55. Arabella.

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Jacob.

Mi madre estaba realmente loca con los preparativos navideños, era un verdadero estrés. Yo decidí alejarme del caos que se formaba entre mi familia, me puse mis audífonos y hice sonar la canción a todo volumen. Sonaba una canción llamada "Let me die" que era brutalmente depresiva, Anther escuchaba musica en mi celular cuando me visitaba y esta era una de las suyas.

- ¡Jacob, ven abajo!

No planeaba hacerle caso a mi hermano, era un idiota. Así que no baje, deje que la melodía me llevara a la miseria por un momento. Paso solo un momento de tranquilidad, la puerta se abrió bruscamente; era mi hermano.

- ¿Qué pasa contigo? ¡Pudiste tocar! - Me tomo por el cuello de la chamarra y casi me levantaba del piso.

- ¡Sabes que odio que me ignores!
- Si, yo odio que me grites en la cara.

- ¡Me importa un coño lo que tu odies pedazo de estiércol!

Me azotó contra el escritorio, era realmente doloroso.

- Bien, no hablaré.

- Mas te vale cabrón.

Tomo mis audífonos y los lanzo contra la pared, se quebraron. Quería golpearlo, pero era obvio que si lo hacia el me haría puré ahí mismo, así que simplemente mire dolido mis ahora inservibles audífonos.

- ¿Para que me necesitabas?

- ¿Yo? Para nada. Por mi puedes darte un tiro, es mamá la que te necesita abajo.

- Bien, voy en un minuto.

- ¡No! - Me tomo por la nuca. - ¡Ahora niñato de mierda, y quita estas mariconadas!

Arranco un póster de mi pared que no era nada mas y nada menos que un tomo original de Los doors sobre el muelle en Venice Beach de 1967, que Anther me había dado de su gran colección.

- ¡¿Por qué mierda hiciste eso?! ¡Ese póster valía mas que tu repugnante existencia hijo de perra!

- ¡Cielos santo Jacob, cierra la boca si no quieres que te la destroce a golpes! - Chispas, era mi padre.

Mi hermano se pavoneo mientras se partía de risa.

- Lo siento papá. - Fue lo único que pude decir.

- Yo creo que deberías hacerle mierda la boca papá, ya sabes, para que deje de hablar tanta pendejada.

- Bratt tiene razón, deja de ser un inútil y ayuda en algo. - Bajo las escaleras. - ¡Cariño, podrías poner a hacer algo a tu hijo!

- ¡Jacob, ve a la maldita tienda, necesito algunas cosas!

Suspire, vire los ojos y comencé a bajar las escaleras. Llegue a la planta baja, mi mamá estaba como loca en la cocina, mi padre estaba en su sillón viendo programas navideños mientras tomaba una cerveza y con mi hermano a su lado.

- ¿Qué necesitas?

- Toma esto. - Me tendió una pequeña lista. - Y procura darte prisa, si llegas tarde tu cena se enfriara y no me tomare la molestia de calentarla.

- Si mamá. - Mire con atención de vista. - ¿Papel higiénico y detergente?

- Así es, ya sabes, para después de todo el ajetreo.

Volte la vista hacia mi hermano.

- ¿Podrías llevarme en el auto?

- Tengo una mejor idea, por qué no llevas tu culo al centro comercial por ti mismo y me evitas esa molestia. - Me lanzo la llave. - Ya tienes 17 años, haslo tu solo.

La teoría del caos. जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें