que poco a poco fuera deslizándose hasta que ambos quedaron en el suelo, buscando acercarse más el uno al otro desesperadamente. Él de repente te movió, tomando tu rostro entre sus manos. Sus ojos se encontraron con los tuyos y sus pulgares los limpiaron, al igual que las lágrimas que estaban en tus mejillas.

-Escúchame bien, yo no soy ninguna de esas personas. Nunca lo he sido y nunca lo seré. No debí de haber dicho lo que dije, y te juro que no quise hacerlo, ¿está bien? Tienes que creerme, por favor, bebé, te lo suplico, eres todo para mi y sé que no eres- que tú no- maldición, _________, sé que me amas a mi, así de simple.- El chico estaba casi jadeando por la intensidad de sus palabras, siendo consciente que esta era una situación en la que todo se arreglaría o terminaría. Pudo sentirte deslizándote de sus brazos y él estaba malditamente seguro de que iba a hacer todo lo posible para no perderte.

No pudiste detener que las lágrimas siguieran cayendo, aferrándote a él como si tu vida dependiera de ello. Querías creerle tan desesperadamente, queriendo dejar esto detrás y seguir adelante pero la distancia que se había creado entre ustedes desde los últimos meses estaba haciendo todo más difícil.

-Lo siento. Te amo muchísimo, y te necesito conmigo.- Lo escuchaste murmurar sobre tu cabello, abrazándote más fuerte de lo que alguna vez lo haya hecho.

-Me has estado alejando, y... está noche, lo que dijiste- yo no... me lastimaste muchísimo, Niall.- Dijiste entre sollozos con tu rostro enterrado en su pecho a la vez que tus puños tomaban la tela de su camisa.

Niall apretó su mandíbula, cerró los ojos y apretó sus puños; él sabía lo cerca que estaba de perderte para siempre.

-Lo sé, pero por favor, por favor dame otra oportunidad, dame una oportunidad de recompensartelo.- Él suplicó, tomando tu rostro entre sus manos una vez más.

Después de lo que se sintió como una eternidad, asentiste lentamente, acercándote para abrazarlo y esconder tu rostro en su cuello causando que él inhalara profundamente y después soltara el aire, a la vez que te abrazaba más y más fuerte.

-Voy a arreglar esto, ¿está bien? Te lo juro, te amo demasiado, ________. -Él dijo a través de besos en tu cabello. Asentiste, esta vez con más convicción y te acercaste a él para besarlo.

Y mientras ambos se abrazan en los azulejos de la cocina, todo lo que puedes esperar es que la distancia y el resentimiento se disuelvan, que la chispa entre ustedes regrese y que todo realmente mejore.

Imaginas | NHWhere stories live. Discover now