41. Elementos fundidos.

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Anther.

Emell estaba debajo de mi, yo me movía suavemente en su entre pierna, el me besaba. Poco a poco nuestras manos entraron en acción y comenzaron a explorar el cuerpo contrario. Cuello, pecho,  abdomen; todo lo que estuviera a su paso.

Mi boca se dirigió al cuello de Emell por segunda vez y comencé a besar, lamer y morder dejando una que otra marca pequeña; el jadeaba. Di una embestida un poco mas fuerte y de los labios de mi novio se escapo un gemido, para ese entonces yo ya tenia una considerable erección bajo mis pantalones.

- Q-quita. - Emell tiro de mi camisa y yo entendí a lo que se refería.

Me separe de su boca y de su cuello, me quite la camisa y pude comprobar que mi pecho ardía. Emell paseo su delgada mano desde mi cuello hasta el botón de mi pantalón y tiro de este, antes de desabrocharlo volví a recostarme sobre el, levante su camisa y bese su abdomen y su pecho; Emell jadeaba y enterraba sus dedos en mi cabello. Le quite la camisa y lo bese, de nuevo comencé a explorar su boca con mi lengua, a morder sus labios hinchados por el recién contacto.
Nuestra piel estaba ardiendo a una temperatura realmente elevada, probablemente pudimos fundirnos el uno con el otro. Era la mejor sensación estar ahí, con el.

Desabroche su pantalón y lo baje poco a poco hasta que quedo fuera, dejando a la vista las piernas de Emell, de mi novio. El bulto en su bóxer me hizo saber que estaba en la misma situación que yo; el bajo mis pantalones despacio, quedamos separados únicamente por la fina tela de la ropa interior. Realmente sabia como empezar, pero no quería sonar urgido o algo así ya que no tenia ningún tipo de experiencia con chicos así que dejaría que Emell empezara.

- ¿Tu sabes cómo debes...ya sabes, "prepararme"? - Hablaba agitada y rápidamente.

- N-no. Un poco, un día vi una película.

Me miro extrañado.

- Rayos, no tenemos lubricante. - Tomo mi mano y lamió dos de mi dedos, verlo subir y bajar con mis dedos dentro de su boca me éxito mucho mas si era posible, la erección debajo del bóxer empezaba a dolerme. - Creo que sabes lo que tienes que hacer.

Retire cuidadosamente su bóxer. Su miembro erecto quedó a mi vista y mi erección creció mucho más. Volví a recostarme sobre el, mientras lo besaba lleve mis dedos húmedos por la saliva de Emell a la entrada de este, introduje uno suavemente.

- Aah. - Emell gimió en mis labios y cerro los ojos con fuerza. Moví cuidadosamente mi dedo. - Mmmhm. - Movió lentamente su cabeza dándome a entender que podía meter el siguiente, lo hice. - Aaahg, mmmhm.

Si Emell seguía gimiendo así yo iba a venirme sin siquiera haberme tocado. Moví ambos dedos en su interior, después de un rato Emell igual comenzó a mover sus caderas.

- A-an-anther. - Jalo mi bóxer, entendí la señal.

Me des hice del estúpido bóxer que realmente me estaba molestando, saque un condón de mi pantalón. Si, llevaba uno de la tira que me dio mi madre, ni siquiera sabia por qué. No hizo falta masturbarme un poco si quiera, estaba realmente erecto; me coloque el preservativo rápidamente, luego mire a Emell que se mordía el labio.

- ¿Listo?

- S-si.

Emell se acostó completamente en la cama, yo volví a colocarme en su entrepierna solo que esta vez no había ropa que se interpusiera entre nosotros. Vaya que sentirlo de esta manera era la cosa mas jodidamente increíble. Empecé a meterme lentamente en Emell, tratado de causar el menor dolor o incomodidad en este.

- Aah, es-espera, duele.

A penas había introducido la mitad de mi miembro, me detuve.

- L-lo siento.

- No pasa nada, sigue. - Me metí completamente en el, este gimió y se arqueo un poco. - Aaah. - Respiro entrecortadamente, después de un rato volvió a mirarme.

Su linda cara brillaba ligeramente por el sudor, sus ojos se habían oscurecido por la excitación del momento, aun así seguían siendo hermosos. El era hermoso y era mio. Me beso y yo le devolví el beso, el comenzó a moverse así que deduje que podía comenzar.

Empecé con embestidas suaves, muy despacio.

- Aah. - Emell arañaba mi espalda y gemía en mi oído.

Había tenido sexo antes, no voy a negar que fue bueno. Pero ni volviendo a tener sexo mil veces se iba a igualar la sensación de estar con Emell, de estar dentro de Emell. Se movió tan singronizadamente, su cuerpo, sus gemidos, sus manos arañando mi espalda. Todo, todo se sentía realmente increíblemente en en ese momento.

- Mmmhm. - Gemi. Emell comenzó a moverse al mismo tiempo haciendo las penetraciones mas profundas, lo que me causaba un placer a puntos infinitos.

- Aah, ma-mas rápido.

Empecé a aumentar la velocidad y la fuerza, mi cordura se fue a la mierda.

- Mmmmhm, aah. - No podía acallar mis gemidos. Emell enterró sus uñas en mi espalda, lo bese.

- ¡Mierda, ahí! - Embesti en donde lo había hecho anteriormente. - ¡Aaah, si ahí!

Di unas cuantas embestidas mas en ese punto. Mordi mi labio, mire a Emell. Era tan hermoso.

- A-anther, voy a ve-venirme. - Sonreí.

Tome su miembro con mi mano y comencé a masturbarlo, verlo de esa manera me excitaba tanto. Penetre unas cuantas veces mas, una corriente me recorrió indicando que iba venirme. Seguía pajeando a Emell.

- Aah, Anther. - Apretó mi nuca con fuerza.

- Mmmh, dilo de nuevo.

- ¿Q-qué?

- M-mi nombre, dilo de nuevo por favor.

- Anther. - Lo embesti. - Anther. Anther. Anther.

Emell se corrió en mi mano y mi abdomen, un poco después yo me corrí dentro de el. Lo bese y el me beso a mi. Salí de el suavemente, me quite el condón y lo metí en una bolsa de basura, ya me lo llevaría después. Rebusque en los cajones, encontremos papel higiénico.

- Mira, si había lubricante. - Emell se hecho a reír.

- Supongo que no somos los únicos que han tenido acción aquí.

- Eso es antihigiénico y raro, debimos ir a mi casa.

Emell se hecho a reír. Yo limpie los residuos de semen de mi abdomen y limpie lo poco que había caído en  la pierna de Emell. Este sonreía mucho, se veía muy tierno.

Me acosté a su lado y nos cubrimos con una cobija que Tinna había comprado hace algunos días.

- Así que, lo hicimos. - Lo mire.

- Lo hicimos.

- Son 7:43. Podemos dormir aun.

Nos acurrucamos.

El recostó su cabeza en mi pecho  y yo lo abrase.

- Anther.

- ¿Si?

- Te amo.

- Igual te amo.

Y ahí en esa cama, con los rayos del sol saliendo a relucir débilmente por el horizonte. Ahí desnudos y con nuestros cuerpos aun ardiendo  parecía que en cualquier momento podíamos fundirnos. En ese momentos sentí tan feliz.






















Alguien me dijo una vez: "Te vas a ir al infierno por lasciva". Ahora yo les digo: «Los veo allá bonitos.» (:
1) ¡SOY UN ASCO ESCRIBIENDO ESCENAS SEXUALES!
2) Me sentí un poco incomoda escribiendo esto.
3) Creo que no volverá a haber otras escena explicita, no es fácil.
Dato curioso: Mientras escribía esto estaba escuchando Take me to church. Fue éxtasis puro.
Si has llagado hasta aquí, gracias. ¡Es mejor que te haya gustado malditx porque ahora yo me siento extraña y sucia! Te amo. ❤

La teoría del caos. Where stories live. Discover now