Emell.- Emi, despierta. - El susurro en mi oído provoco un cosquilleo.
- ¿Mmhm?
Escuche la pequeña risilla de Anther.
- Estas babeando. - Su risa se hizo mas fuerte.
Abrí los ojos rápidamente y absorbi el hilo de baba que colgaba de mi boca. Mire a Anther, el seguía riendo.
- Deja de reírte, no es gracioso.
- Si, si lo es - Limpio un poco de baba que había quedado en mi labio con su dedo pulgar. - dormiste demasiado.
Talle mis ojos y me incorpore en la cama.
- ¿A sí, cuanto?
El suspiro e hizo como que contaba con sus manos.
- Un montón. - Me sonrió infantilmente.
- Vaya, que buen cálculo Anther. ¿No has pensado ser matemático?
- Obviamente si. Imagínate, soy tan hermoso y aparte de todo matemático. Le partiría el culo a Albert Einstein.
Me reí por el comentario.
- Tu - Rodee su cuello con mis brazos y lo atraje hacia mi. Caí en la cama con el sobre mi pecho. - adoras a Albert Einstein.
El ladeó los ojos y me sonrió.
- Mmmhm, de cierto modo estas en lo correcto.
- Y, a la única persona que le puedes partir el culo es a mi bonito, así que, quita esas ideas de tu mente.
El abrió sus ojos como platos al igual que su boca. Luego rió un poco.
- Ese vocabulario no es al estilo Emell.
- No, probablemente sea al estilo Anther.
- Te estoy convirtiendo en un malhablado entonces.
- Eres mi novio, puedes convertirme en tantas cosas.
Lo bese, y el igual me beso. Y asi seguimos por un rato. Pero la mamá de Anther lo llamo de la plata baja.
- Tenemos que bajar. - Se separo de mi y se levanto de la cama, echo un vistazo a la ventana y giro los ojos. - Mi estúpida "familia" a llegado.
Me incorpore en la cama y lo observe un rato. Se vio una ultima ves a el espejo y se desordenó el cabello lo mas que pudo. Lucia demasiado guapo.
- Y - Me miro. - ¿qué tal?
Llevaba puestos unos converse gastados y unos jeans ajustados, lucían viejos y rasgados. También llevaba una camisa de manga larga que tenia de ilustración a Jim Morrison y de inscripción ponía en letras grandes "The doors", con una chaqueta negra por encima.
- Eres un desastre Anther Joseph.
El me sonrió.
- Lo se. Tu estas todo fachoso.
- Si, ni creas que fue porque me empape con agua helada. - Le pinte el dedo de en medio. El solo se carcajeó.
- Estas perfecto.
- ¡Anther, ven abajo por favor! - La madre de Anther volvió a llamarlo
El rodó los ojos.
- ¡Bajaré cuando yo quiera, son unos cabrones así este o no este yo ahí!
- ¡Anther, cuida tus palabras jovencito!
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La teoría del caos.
Teen FictionEmell; un chico con amabilidad de sobra y bastante simpatía. Una vida poco acogedora y una gran sonrisa siempre. Anther; un joven con un complejo de superioridad demasiado grande. Superficial y egoísta. Hasta ahora sus vidas tienen cierta proporc...