Capítulo 34

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¿Qué hago maldición? Si no estoy mal está medio dormida, así que se va a creer cualquier cosa.
Opción A aparentar que soy sonámbulo pero no sé lo creerá ya que nunca lo he sido, opción B pegarle en la cabeza para que pierda el conocimiento...okay esa está más que descartada, como está medio dormida voy hacer como si estuviera dormido.
—¿Derek...estás dormido? —inquiere Camila restregando su ojo derecho —Der despierta —comenta Camila empujándome suavemente, yo hago como si me acabará de despertar.
—¿Qué pasa? —digo con un tono somnoliento y de mala gana.
—juro que acabe de sentir como si alguien me hubiera besado, hasta tengo los labios húmedos —dice Camila mirando hacia todos lados —pensé que habías sido tú, pero estabas dormido además de que jamás harías algo así —si supiera que llevo haciendo eso desde hace dos años.
—Obvio como se te ocurre pensar que fui yo, ni aunque fueras la última mujer en el mundo haría eso, Cami tal vez estabas teniendo un sueño subido de tono, mejor vamos a dormir que tenemos que madrugar —me merezco un Oscar.
—Si...o tal vez el espíritu Santo haya venido a por mí virginidad por fin —comenta Santana acomodándose entre mis brazos.
—O tal vez el diablo se apiado y te envío un incubo —comento sintiendo la respiración de Camila en mi cuello.
—No digas eso ni en broma, no estoy preparada para tener compañía paranormal —dice Cami abrazándome más fuerte, y yo solo río por su comentario.
—Que descanses princesa —comento dándole un beso en la coronilla de la cabeza.
—Que descanses Derek —susurra débilmente Camila, menos mal me creyó esa excusa tan barata.
—Te amo —susurre y no obtuve respuesta alguna por parte de Cami, y fue porque ya se quedó dormida. —Maldigo el día en que comencé amarte como mujer Camila Santana —susurre cerrando los ojos, a veces quisiera gritarte todo lo que en verdad siento por ti, pero se muy bien que tú solo me ves como tú mejor amigo, aún así prefiero mil veces destrozarme el corazón viéndote con otra persona; que alejarme de ti, el tan solo pensar en la última opción hace que me sienta perdido.

...

Sentí mi celular vibrar, y era la alarma alias la destrozadora de sueños, ví que Cami aún estaba a mi lado dormida, parece un ángel así, nunca me canso de admirar su belleza. 
Pude observar como las cobijas solo cubrían sus pies, el resto del cuerpo estaba descubierto, y como estaba de boca abajo con su camisa algo recogida, pude detallar nuevamente el tatuaje de flor en su espalda baja, si no estoy mal la flor es una lavanda y se la hizo porque eran las preferidas de su madre. Lo toque suavemente y Camila comenzó a refunfuñar por mi tacto.
—Derek...tus manos parecen hielos —dice Cami entredormida.
—Si y estos hielos van a ir subiendo por tu espalda —y dicho esto introduzco rápidamente mis manos dentro de su camisa, ella se comienza a retorcer como un gusano, e intenta sacar mis manos.
—¿Cómo quedamos en esta posición? —dice Camila algo fatigada después de unos minutos de lucha por sacar mis manos de su blusa.
—No tengo ni la mínima idea —comento poniendo arriba de la cabeza de Camila sus manos, las cuales tengo atajadas con las mías. —pero me gusta estar encima tuyo
—Bajate que me vas apachurrar
—Esta bien capitán, pero antes mi beso de buenos días— comento poniéndole mi mejilla.
—Ashh vale —dice Camila y de repente en vez de un beso, siento unos dientes clavándose en mi piel.
—¡Au! Camila...suelta...suelta que duele —mencionó intentando despegar a Camila.
—Eso es por despertarme con tus manos de hielo —dice ella soltandome.—alistate rápido —y dicho esto desaparece por la puerta del baño.
—¡Canibal! —grito—¡hasta un perro muerde más pasito que tú! —comento sobandome la mejilla.
—¡Oh así que Aron muerde pasito! —responde Cami desde el baño— muéstrale la marca que te deje para que aprenda a marcar territorio, y si sigues quejándote está canibal se comerá todos tus órganos.
—¡Si! —grito eufórico.
—¿Por qué mierda celebras eso? —inquiere Camila saliendo del baño con el cabello mojado y ya vestida.
—Porque tendrás que comerte mi órgano reproductor —digo y Camila hace una cara de asco.
—Mierda... entonces solo me comeré los órganos que estén protegidos por huesos
—Maldición, los huesos pueden partir los dientes, mejor come algo sin huesos
—No, como mis mordidas son peor que las de un perro seguro mis dientes resisten.

Enséñame a dejar de ser mujeriego [PAUSADA TEMPORALMENTE] Where stories live. Discover now