La teoría del caos.

21. El es hermoso.

Nathaniel.

Eran las 12:56 de la tarde. Yo estaba aun acostado, pero vamos, que aun era muy temprano.

- Tenemos que levantarnos. - Negué rápidamente con mi cabeza. - ¿No? Por qué no he, flojo. - Empezó a dar besos pequeños y rápidos en mis labios. En uno de esos tantos tire de su camisa intensificándolo, no duro mucho.

- ¿Te iras temprano? - Dije poniendo un puchero.

- No. - Me beso. - No me iré hoy . - Se tiro a un lado de mi, tiro un poco de mi camisa para que me girara. Lo hice, me beso. El beso fue prolongado, una lucha de dos lenguas y mordidas pequeñas. Separó nuestros labios y sonrió. - Ni mañana. - Los volvió a unir. Después de un rato, las cosas empezaban a tornarse serias. El beso se intensificaba cada vez mas, mi cuerpo comenzaba a arder. El volvió a separarlos. Me miro, ese hombre era tan hermoso. Y era mio. - Ni nunca.

Las bocas ya no eran suficientes, entraron en juego las manos. Y la ropa empezó a sobrar. Prenda por prenda paso de cubrir nuestros cuerpos a amontonarse en el piso. Hasta que no quedo ninguna prenda para cubrir nuestros ahora desnudos cuerpos. El poseía una perfección absoluta, toda mía. Llene mi mente de cada imagen de su perfecto cuerpo, mis fosas nasales de su embriagante aroma.

El acto no tardo en comenzar, era inevitable. No me podía cansar de el. Sus gemidos roncos en mi oído, sus preciosos labios, su trabajada espalda. La preciosa sintonía en la que se movían nuestros cuerpos era inexplicable y demasiado placentera, arrancando de mi gemidos y suspiros. No podía cansarme de esto.

Así como comenzó, tuvo que terminar. El final del inmenso placer se llevo consigo dos grandes gemidos que indicaban que había concluido. Salio de mi, odiaba eso. Mi miro, lo mire, me beso le seguí. Me dormí en su pecho.

Al despertar lo vi ahí, pintando. Desnudo. La perfección en todo su resplandor.

Las cosas con Ethan eran complicadas, habíamos empezado nuestra relación a los 14 yo tenia 14 mas bien el 16. Teníamos grandes problemas y cortas separaciones. Pero volvíamos, siempre volvíamos.

El tenia 19, tenia un lindo departamento pero le gustaba mas el mio. Le encantaba pintar, era su cosa favorita. Yo estaba enamorado de el, muy enamorado. Mas aun, lo amaba.
Lo amaba con todo mi ser y no podía negarme.

- Eres hermosos sabes. - Me miro, y sonrió. - ¿Qué pintas?

- Ya veras. - Me guiño un ojo. - Tu lo eres mas.

Rodee los ojos. El tapó la pintura y se acostó a mi lado, me beso.

- Te amo Ethan.

- Yo te amo a ti Nathaniel.

El en cerio era hermoso. Y todo mio.

No se me ocurre que decir jaja. Los amo, no roben. <3
Nathi merecía su capitulo. POR CIERTO, EL DE MULTIMEDIA ES NATHANIEL. (:
Bai, besitos, bai. 💕