Capitulo 1

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—Camila levántate. Vamos a llegar tarde por tu culpa. —dice Natalia tirándose encima mío —no quiero ser tildada de impuntual.
—Me es...tas sacan...do el aire mar...mota —respondo algo adormilada y ahogada por el peso de Natalia —Además si no te quitas es imposible que me levante.
—Mira quien lo dice “Señora Michelin“ —dice Nat quitándose de encima y saliendo del cuarto —Te espero abajo.

P.O.V de Camila
Porque no me puedo quedar en los brazos de Morfeo para siempre, ¡Ah! sí ya me acordé porque tengo que ir a estudiar para conseguir trabajo y ser alguien en la vida ¡Yupi!, que no se note el sarcasmo.
No es que no me guste estudiar, tan solo no entiendo porque hay que madrugar para ir a clases.
Me levanto de la cama muy pero muy somnolienta, y me siento en un borde de la cama embobada viendo el suelo de mi habitación, pasan como cinco minutos y sigo entretenida con mi suelo, es como si esperara que este me diera la fórmula del elixir de la vida o algo por el estilo.

Quiero seguir en mi reflexión pero se que hay alguien abajo que odia llegar tarde. Por eso me apresuró y me meto a bañar, luego busco algo para ponerme y optó por lo más cómodo para mi unos jeans negros,un saco holgado gris y unos tenis negros. Cómo es el primer día de universidad en mi maleta solo llevo un lápiz, un cuaderno, mis auriculares, mi celular, algunos dulces, mis llaves y un cepillo para el cabello.
Bajo rápidamente y me encuentro a Natalia sentada en mi sofá, revisando su celular.
—Listo Nat, vamos —digo, sentándome a su lado y ajustando los cordones de mis tenis.
—¿No vas a desayunar Camila? —inquiere Nat mirándome de reojo
—Sabes que no me gusta desayunar tan temprano —suena el timbre de notificación de mensaje de Nat, y esta con la velocidad de la luz lo lee, y puedo observar que las facciones de su cara reflejan felicidad —¿Con quién chateas, para que estés tan feliz?
—Ya no esta temprano, son las siete, deberías desayunar Camila.

Y respecto a lo otro es un secreto señora chismosa, vámonos más bien que no quiero llegar tarde el primer día de clase —dice Nat, texteando en su celular algo, y veo que borra y escribe.
—Como mandé capitán, y un consejo tranquila porque si el muchacho con el que hablas le gustas, no le importará las burradas que le escribas. Así que deje de estar tan indecisa capitán —digo riendo por lo bajo al verla así.

—Ja ja ja, que chistosita salió la chismosita. Vámonos mejor —responde ella cogiéndome del brazo para guiarme a su convertible negro. El carro según tenía entendido yo, se lo había dejado su mejor amigo que a la misma vez era su gran amor de la infancia y si no estoy mal se había ido a estudiar al extranjero a los 18 años, creo que se llamaba Era, Eta, se me olvidó el nombre después se lo pregunto.

Después de un largo viaje en el convertible de Nat, en el que está solo se la paso insistiendome de que debía maquillarme por lo menos un poquito y a lo que yo solo respondí rotundos NO.
No es que odie maquillarme, tan solo es que me da flojera y también pienso que es mejor llegar el primer día de clase pareciendo un oso panda, (si un oso panda por las ojeras que me mandó por haberme dormido a las 2:00 de la mañana) ya que las personas se acostumbran a verte así.
Siempre he preferido que me vean al natural, y que se sorprendan cuando me maquillo.
Nat no es que se pinte como el Wason, ella se maquilla poquito y se ve hermosa. Pero aún sin maquillaje se sigue viendo muy bonita. Ella es muy segura de si misma, y se siente orgullosa de tener cabello rubio natural, ojos azules, labios finos y un sin fin se cualidades físicas.
Yo también me siento bien con mi físico, aunque soy totalmente opuesta a ella. En fin la razón por la que no me maquillo es por pereza.

Al llegar a la universidad las dos fuimos a recoger nuestros horarios. Nat se fue al ala de derecho, mientras que yo me dirigí al ala de medicina, y acordamos almorzar juntas.

Este año iba a empezar mi tercer semestre de medicina, a veces me pregunto cómo yo terminé escogiendo esta carrera y es ahí cuando recuerdo que yo no la escogí, sino que mi padre la eligió por mi, pero eso es algo en lo que no quiero pensar.
Al entrar al aula de clase, veo que todos ya han llegado, ya todos son caras conocidas menos unas persona que está al lado de la única silla vacía.

Enséñame a dejar de ser mujeriego [PAUSADA TEMPORALMENTE] Where stories live. Discover now