54. Sentirte en mi.

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Emell. (Escuchen la canción cuando esta haga aparición en la historia, por favor.)

Nos encontrábamos en un lugar agradable, muy lindo. Pero para ser sincero, no sabia exactamente en donde.

- Y ¿te agrada aquí?

- Vaya que si, es muy bonito. - Mire a Anther. - Como tu.

El solo rió entre dientes. Era un paisaje con muchos colores a pesar de ser tan tarde, tenia el azul oscuro de la noche en el que salpicaban algunas estrellas. Había un montón de luces doradas de la ciudad repartidas por aquí y por haya, estaba el verde claro de la maleza y el amarillo rojizo de la luna.

El frío que pegaba contra mi cara comenzaba a lastimarme, hice una mueca que Anther noto.

- ¿Quieres ir al interior del auto?

Realmente no quería, pero tenia si no quería morir congelado.

- Vamos.

Subimos los dos a la camioneta que estaba muy cálida. Lo mire por un rato, sonaba en la radio una canción de Troye Sivan que me gustaba un montón; mire a Anther por instinto y este estiro su mano para elevar el volumen. No deje que la retirara, tome su mano y la acomode a la mía. El sonrió y yo hice lo mismo porque mi novio era realmente bonito y me gustaba mucho.

Me acerque a el y noto mis intenciones así que hizo lo mismo. Vacilo un poco antes de juntar su boca a la mía, yo no tenía planeado que fuera un beso breve. Rodee su cuello y lo acerque aun mas a mi, el sonrió en mis labios y a mi me pareció muy hermoso en ese momento.

No deje que se alejara de mi, el estúpido aire faltaba pero no importo en ese momento. Quería besarlo tanto como se pudiera, no quería dejar de besarlo porque lo necesitaba y lo iba a hacer siempre. Lo bese delicadamente, aunque de manera agresiva; quería expresarle todo lo que sentía por el en ese beso, no lo logre. Se separo porque en serio necesitaba aire y yo igual.

- V-vaya, eso fue genial. - El sonrió levantando las cejas. Yo igual sonreí.

- Tengo que besarte de nuevo.

El rió un poco, volvió a acercarse a mi y yo corte la distancia volviendo a besarlo de la misma manera. Mordi sus labios y deje camino libre a su lengua, podría hacer esto todo el tiempo. Me daba pequeños tirones acercándome aun mas a su cuerpo, estaba casi sobre el. Se separo despacio de mi boca y me miro burlón.

- Hay mas espacio atrás sabes.

Mire el asiento trasero, era obvio que era mas grande y cómodo. Volví a mirarlo a el, sonreí.

- Bien. ¿Qué estamos esperando?

Me pase ágilmente al asiento trasero con Anther siguiendome. Una vez estando ambos atrás intercambiamos posiciones, ahora el estaba sobre mi con mis piernas a cada lado de su cintura. Su quito la chaqueta y la tiro a la alfombra de la camioneta, torpemente le quite la camisa y me mordi con fuerza mi labio. Anther tenia una cuerpo promedio para un adolescente, estaba ejercitado y en buena condición, no era un tipo "musculoso" o algo por el estilo, pero su abdomen definido me volvía loco.

Me quito delicadamente la sudadera y la camisa que el me había prestado, dejándolas caer junto a su chaqueta y su camisa. Pego su torso desnudo al mio y ambos estaban ardiendo, el me beso por un rato, luego dirigió su boca a mi cuello y empezó a besar, succionar y morder despacio.

Sus manos tocando lo que estuviera a su paso, su entrepierna embistiendo con fuerza la mía aun sobre los pantalones, su boca dejando marcas en mi cuello. Mi bóxer empezaba a molestarme de verdad, se me escapaban gemidos involuntarios y mis uñas se empeñaban en rasgar la tela del asiento. Los vidrios se habían empañado por el calor que soltaban nuestros cuerpos, todo era realmente increíble. Anther se separo de mi cuello volviendo a mis labios, se alejo de estos para susurrar en mi oído.

La teoría del caos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora