8. Detención.

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Emell.

- Hey Emi, deja de temblar, haces que yo me ponga nerviosa.

- Callate Canille. Es la primera vez que voy a detención.

- Pues si, pero igual es la mía y no estoy así.  Solo relajate que yo voy a estar ahí.

- Ya se, pero aun así es complicado. Tengo miedo ¿Has visto Drake and Josh? Y si hay una especie de "morticias ardientes" e intentan comerme.

- Me las como yo a ellas primero.

No pude evitar reírme, esta chica estaba loca.

Nos encontrábamos en las gradas que daban a la cancha de fútbol americano, comiendo pizza de la cafetería y viendo a los chicos que entrarían a las pruebas. Para mi ese deporte era pura basura.

- ¿No es ese el micropene? -  Yo y Canille habíamos bautizado a Anther con ese apodo, sin decírselo obvio.

Y si, efectivamente era el, lo reconocí al instante. No por que 'destacara' o algo así, si no porque siempre tenia una cara de culo como si estuviera siendo obligado a hacer todo. Agh, lo aborrezco.

Antes de apartar la vista lo vi por un rato mas. El cabello largo le sobrepasaba un poco la barbilla, de un color café oscuro y desordenado. Su piel era clara sin llegar a ser del todo blanca. Llevaba una sudadera negra sin ningún estampado un poco larga, unos jeans negros y lo que parecían ser unas botas negras, lucia como un chico rudo. Era atractivo, pero al mismo tiempo era un asco.

Un golpe hizo que dejara de inspeccionarlo.

- ¡Auch! Eso duele tonta.

- Deja de verle que ya se ha dado cuenta.

En efecto, el miraba en la dirección en  la que nos encontrábamos.

- Vámonos de aquí, ya he terminado mi pizza.

- Mierda, solo faltan 2 horas para ir a detención. ¿Por qué esto me pasa a mi?

- Pudiste librarte de el castigo, tu has decidido esto.

- Ya se. Pero se me hacia muy injusto dejarlos asumir toda la culpa.

Entramos en el salón y nos sentamos en las ultimas bancas.

- Bien señor justicia, tranquilizate vale. Solo es una  semana, vas a ver que a mi lado no sera tan malo.

- Eso espero Canille. En verdad que esto es terrible.

- Buenos días chicos, lamento llegar tarde. Bien, queda poco tiempo así que iré al grano. ¿Alguien hizo su tarea?

- Mierda la tarea ¿La haz hecho?

- No, ni siquiera sabia que teníamos.

Unos cuantos levantaron la mano. Reconocí una mano clara con una manga negra. Este chico era una especie de "joven perfecto" con un carácter de la mierda.

- ¿Por qué tan pocos?  Bueno, no importa, hablemos de el tema.

"William Shakespeare" anoto en el pizarron con letras grandes y cursivas.

El maestro comenzó a hablar de algo que no lograba comprender, no le di importancia, ya atendería después. Mi cabeza y estómago estaban muy ocupados en intentar salirse de mi cuerpo. Estaba muy nervioso.

Las dos horas en la clase de literatura se fueron muy rápido y mi corazón ya estaba a había salido de mi pecho he iba corriendo a 1000 km/h. Así se sentía.

- Ven la detención es en la biblioteca.

- De por si ya es demasiado jodido estar 1 hora con ustedes, ahora me imagino en la biblioteca.

Esa voz irritante.

- Nadie te va a obligar a hablarnos pedazo de basura.

- Siempre tan linda Canille. - Esbozo una sonrisa muy fingída.

- Jodete.

- Lo mismo para ustedes dos. Les recuerdo que por su culpa yo voy a estar en ese infierno. Gracias Emeth, eres genial.

- ¿Cómo?

- Es sarcasmo idiota.

- No, quiero decir lo se pero, ¿Cómo me llamaste?

- Pues por tu nombre o que eres tonto.

- Mi nombre no es "Emeth".

- Si, si lo es.

- No. Mi nombre es Emell, con "ll" no con "th".

- ¿Emell? ¿Qué clase de idiota nombre es ese?

- Es mucho mejor que Anther.

- Falso. El mio es un nombre con estilo, el tuyo es terrible.

- "Anther" es un asco. ¿Qué es lo que significa? ¿Soy un idiota cara linda?

El carcajeó un poco y al segundo volvió a poner su cara de odio.

- ¿Así que tengo cara linda?

- No. Tu cara es muy fea de hecho.

- La tuya esta roja. - Comenzó a reírse.

Sus ojos se enchinaban cuando lo hacia, no tenia "hoyuelos" exactamente, cuando reia se formaban unas arrugitas a cada lado de su boca. Sus dientes eran derechos en excepción de sus colmillos que sobresalían de su dentadura simétricamente. Su sonrisa era jodidamente genial.

- Callate, n-no es cierto. - Tape cara con mis manos.

El carcajeo mas fuerte. Canille no miraba mientras hacia una mueca de confusión.

- Bueno, yo me voy por mi lado. Los veo en la biblioteca freeks.

Anther se fue corriendo a la biblioteca. Nosotros seguimos a paso lento, llegamos un tanto después de el. Antes de que entráramos Canille me hablo.

- Sabes, hacia bastante tiempo que no veia a ese idiota reirse. Ya había olvidado como lo hacia.

- ¡Se río de mi!

- No, tu lograste hacerlo reír, es diferente.

Entramos en la biblioteca. Era bonita, pero no yo pensaba en algo mas.

¿Yo había logrado hacerlo reír?












Esta muy largo, lo se. No tengo nada mas que hacer.
Si llegaste hasta aquí es porque tu tampoco tienes nada que hacer, gracias aun así. Te amo demasiado. <3
Seguiré escribiendo porque J me sigue leyendo y eso es sufriente para mi. ❤

La teoría del caos. Where stories live. Discover now