46. Buena persona.

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Emell.

- ¡Tato! - Anther soltó mi mano y giro su cabeza al oír esas palabras.

De una esquina salio un chico alto, delgado, pelo negro y largo, no demasiado. Traía una camisa negra y unos pantalones ajustados. Y con aquel chico que había captado la atención de mi novio venia nada mas y nada menos que mi mejor amiga, Canille.

- ¿Jacob? - Anther dijo eso en un susurro que yo logre oír, y me quede petrificado por un momento.

El chico corrió hacia Anther y a muy poca distancia se le aventó abrazándolo, casi lo derriba. Eran casi de la estatura, pero mi chico era un poco mas alto. Se abrazaron un rato, cinco minutos  a lo mucho, al separarse, la cara del chico estaba eufórica y llena de emoción. Anther no tenía expresión, estaba en un trance, al rato sus ojos se humedecieron y después su cara cambio completamente a una llena de emoción. Se veía tan lindo.

- ¡Mirate, eres gigante! ¿Donde quedo mi pequeño tato? - ¿Había dicho "mi pequeño"?

- ¡Pero mirate tu! - Sonreía. - ¡Eres todo un hombre!

Volvieron a abrazarse.

- Realmente los extrañe. - Miro a Canille y luego a mi. - ¿Tu eres? - No lo dijo de forma grotesca, lo dijo suave y amablemente.

Anther me miro y luego tomo mi mano, me sonrió ampliamente lo que me tranquilizo mucho.

- Jacob, el es mi novio. Emell. - Me dio un beso en la mejilla, probablemente me sonroje. - Emell, el es Jacob, mi viejo mejor amigo.

- Ya me habían hablado de ti. - Miro a Canille con una sonrisita. - Es un gusto. Aunque debo decirte que Tato es mio por autenticidad.

Abrazo a Anther tiernamente, alejándolo de mi. Este se separo riendo y me abrazo por la cintura. 

- No le metas esas ideas a mi pequeño. - Se encorvó para meterse entre mi cuello y mi hombro.

Canille y Jacob rieron, este saco su celular y nos fotografió.

- No deben olvidar sus momentos de noviazgo. - El guardo su teléfono y sonrió.

- El siempre fue de los que cree que un recuerdo en fotografía lo es todo. - Susurro a mi oído, me dio escalofríos.

- Creo que eso es tierno.

- Tu eres tierno. - Beso mi cuello.

En realidad el era el tierno, se veía tan lindo hay en mi cuello.

- Bueno, bueno ya, deben de contarme todo lo que paso en mi ausencia.

- No mucho, alguna que otra novedad.

- ¿Donde vives ahora Tato?  creeme que lo único que encontré en tu vieja casa fue una vieja histérica, maullidos y pelos de gato. - Aun no entendía lo de Tato, se lo preguntaría a Anther después. 

- No muy lejos de aquí, mamá decidió mudarse para cambiar de aires. Luego te paso la dirección.

- Genial, cuando pueda iré a visitarte. Tengo tantas cosas increíbles que contarte, y tu igual tienes bastantes. - Me miro discretamente y luego le sonrió a Anther.

No voy a negarlo, el chico era atractivo; y eso me desagradaba en todos los sentido. Mi novio no podía tener un amigo guapo. Canille y Anther hablaban de algo y Jacob se alejo a contestar su celular, luego volvió.

- Bien jóvenes, era mi madre. Quiere que vuelva para que desempaque, iré a verte luego Tato. - Iba a procurar estar ahí cuando eso pasara. - ¿Vienes o te quedas cici?

- Me voy, aun no termino la estúpida tarea. - Me abrazo y beso mi mejilla al igual que ha Anther, luego regreso con Jacob. - ¡Adiós chicos, los veo mañana, los amo!

Se alejaron por la vereda, riendo alegremente. Parecía estar en una zona de confort olvidada.

Me pegue al pecho de Anther y este me abrazo por la cintura, tomo mi barbilla con su mano y acerco mi oído a su boca. Susurro.

- Tu y yo teníamos ciertos planes. - Su voz no había dejado de tener ese tono ronco, no era como el de Jacob, era un poco mas claro. Me encantaba.

- Si. Ya es tarde campeón deberías ir a casa. - Sonreí perspicaz, trataba de hacerme el difícil.

- Tu no quieres que me vaya a casa. - Me beso.

El beso se prolongo, se intensifico hasta dejarnos sin aire.

- E-entremos. - Tome su mano y lo conducía mi casa, mi abuela no estaba, como siempre.

Nos recostamos en mi cama, el sobre mi, acariciaba y revolvía mi pelo. Nunca podre describir su mirada, en ella ahí algo que es totalmente indefinible. Me mira como si fuera un ser fascinante.

- Te amo lo sabes. - Hablaba en susurró. 

- Los se. Igual te amo, demasiado.

Me sonrió, luego me beso.

- Eres tan bonito Emell, tan, tan bonito pequeño.

- Tu lo eres mas, mucho mas. - Pensé en Jacob. - ¿Por qué te llama "Tato"? - Me miro confundido. - Jacob, por qué los llama así.

El sonrió.

- Cuando éramos muy pequeños, el solía leernos comics, no recuerdo bien el nombre. - Volvió a acariciar mi mejilla, su tacto era tan perfecto. - Habían tres personajes que combatían el crimen, El fuerte Tato, la inteligente Cici y el gran Lolo, era un cómic increíble, lo cancelaron hace años. - Sonrió tristemente, yo lo bese.

- Parece buen chico.

- Lo es, se que lo es aun. El es una buena persona.

Tal vez lo era, tal vez el si era una buena persona; pero yo tenia miedo, estaba inseguro. Porque por mas que Anther me quiera, se que lo quiere mas a el. El es mas que yo, mucho mas.

- Si, lo es. - Sonreí, luego el me beso.

Y lo bese. Y nos besamos por un buen rato, las cosas llevaron a mas y esa noche, Anther volvió a dormir a mi lado.



















Ja. No les narrare como follan sucios, ya fue mucho. (:

Perdón por no haber actualizado; mi vida esta siendo un completo caos existencial y estoy muy estresada, ni si quiera tengo mucha inspiración. Actualizare este fin de semana si puedo, los amo. ❤
Jacob en multimedia ahre. 7u7

La teoría del caos. Where stories live. Discover now